Ratovantany, también conocido como Andriantompo, es una deidad malgache vinculada a la tierra y a los mitos de creación de Madagascar. Es considerado un dios auto-creado (andriamanitra nipoitra avy amin’ny tenany ihany) identificado con la tierra misma.
En las tradiciones cosmogónicas malgaches aparece en estrecha relación con el dios del cielo Zanahary. Según el mito más difundido, ambos colaboran o pactan en la creación del ser humano: Ratovantany moldea el cuerpo a partir del barro, mientras que Zanahary otorga el alma. Al morir, el cuerpo regresa a la tierra —dominio de Ratovantany— y el alma asciende al cielo o al sol, asociados a Zanahary.[1][2]
Aunque no alcanzó la prominencia de Zanahary en los cultos malgaches, el motivo de la dualidad tierra/cielo se encuentra de forma extendida en diversas tradiciones y relatos orales en toda la isla.
Ratovantany representa el principio terrestre en la antropogonía malgache:
A diferencia de Zanahary, Ratovantany no fue objeto de un culto centralizado ni de templos propios. Sin embargo, su figura se refleja en expresiones rituales y proverbiales que remarcan la inevitabilidad de la muerte y el retorno del cuerpo a la tierra. El mito subyacente está presente en diversos grupos étnicos de Madagascar, incluso donde no se le rinde culto explícito.