En tránsito, un servicio pasante es un servicio con un mismo vehículo que pasa de una línea, red u operador a otra de manera regular y planificada, y un pasajero puede permanecer a bordo en ese cambio. Puede ocurrir de las siguientes formas:
En este sentido, los servicios pasantes se diferencian de las líneas diametrales principalmente por la señalización. Mientras las líneas diametrales se consideran una sola línea, las pasantes son dos líneas separadas que comparten un mismo vehículo. Las pasantes ofrecen más flexibilidad de horarios, ya que se pueden añadir servicios a ambos lados del diámetro asimétricamente, ya que son líneas separadas. En cambio, son más difíciles de interpretar para nuevos usuarios.[1][2] Además, en ocasiones, los servicios pasantes cambian durante el viaje. Así, un tren que circula en la línea A-B y que estaba programado para esperar en B y recorrer la ruta B-C podría cambiar, en el trayecto A-B, a estar programado para salir hacia la ruta B-D, puesto que el tren que ya debía hacer va con retraso. Estos cambios en directo ofrecen flexibilidad operativa y amortiguan los retrasos en el sistema.
En ocasiones, se usa el término pasante para referirse a una estación no terminal, en especial cuando se remodela una estación terminal para ser pasante.
En términos operativos, un tren pasante es un tren que circula por diferentes líneas ferroviarias, y en raras ocasiones también entre distintos operadores. Generalmente, esto se logra a través de una infraestructura compatible: mismo ancho de vía (aunque existen trenes de ancho variable, tienden a ser caros), mismo gálibo de túneles y puentes, mismo peso máximo (o al menos compatibles con el tren), compatibilidad de señalización, dimensiones de las estaciones de tren (para evitar daños al material rodante) y misma electrificación. La terminología exacta (y la definición) varían según el uso; en el Reino Unido, National Rail considera que un tren pasante es uno que puede utilizar un pasajero para realizar todo su recorrido sin cambiar de tren.[3]
El hecho de que un tren circule por diferentes líneas, o incluso por vías de distintos administradores, puede no ser obvio si opera dentro de la misma red desde la perspectiva de un pasajero. Por ejemplo, en China los trenes suelen viajar entre líneas para dar servicio a diferentes destinos, pero solo cuando implica un cambio de número de tren como resultado de cambiar de una línea ascendente a otra descendente, o viceversa (ver más abajo), es obvio para el pasajero.
Existen servicios de autobús que recorren una ruta y al terminar cambian el número de ruta, permitiendo que los pasajeros permanezcan a bordo. Estos servicios se pueden clasificar como pasantes.