El sitio de Siracusa, ocurrido en 1298, fue una de las batallas de la guerra de las vísperas sicilianas.
Sitio de Siracusa (1298) | ||||
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Parte de Guerra de las vísperas sicilianas | ||||
Vísperas sicilianas, de Domenico Morelli (1823-1901). | ||||
Fecha | año 1298 | |||
Lugar | Siracusa, Mesina y Patti | |||
Coordenadas | 37°05′00″N 15°17′00″E / 37.08333333, 15.28333333 | |||
Resultado | Victoria siciliana | |||
Beligerantes | ||||
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Comandantes | ||||
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La muerte de Alfonso el Franco en 1291 dio origen, cuatro años más tarde, a un nuevo gran conflicto entre la corona de Aragón y el reino de Sicilia, pues Jaime II el Justo fue proclamado Rey de la Corona de Aragón y delegó el reino de Sicilia en su hermano menor, Federico II de Sicilia.
La paz de Anagni se firmó en 1295, y en ella Jaime el Justo cedía el Reino de Sicilia a los Estados Pontificios, y recibía del papa en compensación 12 000 libras tornesas y probablemente la promesa de infeudación de Córcega y Cerdeña.[1] La boda de Jaime el Justo con Blanca de Nápoles, hija de Carlos II de Anjou, y el regreso de los tres hijos que Carlos II de Anjou había tenido que dejar como rehenes en Cataluña a cambio de su libertad en 1288 alteraron radicalmente la situación, pues los sicilianos se consideraron desligados de la fidelidad debida a Jaime II de Mallorca. En el mismo documento, Carlos de Valois renunciaba a la Corona de Aragón, y Jaime II devolvía Baleares a Jaime II de Mallorca, al que habían sido confiscadas por Alfonso el Franco.
Federico II de Sicilia contó con el apoyo de muchos dignatarios catalanes de Sicilia,[nota 1] y fue investido por el parlamento siciliano el 11 de diciembre de 1295 y coronado rey de Sicilia el 25 de mayo de 1296, nombrando el cargo de virrey y de capitán general de Sicilia a Guillem Galceran de Cartellà y capitán general de Calabria a Blasco de Alagón el Viejo, e iniciando una ofensiva en Calabria.
Los angevinos también fueron vencidos en la batalla de Le Castella cuando la escuadra de Roger de Lauria se dirigía a socorrer Rocca Imperiale,[2] pero Lauria fue despojado de sus castillos sicilianos[3] e intentó un levantamiento contra Federico II en Calabria, pero fue derrotado en la batalla de Catanzaro y volvió a Cataluña a formar una nueva escuadra en nombre de Jaime el Justo.[2]
Jaime el Justo fue a Roma en 1297, donde recibió la investidura de Córcega y Cerdeña de manos de Bonifacio VIII, quien lo requirió para atacar a su hermano Federico, que se negaba a entregar Sicilia a la Iglesia ya los angevinos.[4] Una vez preparada la nueva escuadra se dirigió a Nápoles, donde le esperaba la escuadra siciliana apostada en Ischia, que se retiró a Sicilia para defender la isla antes de que se reunieran los aragoneses con los napolitanos.
La flota combinada, liderada por Roger de Lauria, desembarcó y tomó Patti, y escogió Siracusa como puerto para pasar el invierno; pero se encontró con una fuerte resistencia, y entretanto hubo una revuelta en Patti, dejando la guarnición aragonesa encerrada en el castillo. Jaime II el Justo envió a Juan de Lauria, sobrino de Roger, a socorrer a los sitiados por mar con veinte galeras, pero fue rechazado por los sicilianos, que fueron a su encuentro con veintidós dos naves desde Mesina y capturaron dieciséis de las naves aragonesas, incluido el almirante, que fue capturado y muerto después de un juicio.
Roger de Lauria se dirigió por tierra a Patti con sus tropas, que incluían a Roger de Flor[5] y levantó el sitio.
Jaime el Justo levantó el cerco y marchó a Nápoles y luego a Barcelona.
El año siguiente, Jaime II el Justo preparó una nueva escuadra para atacar Sicilia, que venció en la batalla naval del cabo Orlando.