Quiromasaje

Summary

Desde un punto de vista etimológico, el término "quiromasaje" proviene de la unión de la palabra griega "χείρ, χειρός" ("kheiro", que significa "mano") y la palabra "masa" (que hace referencia a amasar o apretar con suavidad). Por lo tanto, literalmente, "quiromasaje" significa "masaje con las manos" o "masaje manual". Este término se utiliza para distinguirlo de los masajes que emplean aparatos eléctricos o instrumentos mecánicos. Las técnicas de masaje se establecen y aplican en función del objetivo específico a alcanzar. El término "quiromasaje" hace referencia a los estudios de ámbito privado que inicialmente se impartieron en España y que, posteriormente, se han ido extendiendo principalmente en otros países de habla hispana.

Historia

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Uno de los primeros registros conocidos del término y la práctica del masaje data de la antigua Mesopotamia. Recientes hallazgos arqueológicos y estudios académicos han identificado inscripciones en sumerio y acadio tituladas "Mushu’u", que se traduce como "masajes". Estos textos, publicados en marzo de 2007 por la filóloga Barbara Böck, investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), constituyen uno de los primeros testimonios escritos sobre técnicas de masaje y su uso en la antigüedad. Según estos estudios, los antiguos sumerios practicaban técnicas de masaje hace aproximadamente 4.000 años, lo que indica que el tratamiento mediante manipulación corporal tiene raíces muy antiguas y formó parte de las prácticas de salud y bienestar en las civilizaciones mesopotámicas. Estos hallazgos aportan evidencia de que el masaje no es una práctica moderna, sino que tiene una historia que se remonta a varias civilizaciones antiguas, donde se utilizaba tanto con fines terapéuticos como de relajación.

En España

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El término ”quiromasaje” (QM) fue utilizado por primera vez en España por el Dr. V. L. Ferrándiz García (1893-1981), quien realizó estudios de naturopatía en Estados Unidos y Suiza. Durante su formación, adquirió conocimientos en el masaje tradicional europeo, particularmente en el masaje sueco sistematizado por P. Henrik Ling (1776-1839). Ling, nacido en Suecia, viajó a China y, tras su regreso, importó diversas técnicas de masaje que integró en su "sistema sueco de ejercicio y masaje", del cual el quiromasaje es una modalidad.

Inicialmente, el masaje terapéutico se popularizó en España debido a su eficacia en la recuperación de lesionados y heridos en contextos bélicos. Sin embargo, esta popularidad decayó con el tiempo, debido en parte a la incorporación de instrumentos electromecánicos de estimulación y rehabilitación, así como a la falta de formación científico-médica de algunos practicantes.

Actualmente, el “quiromasaje” ha evolucionado dejando atrás la exclusividad de las maniobras tradicionales del masaje sueco, integrando técnicas provenientes de diversas disciplinas, como el masaje japonés, la digitopuntura, el masaje sensitivo y las técnicas miofasciales, entre otras. Esta tendencia refleja una orientación moderna hacia un enfoque ecléctico o combinado en la terapia manual.

Es importante señalar que, desde un punto de vista legal en España, la profesión responsable de prevenir y tratar lesiones, dolencias y patologías es la de Médico, ya que la ley[2] habilita únicamente a los profesionales de la Medicina para realizar estos actos, definiéndolos como “Acto Médico”.

Dr. Vicente Lino Ferrándiz García padre del quiromasaje y pionero de la naturopatía en España

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Vicente Lino Ferrándiz García, conocido como Dr. V. L. Ferrándiz, fue uno de los pioneros españoles más influyentes en el ámbito del quiromasaje y la naturopatía. Su enfoque integrador unió el masaje manual con la medicina natural, defendiendo una visión holística en la que la alimentación, la prevención y el autocuidado son tan importantes como la técnica manual.

A lo largo de su extensa trayectoria, Ferrándiz publicó decenas de libros que sentaron las bases del masaje terapéutico y la naturopatía en España. Entre sus obras fundamentales destaca "recupere su salud" (Editorial Bruguera, 1947), un compendio de consejos prácticos sobre salud natural. En el campo de la fitoterapia y plantas medicinales, títulos como "guía de medicina vegetal" (Casa Santiveri, 1937 y Bilney, 1967) o "medicina vegetal" (1974) son considerados tratados de referencia por varias generaciones de naturópatas. Su interés por los métodos diagnósticos se refleja en obras como "diagnóstico por el rostro ii" (1945), "diagnóstico básico" (1940) y "iridodiagnosis" (1970, Editorial Cedel).

Ferrándiz fue el primero en sistematizar a nivel nacional el quiromasaje, publicando "quiromasaje. 1º y 2º curso" (1977), dos tomos que definieron su método e influyeron notablemente en la enseñanza profesional del masaje en España. Su visión integral también abarca la gimnasia terapéutica, como muestra el manual "quirogimnasia con expresividad mental" y "gimnasia médica para los herniados". Además, fue un precursor en abordar el papel de la mente y las emociones en la salud, con libros como "la cura mental y espiritual" (1978), "hipnotismo, magnetismo y autosugestión" o "no sufra más enfermedades de origen emocional".

En el ámbito de la alimentación saludable, Ferrándiz dejó obras divulgativas como "armonías alimenticias", "las ensaladas como alimento, medicamento y golosina", "el caldo vegetal como alimento y medicamento" o "los peligros de la alimentación inadecuada". En todos ellos, la dieta se concibe como un pilar básico del bienestar.

Otros títulos importantes de su producción incluyen "medicina natural" (vigor ocular, 1977), "higiene naturista", "baños de sol y aire", "osmotherapia", "no sufra más reumatismo", "el dolor de riñones. su tratamiento natural" y "anatomía y fisiología". Además, Ferrándiz abordó técnicas menos convencionales como la iridología (en "iridodiagnosis") y trató numerosas afecciones comunes en manuales temáticos.

Ferrándiz fue también homenajeado tras su fallecimiento en títulos como "salud y vida, 2ª época, medicina natural – homenaje póstumo dr. v. l. ferrándiz". Con el paso del tiempo, sus manuales han continuado reeditándose y son todavía hoy referentes para profesionales de la naturopatía y el masaje.

La obra de Ferrándiz, siempre escrita en un lenguaje claro y didáctico, consolidó la figura del masajista profesional y el naturópata en España, dotando a estas disciplinas de rigor académico y prestigio social. Su legado sigue vivo y es esencial para entender la evolución del quiromasaje y la integración entre naturopatía y terapia manual en el siglo XX y XXI.

Definición, efectos y acciones

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Efectos del quiromasaje

Los efectos del quiromasaje pueden clasificarse en diferentes categorías, dependiendo de sus mecanismos y objetivos:

Efectos Mecánicos:

Se refieren a las fuerzas físicas aplicadas durante la maniobra, que actúan sobre los tejidos para modificar su estructura y función. Estos efectos pueden incluir la movilización de fibras, la facilitación de la circulación sanguínea y linfática, y la mejora de la elasticidad tisular.

Efectos Fisiológicos e Higiénicos:

El masaje en personas sanas puede aumentar el vigor general, reducir el cansancio y promover una sensación de bienestar. Se asocia frecuentemente con actividades físicas, como el ejercicio, y con terapias complementarias como sauna o baños de vapor.

Efectos Preventivos:

El quiromasaje puede detectar áreas de tensión o posibles lesiones mediante palpación, permitiendo su abordaje precoz. Además, al fomentar hábitos saludables, como la práctica regular de ejercicio moderado, ayuda a mantener la salud y prevenir patologías musculoesqueléticas. La derivación a profesionales especializados, como fisioterapeutas, es recomendable en casos de lesiones o dolores persistentes.

Efectos Terapéuticos:

Se utilizan técnicas de masaje para mejorar la circulación, reducir el dolor, recuperar la movilidad de tejidos dañados y promover la función sensorial. El masaje terapéutico puede contribuir a la recuperación de lesiones musculares y a la reducción de procesos inflamatorios.

Efectos Estéticos e Higiénicos:

El quiromasaje puede mejorar el aspecto externo del cuerpo mediante la movilización de la piel, favoreciendo la eliminación de células muertas y depósitos de grasa, y contribuyendo a la tonificación muscular. Asimismo, ayuda a eliminar el cansancio y a mantener la higiene cutánea.

Efectos Deportivos:

Aplicado antes, durante y después de actividades deportivas, el quiromasaje busca preparar los músculos, prevenir lesiones, reducir la fatiga y facilitar la recuperación.

Efectos Psicológicos y Emocionales:

El contacto manual durante el masaje puede generar sensaciones de calma, seguridad y confort, ayudando a reducir el estrés, la ansiedad y mejorar el estado de ánimo general.

Regulación de Funciones

El masaje puede estimular la capacidad de autocuración del organismo, contribuyendo a equilibrar funciones fisiológicas y promover la homeostasis.

Consideraciones y recomendaciones, en cuanto a regulaciones.

El éxito del quiromasaje depende de múltiples factores, incluyendo la técnica utilizada, la condición física del paciente y la finalidad del tratamiento. Es importante que los terapeutas estén capacitados y que las técnicas sean aplicadas de acuerdo con las normas de higiene y seguridad correspondientes.

Efectos del Masaje en el Organismo: Acciones Directas y Reflejas

El masaje es una terapia manual que genera diversos efectos en el organismo, tanto a nivel local como a distancia. Estos efectos contribuyen a la mejora de la función tisular, la regulación del sistema nervioso y el bienestar general del individuo. A continuación, se describen las principales acciones y efectos del masaje, diferenciándolos en acciones directas (o locales) y acciones reflejas (o indirectas).

Acciones Directas o Locales

Las acciones directas son aquellas que se manifiestan en el lugar de aplicación del masaje, relacionadas con la acción mecánica sobre los tejidos. Estas incluyen:

- Calentamiento moderado por fricción: aumento de la temperatura superficial que favorece la permeabilidad celular y la elasticidad tisular (Kabat & Kabat, 1991).

- Bombeo de la circulación sanguínea: estimulación del flujo sanguíneo local, facilitando la oxigenación y eliminación de desechos metabólicos (Field, 2014).

- Estiramiento de tejidos blandos: mejora de la elasticidad y flexibilidad muscular y fascial (Weerapong et al., 2005).

- Despegue de tejidos cicatrizales: ruptura controlada de adherencias y fibrosis, facilitando la movilidad tisular (Chang et al., 2018).

- Colaboración en la rotura de adherencias y fibrosis: favorece la remodelación tisular y la recuperación funcional (Sharma et al., 2017).

- Aumento de la permeabilidad entre tejidos: facilitación del intercambio de nutrientes y eliminación de residuos (Mense & Woertgen, 2002).

- Descarga de enzimas y sustancias bioquímicas: favorece procesos de reparación y regeneración (Mense, 2002).

- Mejora de la elasticidad y deslizamiento entre tejidos: reduce la tensión y el dolor, promoviendo mayor movilidad articular y muscular (Yoshida et al., 2010).

Acciones Indirectas o Reflejas

Las acciones reflejas surgen a distancia del lugar de aplicación y están relacionadas con la modulación del sistema nervioso y otros procesos fisiológicos. Entre ellas se destacan:

- Relajación general: disminución del tono muscular y reducción del estrés (Field, 2014).

- Facilitación del sueño: efectos sedantes que mejoran la calidad del descanso (Moraska et al., 2013).

- Alivio del dolor: mediante la activación de vías reflejas y moduladores endógenos (Merse et al., 2005).

- Mejora de la microcirculación: aumento en la perfusión de órganos internos y tejidos profundos (Yoshida et al., 2010).

- Equilibrio del Sistema Nervioso Autónomo: regulación de la actividad simpática y parasimpática, promoviendo homeostasis (Miller et al., 2012).

Estas acciones reflejas son similares a las observadas en terapias como la reflexología, acupuntura y fascioterapia, que también buscan influir en la salud mediante la estimulación de puntos reflejos o estructuras específicas (Liu et al., 2017).

Efecto Global y Regulador

La combinación de acciones directas e indirectas produce una respuesta integral en el organismo, favoreciendo la recuperación, la regulación de funciones fisiológicas y el equilibrio emocional. Según el Dr. Storck, el masaje puede considerarse un "regulador de la función", capaz de activar la capacidad de autocuración del cuerpo (Storck, 2004).

Técnica e indicaciones

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Las técnicas de masaje se establecen y aplican en función del objetivo específico a conseguir. En caso de un masaje para relajación, inicialmente, se realiza "según demanda". Pero en caso de dolor -con el objetivo de: "conociendo el terreno a tratar evitar causar daño"-, y después de la recogida de datos y la posterior observación, se emplean técnicas de palpación y valoración como la "prueba del pliegue cutáneo de Kibler", o "pinza rodada durante el tratamiento", que permite apreciar zonas de hiperalgesia (las zonas de Head: zonas de hiperalgesia de la piel asociadas dolor referido, que manifiesta una alteración de un órgano interno, son muy sensibles al roce, al frío y al calor); a la rigidez muscular y/o trastornos vegetativos.

Técnica

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En la práctica el quiromasaje se basa en la utilización de una combinación de movimientos técnicos denominados maniobras. Algunos son similares a los movimientos de amasar una masa para el pan: los Amasamientos; otros aportan un componente de fricción, presión, percusión o de vibración. A los que se pueden añadir cinesiterapia pasiva adecuada a cada situación, más estiramientos, y movilización articular apropiada, etc.

Generalmente el contacto se ejerce de un modo progresivo y extenso al principio para ir centrándose en las áreas más limitadas y tensas conforme progresa el tratamiento, de igual modo las maniobras se aplican de menor a mayor intensidad siendo la intensidad media y media-alta las más habituales y, se suele terminar con suave. Aunque ciertas maniobras que poseen su propia intensidad, p.e.: los "roces suaves", también llamados "pases neurosedantes" se aplican superficialmente "casi sin tocar" y lentamente. En cambio la fricción requiere un mayor contacto y velocidad.

Técnica e Indicaciones

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Las técnicas de masaje varían según el objetivo terapéutico. Para la relajación, se emplean movimientos suaves y progresivos, adaptados a las demandas del paciente. En casos de dolor, se realiza una evaluación previa mediante técnicas de palpación, como la prueba del pliegue cutáneo de Kibler o la pinza rodada, que permiten identificar zonas de hiperalgesia, rigidez muscular o trastornos vegetativos (Kibler, 1988).

La práctica del quiromasaje como técnica propia combina diversas maniobras, hasta un total de 90, las más comunes incluyen:

- Amasamientos: movimientos similares a amasar masa, que favorecen la relajación y la movilización tisular (Maitland, 2010).

- Fricción: maniobra que requiere mayor contacto y velocidad, utilizada para deshacer adherencias y fibrosis (Shankwiler et al., 2010).

- Percusión y vibración: técnicas que estimulan la circulación y el sistema nervioso (Yoshida et al., 2010).

- Estiramientos y movilizaciones articulares: complementos que incrementan la flexibilidad y rango de movimiento (Maitland, 2010).

El contacto se inicia de forma suave y progresiva, incrementando gradualmente en intensidad según la tolerancia del paciente, para evitar molestias y optimizar los efectos terapéuticos.

El masaje terapéutico es una técnica que puede contribuir a mejorar la función articular, aumentar el flujo sanguíneo y promover los movimientos peristálticos del colon. Estas acciones facilitan el drenaje de fluidos, como la linfa y la sangre, lo que puede optimizar el funcionamiento de órganos internos y facilitar el transporte de oxígeno en la sangre, un proceso fundamental para la recuperación y el mantenimiento de la salud (Field, 2014).

Asimismo, las maniobras de masaje, incluyendo técnicas de bombeo, favorecen el efecto de lavado pasivo, ayudando a eliminar sustancias de desecho producidas por el metabolismo muscular. Desde una perspectiva reflexológica, estas técnicas también pueden colaborar en la regulación emocional y el equilibrio del estado anímico (Sharma et al., 2017).

El masaje terapéutico se fundamenta en principios que coinciden con las ideas del osteópata y médico Andrew Taylor Still, quien postuló que "la regla de la arteria es absoluta", resaltando la importancia del flujo sanguíneo para la nutrición, limpieza y protección de los tejidos (Still, 1892). Además, Still promovió la ley de la autocuración (vis medicatrix naturae), que sostiene que el cuerpo tiene la capacidad intrínseca de sanarse, y que técnicas de terapia manual pueden activar estos procesos naturales de recuperación (Still, 1892).

Importancia y beneficios del quiromasaje

-Mejora de la circulación sanguínea y linfática:Aumenta el aporte de oxígeno y nutrientes, y favorece la eliminación de residuos metabólicos.

- Estimulación del sistema nervioso: Promueve la relajación y puede reducir niveles de estrés y ansiedad.

- Optimización de funciones digestivas: Promueve movimientos peristálticos del colon, ayudando en la regulación del tránsito intestinal.

- Apoyo en procesos de autocuración: Potencia la capacidad del cuerpo para sanar de forma natural, en línea con los principios de Still.

Consideraciones con respecto a sus beneficios e Importancia.

Es importante destacar que el masaje terapéutico debe ser realizado por profesionales capacitados, y que su aplicación puede variar en función de las condiciones individuales de cada paciente. Además, aunque existen evidencias que respaldan sus beneficios, la terapia debe considerarse complementaria a otros tratamientos médicos convencionales.

Medios y agentes que facilitan el desplazamiento de las manos durante el quiromasaje

Durante la práctica del quiromasaje, es fundamental facilitar el desplazamiento de las manos sobre la piel del paciente para garantizar una técnica efectiva y confortable. Para ello, se emplean diversos medios y agentes que reducen la fricción y mejoran la adherencia, permitiendo una mayor precisión y comodidad en la manipulación.

Medios y agentes que facilitan el desplazamiento de las manos

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Utilización de lubricantes y mediadores

Por regla general, se emplea una cantidad adecuada de crema o aceite para facilitar el desplazamiento de las manos. La cantidad debe ser suficiente para reducir la fricción sin que resulte excesiva, lo que podría dificultar el control durante el masaje. Además, en algunas maniobras específicas, se utiliza talco o magnesia (óxido de magnesio) para mejorar el agarre, especialmente en técnicas que requieren mayor precisión o en áreas donde la piel es más gruesa o resistente.

Es importante señalar que, siempre que la piel del paciente lo permita, el trabajo puede realizarse sin mediadores, basándose únicamente en la presión y movimientos manuales del terapeuta.

Precauciones en el uso de productos con fragancias o ingredientes activos

Antes de aplicar productos con esencias, perfumes o fragancias, es recomendable verificar si la persona que recibe el masaje presenta alguna reacción alérgica o sensibilidad a dichos ingredientes. La sensibilización cutánea puede variar entre individuos, y la exposición a ciertos componentes puede desencadenar reacciones adversas, como dermatitis o irritación.

Asimismo, los agentes que contienen medicamentos, ya sean de origen alopático o homeopático, deben ser utilizados únicamente bajo prescripción médica o autorización previa. El uso indiscriminado de estos productos sin la orientación adecuada puede ser inapropiado y potencialmente perjudicial.

Aromaterapia y agentes aromáticos

Una práctica complementaria en el masaje es la utilización de aceites esenciales diluidos en otros aceites vehiculares o en agua, en el marco de la aromaterapia. Esta técnica busca aprovechar las propiedades aromáticas y terapéuticas de los aceites esenciales, que pueden contribuir a mejorar la experiencia sensorial y promover efectos relajantes o estimulantes, según el tipo de aceite utilizado.

Es importante destacar que, para garantizar la seguridad, los aceites esenciales deben ser diluidos apropiadamente para evitar reacciones adversas, y su empleo debe ser consensuado con el paciente, considerando posibles sensibilidades o alergias.

Contraindicaciones

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El quiromasaje, cuando se realiza de forma adecuada, es generalmente un procedimiento seguro y eficaz para promover la relajación, aliviar dolores musculares y mejorar la circulación. Sin embargo, su aplicación inadecuada o en condiciones clínicas específicas puede ocasionar daños o agravar ciertas patologías. Por ello, es fundamental realizar una evaluación exhaustiva del paciente, monitorear su situación general y los efectos del tratamiento, y actuar con precaución.

Concepto y consideración general

Las contraindicaciones del masaje corresponden a aquellas condiciones o situaciones en las que no se recomienda su aplicación parcial o totalmente. La identificación de estas contraindicaciones permite prevenir posibles complicaciones y garantizar una intervención segura y efectiva. La mayoría de las contraindicaciones se relacionan con la existencia de patologías agudas, infecciosas o crónicas que pueden agravarse con el estímulo manual.

Contraindicaciones absolutas

Las contraindicaciones absolutas son aquellas en las que la realización del masaje está completamente desaconsejada, independientemente de otras consideraciones:

- Infecciones agudas de la piel: incluyendo infecciones bacterianas, virales o fúngicas (por ejemplo, herpes, herpes zóster, infecciones micóticas).

- Enfermedades infecciosas sistémicas: como fiebre, gripe, neumonía u otras procesos febriles.

- Heridas abiertas, úlceras por decúbito y quemaduras no cicatrizadas.

- Hemorragias recientes o hemorragias internas.

- Traumatismos recientes (esguinces agudos, fracturas recientes, contusiones importantes).

- Procesos inflamatorios agudos: caracterizados por calor, rubor, dolor y edema (por ejemplo, inflamación aguda de articulaciones o tejidos blandos).

- Tumores y procesos neoplásicos en fase activa.

- Enfermedades infecciosas o tumorales confirmadas.

- Enfermedades del sistema nervioso con lesiones en vías piramidales, o cuadros de compresión nerviosa aguda.

- Condiciones cardiovasculares graves: como trombosis, embolia arterial, insuficiencia cardíaca descompensada, hipertensión arterial no controlada, arritmias graves.

- Enfermedades vasculares inflamatorias: flebitis, tromboflebitis, varices avanzadas.

- Problemas renales en fase aguda: cálculos en proceso de expulsión.

- Condiciones durante el embarazo en los primeros tres meses (a menos que exista prescripción médica específica).

Contraindicaciones relativas o parciales

Estas condiciones requieren evaluación cuidadosa y, en algunos casos, la autorización médica antes de proceder con el masaje:

- Embarazo (más allá de los primeros tres meses): debe realizarse con precaución y bajo supervisión médica.

- Enfermedades dermatológicas no infecciosas: como dermatitis alérgica o lesiones cutáneas no infecciosas que puedan agravarse.

- Enfermedades vasculares inflamatorias: como flebitis, linfangitis.

- Edemas importantes o agudos: en extremidades o regiones afectadas.

- Hematomas recientes y heridas sin cicatrizar.

- Esguinces agudos o lesiones musculoesqueléticas recientes.

- Procesos inflamatorios de origen bacteriano.

- Enfermedades metabólicas en fase descompensada, como la gota.

- Enfermedades reumáticas en fase aguda.

- Fibrosis o enfermedades musculares degenerativas.

- Enfermedades neurológicas con lesiones en las vías nerviosas o cuadros de compresión nerviosa.

Precauciones y recomendaciones

Es importante que el profesional de la salud o terapeuta evalúe cuidadosamente la condición del paciente antes de la aplicación del masaje. En presencia de síntomas que sugieran complicaciones, como aumento del dolor, inflamación o signos de infección, se debe suspender el tratamiento y remitir al paciente a su médico para una valoración adicional.

Asimismo, si el masaje no alivia el dolor o si este empeora durante o después del tratamiento, ello puede indicar una contraindicación relativa o una condición no identificada previamente, requiriendo una reevaluación clínica.

Quiromasaje y dolor

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El quiromasaje es una técnica manual cuyo pionero el Dr. Vicente Lino Ferrándiz García; insiste en que consiste en la manipulación de los tejidos blandos aplicada exclusivamente con las manos. Es fundamental que las maniobras de quiromasaje no provoquen dolor en el receptor; por ello, es recomendable prestar atención a sus reacciones durante la sesión. La aplicación de contacto debe ser progresiva y gradual, comenzando con movimientos suaves y extensos para después focalizarse en áreas específicas de tensión o limitación de movimiento, conforme avanza el tratamiento. En casos donde el paciente presenta dolor, el masaje puede ser un recurso eficaz para su alivio, siempre que se adapte a las necesidades y tolerancia del individuo.

Efectos del quiroasaje en el Cuerpo

El masaje favorece diversos mecanismos fisiológicos, entre ellos la mejora de la circulación sanguínea y el retorno venoso, así como la estimulación del drenaje linfático en áreas edematosas. También contribuye a liberar fibras nerviosas atrapadas por desequilibrios mecánicos en las articulaciones y tejidos blandos circundantes, mediante la relajación de zonas de tensión muscular y tejido conjuntivo.

Además, mediante el contacto suave o presión mantenida en los tejidos, el masaje estimula los mecanorreceptores — receptores sensoriales responsables de detectar cambios mecánicos como tacto, presión y vibración. La estimulación de estos receptores puede influir en la percepción del dolor, actuando a nivel medular. Específicamente, puede bloquear la transmisión de impulsos dolorosos provenientes de nociceptores — receptores sensoriales que detectan estímulos potencialmente dañinos — mediante mecanismos de modulación en la médula espinal.

Teoría de la Puerta de Entrada del Dolor

Este concepto, conocido como la "teoría de la compuerta" o "gate control theory of pain", fue propuesta por Ronald Melzack y Patrick Wall en 1965 y revisada posteriormente en 1980.[1] La teoría sugiere que en la médula espinal existe un mecanismo inhibitorio que regula la transmisión de impulsos dolorosos hacia el cerebro. La activación de fibras aferentes de tacto, presión o vibración puede cerrar esta "puerta", reduciendo la percepción del dolor. Sin embargo, investigaciones posteriores han evidenciado que no todos los tipos de dolor pueden explicarse únicamente mediante este mecanismo, y que existen múltiples mecanismos fisiopatológicos implicados en diferentes tipos de dolor.

El Dolor como Experiencia Compleja

En las últimas décadas, el entendimiento del dolor ha evolucionado desde considerarlo únicamente como una sensación subjetiva hacia una experiencia sensorial y emocional compleja. La International Association for the Study of Pain (IASP) define el dolor como "una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada con daño tisular real o potencial, o descrita en términos de dicho daño".[2] Factores sociales, culturales, psicológicos y las expectativas del individuo también influyen en la percepción del dolor. Por ello, abordajes terapéuticos como el masaje pueden contribuir no solo a la reducción de la sensación dolorosa, sino también a la promoción del bienestar emocional y al equilibrio psicofísico del paciente.

El Rol del quiromasajista

La terapia manual, incluyendo el quiromasaje, puede potenciar el autocuidado y los procesos de autocuración del receptor, promoviendo la relajación, el equilibrio y la calma. Al estimular el sistema nervioso parasimpático y promover la liberación de endorfinas, el masaje puede mejorar la percepción del dolor y apoyar la salud integral del paciente. La aplicación adecuada de técnicas manuales, con respeto a la tolerancia del individuo, es clave para obtener beneficios terapéuticos sin causar molestias o daño adicional.

Técnica con sensibilidad

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La técnica con sensibilidad en el masaje terapéutico se refiere a la capacidad del practicante para percibir e interpretar el estado emocional, el carácter y las reacciones de la persona atendida, así como las condiciones del entorno y las circunstancias específicas en cada momento. Esta sensibilidad permite adaptar la intervención de manera adecuada, promoviendo beneficios tanto físicos como emocionales.

Esta cualidad se complementa con el dominio de habilidades técnicas específicas, como el control del contacto, el ritmo, la presión, la velocidad y la duración de las maniobras, con el fin de influir positivamente en tejidos, órganos y en la percepción general del estado de ánimo del paciente (Field, 2014). La integración de sensibilidad y técnica contribuye a un efecto equilibrante sobre el sistema nervioso autónomo, favoreciendo la relajación, la reducción del estrés y la estimulación de los mecanismos de autocuración del organismo (Moyer et al., 2014).

El uso de una técnica con sensibilidad en el masaje también fortalece la relación terapéutica entre el profesional y el paciente, facilitando la comunicación no verbal y promoviendo un ambiente de confianza y empatía. Además, en contextos clínicos específicos, como en el apoyo complementario a pacientes con enfermedades graves, el masaje puede aliviar síntomas asociados al estrés, la ansiedad y el dolor, siempre y cuando sea realizado bajo supervisión médica (Kligler et al., 2011).

Es importante destacar que, aunque el masaje puede ofrecer beneficios terapéuticos, no reemplaza los tratamientos médicos convencionales. La evidencia científica respalda su uso como complemento en programas de atención integral para mejorar la calidad de vida de pacientes con diversas condiciones de salud (Yun et al., 2018).

Aunque puede utilizarse de forma complementaria en centros sanitarios o privados, no se considera una profesión sanitaria reconocida a nivel nacional, y su regulación se distingue de la de las profesiones sanitarias reguladas. A continuación se describen el marco regulador, la formación, la práctica profesional y otros aspectos relevantes.

Formación

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1. Marco regulatorio y situación oficial

- En España no existe una homologación oficial de la formación en quiromasaje a nivel estatal para obtener un título oficial de grado o máster. Los programas de quiromasaje suelen expedirse como títulos propios de centros formativos privados.

- En 2021, el Ministerio de Sanidad declaró que las terapias naturales, entre ellas el masajes terapéuticos y disciplinas afines (osteopatía, quiropráctica, quiromasaje), se deben ejercer bajo supervisión sanitaria y en instalaciones con condición de centro sanitario, en el marco de las normas de ordenación de las profesiones sanitarias. Estas afirmaciones se enmarcan en el contexto de la regulación sanitaria y de la vigilancia de actividades sanitarias; la implementación y alcance pueden variar por comunidad autónoma. [Referenciar a la fuente oficial correspondiente]

- El ámbito laboral de quienes ejercen el quiromasaje suele comprender gabinetes privados, gimnasios, centros de estética, spa, wellness, y, en algunos casos, equipos multidisciplinares de salud. Las indicaciones administrativas pueden diferir entre comunidades autónomas.

2. Formación y cualificaciones:

- La formación para quiromasajistas se ofrece principalmente a través de academias privadas. La duración típica de la formación presencial suele oscilar entre 120 y 180 horas, aunque no existe un mínimo regulado a nivel estatal para este tipo de programas.

- Los títulos expedidos por estos centros se clasifican como “títulos propios” y, por lo general, no cuentan con reconocimiento oficial de la Administración educativa como títulos oficiales (grado, máster) de acuerdo con la normativa vigente en España. No obstante, pueden estar autorizados por las autoridades de la consejería o departamento autonómico correspondiente para su enseñanza.

- En algunas comunidades autónomas, pueden existir normativas propias sobre la instalación, prácticas profesionales o registro de actividades, pero no un reconocimiento de homologación nacional de la formación.

3. Práctica profesional y ámbitos de actuación:

- El quiromasaje se practica en gabinetes o consultas de ejercicio privado, gimnasios, clubes deportivos, centros de estética y spa, así como en contextos de bienestar y terapias complementarias.

- En el ámbito sanitario, la utilización de técnicas de masaje y de quiromasaje puede estar sujeta a condiciones y supervisión sanitaria cuando se realiza en centros sanitarios o como apoyo terapéutico dentro de marcos de atención médica, dependiendo de la normativa vigente y de la normativa autonómica.

4. Seguridad, ética y contraindicaciones:

- En el marco de la formación, se presta atención a principios éticos y a la relación profesional entre el/la masajeador(a) y el/la cliente, destacando la necesidad de consentimiento informado, confidencialidad y límites profesionales.

- Se estudian efectos, indicaciones y contraindicaciones del masaje. En general, se señalan contraindicaciones relativas o absolutas (por ejemplo, ciertas condiciones médicas, lesiones recientes, infecciones agudas, fracturas, trombosis, ciertas situaciones sistémicas) y se subraya la necesidad de derivar a un profesional sanitario adecuado cuando procede.

- Dado que la quiromasaje no está regulado como profesión sanitaria en el marco estatal, los pacientes deben consultar siempre a su médico ante dudas o ante lesiones o condiciones médicas graves.

5. Reconocimiento académico y debate regulatorio:

- La formación en quiromasaje se mantiene principalmente en el ámbito privado y no constituye una titulación oficial reconocida por el Ministerio de Educación y Formación Profesional.

- Existen debates y discrepancias sobre la regulación y la clasificación profesional de estas prácticas en España. Los cambios regulatorios pueden depender de decisiones administrativas a nivel estatal y de implementación autonómica.

6. Evidencia científica y uso clínico:

- La evidencia científica sobre la eficacia del quiromasaje para lesiones agudas y crónicas es variada y, en algunos casos, limitada. En general, el masaje terapéutico se presenta en la literatura como una intervención complementaria que puede ayudar en el manejo de dolor musculoesquelético, tensión y relajación, pero no debe sustituir el tratamiento médico para condiciones agudas o graves.

- En contextos sanitarios, su uso suele estar orientado como apoyo terapéutico, complementando tratamientos evaluados por profesionales sanitarios.

7. Cuestiones fiscales y administrativas:

- El ejercicio profesional suele estar sujeto a las obligaciones fiscales correspondientes a actividades autónomas. En la normativa española, la alta como autónomo puede gestionarse mediante modelos fiscales como 036 o 037 y la afiliación a la Seguridad Social en el Régimen de Autónomos, dependiendo de la situación individual.

- Las obligaciones tributarias pueden variar según si el profesional se define como empresario individual o profesional autónomo, y según el epígrafe fiscal aplicable.

Referencias

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    • CNAE 2025 - Notas explicativas
    • Disposición 9178 del BOE núm. 206 de 2013

Bibliografía

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    • "recupere su salud" (editorial bruguera, 1947), v. l. ferrándiz.
    • Field, T. (2014). Massage therapy research. Complementary Therapies in Clinical Practice, 20(4), 224-229.
    • "guía de medicina vegetal" (casa santiveri, 1937 y bilney, 1967), v. l. ferrándiz.
    • Kligler, B., et al. (2011). Complementary and alternative medicine in integrative oncology: A review of the evidence. Cancer Journal, 17(6), 410-418.
    • "medicina vegetal" (1974), v. l. ferrándiz.
    • Moyer, C. A., et al. (2014). Massage therapy for pain management in cancer patients. Cochrane Database of Systematic Reviews, (5).
    • "quiromasaje. 1º y 2º curso" (1977), v. l. ferrándiz.
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Véase también

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  •   Datos: Q6095401