Quezaltepeque es un distrito del departamento de La Libertad, El Salvador. Tiene una población de 62,572 habitantes en el año 2024. Versus el último censo poblacional ha experimentado un crecimiento del 18.9% (52,643 habitantes en 2007)[1]
Quezaltepeque | ||
---|---|---|
Distrito | ||
![]() De Arriba a abajo: Locomotora comprada en 1965 y ahora parte del Museo del Ferrocarril de Quezaltepeque; estatua del doctor José Rutilio Quezada científico quezalteco.
| ||
Ubicación de Quezaltepeque en El Salvador | ||
Coordenadas | 13°50′01″N 89°16′15″O / 13.833697222222, -89.270858333333 | |
Capital | Quezaltepeque | |
Idioma oficial | Español | |
Entidad | Distrito | |
• País |
![]() | |
• Departamento |
![]() | |
Alcalde |
![]() | |
Superficie | Puesto 48 de 262.º | |
• Total | 125.38 km² | |
Altitud | ||
• Media | 427 m s. n. m. | |
Población (2024) | Puesto 23 de 262.º | |
• Total | 62 572 hab. | |
• Densidad | 499,06 hab./km² | |
• Urbana | 53 456 hab. | |
Gentilicio | Quezalteco (a) | |
Huso horario | UTC−6 | |
Patrono(a) | San José Obrero | |
Título de villa | 10 de marzo de 1874 | |
Título de ciudad | 6 de abril de 1905 | |
Sitio web oficial | ||
El distrito tiene un área de 125,38 km², y la cabecera una altitud de 415 m s. n. m. Las fincas donde se cultiva el café están entre los 800 y 1200 m s. n. m. y el punto más alto del distrito está ubicado en San Juan Los Planes a 1400 m s. n. m.[2]
El topónimo Náhuat Quezaltepeque significa «En El Cerro del Quetzal». Del Náhuatl ‘tepec’, literalmente = «En El Cerro…», de ‘tepetl’ «Cerro», ‘c’ «En». Esto por el nombre que los indígenas de la zona daban al volcán de San Salvador. Del cual se dice estaba poblado de quetzales pero la deforestación actual los ha desaparecido de la región.[3]
La localidad, a través de los años ha sido conocida como Quecaltepeque (1548), San José Quezaltepeque (1550), Quezaltepeque (1576), Quezaltepec (1896), San José Quezaltepeque (1740), y Quezaltepeque (1670 y 1770).
Para su administración, el distrito se divide en 13 cantones y 39 caseríos; y dentro de su circunscripción territorial se localiza el sitio arqueológico Las Marías, el Autodromo el Jabalí y el turicentro La Toma de Quezaltepeque.[4]
Históricamente, la ciudad ha sido conocida por el cultivo de café, caña de azúcar, la creación de alfarería y la producción de panela[5]
Quezaltepeque es una localidad fundada por indígenas Pipiles en la época precolombina. En el territorio actual de Quezaltepeque coexistieron varios asentamientos, algunos de los cuales conservan sus topónimos originales, como Nixapa, Atapasco, Camotepeque, Tacachico, Tutultepeque y Quezaltepeque. Existen registros de asentamientos precolombinos en los actuales cantones Primavera, Macance y Platanillos.[6] Sin embargo, los nombres de estos asentamientos en lengua nahuapipil se han perdido con el paso del tiempo. A pesar de haber muchos vestigios arqueológicos en los cantones antes mencionados, el asentamiento más grande y único protegido por el gobierno, está ubicado en el Cantón Tacachico también conocido como "Pueblo Viejo", “Pueblo Viejo Las Marías” o simplemente "Las Marías". Según las investigaciones arqueológicas, éste sitio fue habitado entre los años 900 a 1200 d. C.
Las Marías está estrechamente vinculada con Cihuatán; y ambas pertenecen al contexto Cultural llamado la Fase Guazapa la cual señala que los primeros habitantes pudieron haber emigrado desde, Hidalgo,[7] Puebla o Veracruz en México; esto por los rasgos mexicanos se encuentran prácticamente de forma inequívoca en los centros ceremoniales, o bien descendientes de los mayas que habitaron Joya de Cerén (650 d. C.) o San Andrés (entre el 600 y 900 d. C.) o una mezcla de ambas.[8]
En el año 1550, la localidad fue fundada bajo el nombre de "San José de Quezaltepeque", contando con una población aproximada de mil habitantes. Un año después, en 1551, se construyó un convento en el actual Valle de Atapasco, perteneciente a la orden de los Dominicos. Dicho convento fue destruido durante los terremotos de 1658 y 1659 y reconstruido años más tarde en el mismo Valle.[9] [10]
Para el año de 1670, Quezaltepeque estaba en partido con: San Miguel Guazapa, Santa Catalina Apopa, San Antonio Abad Cuscatancingo, San Miguel Paleca y San Jerónimo Nejapa que fue la cabecera de estos pueblos de indígenas.[11] De esta forma Quezaltepeque seguía perteneciendo a la parroquia de San Salvador.
En 1756, en el Valle de Atapasco, los Dominicos construyeron un ingenio de hierro, el segundo de El Salvador, debido a la creciente demanda de este metal. Hasta ese momento, el único ingenio de hierro existente era el "Ingenio de Hierro Santo Ángel de la Guarda", ubicado en Sonsonate y establecido en 1730. Este nuevo ingenio en Atapasco llegó a producir 7,500 libras de hierro al año.
Un documento del alcalde mayor de San Salvador, Manuel Gálvez de Corral, de 1740, confirma el esplendor de la producción de hierro en Quezaltepeque, que en su mejor momento llegó a tener dos ingenios y competir con Metapán como principales productores de hierro en El Salvador.
Los restos arqueológicos de este ingenio se encuentran a orillas del río Sucio, en la hacienda Río Claro, cerca del puente colonial de Atapasco, que formaba parte de la infraestructura del Camino Real. [12]
Actualmente, como punto de interés turístico se pueden encontrar restos de cimientos, paredes, muros de contención, canaletas, columnas, pilas de caída y contención de agua, nichos en las paredes y otros elementos arquitectónicos y de ingeniería hidráulica de la época colonial. Estos elementos que servían para hacer funcionar el antiguo ingenio de hierro eran movidos por la fuerza hidráulica que provenía del río Sucio, ubicado a unos 30 metros de distancia en la actualidad. [13] Actualmente en donde operaron los dominicos hay beneficios de café privados.
En 1770, según el arzobispo de Guatemala Pedro Cortés y Larraz, Quezaltepeque estaba conformada por 156 familias, todas ellas "solo de ladinos". En ese año, la localidad continuaba siendo parte de la parroquia de San Salvador, situación que se mantuvo sin cambios hasta principios del siglo XIX.
En la época republicana de El Salvador, formó parte del departamento de San Salvador desde 1824, y posteriormente del Distrito Federal de la República Federal de Centro América. Un informe del año 1860 refiere lo siguiente:
Este pueblo prospera en habitantes y mejoras de edificios, pues se cuentan por la estadística dos mil novecientos noventa y un individuos (2,991 h.), una iglesia con sus correspondientes ornamentos, un convento que está para concluirse, una casa de escuela en igual estado y su cabildo; trescientas trece (313) casas, y de ellas la mayor parte de teja; cinco valles que se nombran Realengo, Potrerillos, Aposentos, Macanse y García.[14]
En 1865, como parte del distrito de Opico, fue incorporado al departamento de La Libertad.
De acuerdo con la estadística del departamento de La Libertad hecha por el gobernador José López en el 23 de mayo de 1865, tenía una población de 3146 personas.[15]
El 10 de marzo de 1874 adquirió el título de villa; y para 1890 contaba con una población de 5486 habitantes.
A finales de la década de 1870, Quezaltepeque contaba con una estación telegráfica. En 1888, con la instalación de la línea telefónica entre San Salvador y Santa Ana, el teléfono llegó a la villa. Para 1891, ya disponía de una estación de correo y, a finales de esa misma década, se inauguró una estación ferroviaria con la finalización de la línea férrea que conectaba Acajutla, Santa Ana, Sitio El Niño, San Salvador, Ateos y La Ceiba.
Para mediados de 1880, el Puente Atapasco ahora como "Puente Colonial" que fue construido en la Colonia Española por monjes dominicos, había colapsado. Fue en enero de 1888 que se llevó a cabo la inauguración de una reparación del Puente Atapasco, a la cual asistieron el presidente de la República, General Don Francisco Menéndez, y el Gobernador Departamental, Señor General Don Salvador Ávila. La celebración contó con la participación de la banda militar y la presencia de las autoridades municipales de San Pablo Tacachico, San Juan Opico, San Matías y Quezaltepeque, quienes financiaron un almuerzo para el gobernador y el presidente.[16]
El 6 de abril de 1905 Quezaltepeque obtuvo el título de ciudad.[17]
En 1912, durante la administración del alcalde Pablo Llort Anglés, un colono y empresario catalán tarraconense, se construyó el matadero de ganado mayor y menor, inaugurado en el 12 de septiembre, con un costo de $2,980.25. Un puente de madera sobre arranques de cal y canto fue construido para facilitar el tráfico con el cantón Santa Rosa y se completó un parque frente al cabildo. También se llevaron a cabo los trabajos de introducción del agua de la fuente Poluncuilo para lo cual se pidió al exterior 1,300 yardas de tubería cuya compra e instalación costó $1,774.13.[18] También en septiembre de 1912 el alcalde Llort fundó la banda municipal de la ciudad de Quezaltepeque y la Escuela de Música de la ciudad de Quezaltepeque, ambos sostenidos por la municipalidad y cuyos reglamentos fueron aprobados por el gobierno de Manuel Enrique Araujo en el 6 de noviembre y 16 de noviembre respectivamente.[19][20]
Riegan el distrito los ríos: Sucio, El Barillo, Santa Lucía y Claro; y las quebradas: Agua Zarca, El Chaguite y El Coyol. Los relieves terrestres más importantes son: el volcán de San Salvador; el cerro el Playón, situado al norte del volcán de San Salvador; El Cerrito, ubicado a 2 km al sureste de la ciudad, del cual se extrae balastre utilizado para revestir carreteras y también como materia prima en la industria de bloques para la construcción; Las Lomas del Espino, ubicadas a 5 km al noroeste de la ciudad, que sirven de límite entre Quezaltepeque y el distrito de Nejapa; y la Loma de Trinidad, situada al norte del cantón Las Mercedes.[21]
Quezaltepeque tiene una tradición de artesanías tales como la floristería[22][23] La producción de flores de papel es muy representativa en el distrito, siendo nombrada Patrimonio Cultural Inmaterial de El Salvador el 11 de noviembre de 2020. [24]
El Ministerio de Cultura de El Salvador anunció en el 2020 que las técnicas utilizadas para crear flores de papel enceradas en el distrinto de Quezaltepeque, departamento de La Libertad, fueron oficialmente reconocidas y declaradas como Bien Cultural de El Salvador. Esta declaratoria fue publicada en el Diario Oficial número 210, tomo 429, el 20 de octubre de 2020.[25]
Aunque no se tiene una fecha exacta sobre el origen de esta tradición en Quezaltepeque, un acta municipal de 1902 ya menciona estas flores como parte de las actividades tradicionales de la ciudad. Sin embargo, las artesanas más veteranas aseguran que esta práctica es aún más antigua y se remonta a tiempos anteriores a ese año.[26]
La investigación que respaldó esta declaratoria fue llevada a cabo por la Dirección Nacional de Patrimonio Cultural, a través de su Dirección de Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI). Este trabajo se realizó en conjunto con la Alcaldía Municipal, el Comité de Desarrollo Turístico de Quezaltepeque, la Mesa de Artesanos y la CONAMYPE. Juntos definieron medidas para proteger y preservar esta tradición.
Para otorgar este reconocimiento, se tomó en cuenta que las técnicas de elaboración de estas flores —transmitidas oralmente y mediante enseñanza no formal de generación en generación— forman parte esencial de la identidad cultural tanto del país como de Quezaltepeque. Cada año, especialmente antes del 2 de noviembre, las calles, negocios y hogares se llenan de estas flores, en preparación para el Día de los Santos Difuntos.
Además, se valoró que esta tradición posee un importante contenido cognitivo y científico, al tratarse de un conocimiento complejo; un valor tradicional, ya que representa una práctica distintiva para la comunidad local; un valor simbólico, porque expresa sentimientos, ideas y valores compartidos por los artesanos; y un valor social, al reflejar una organización comunitaria que permite mantener viva esta expresión cultural a través de talleres artesanales.[27]
Galería
Quezaltepeque es conocido como "La Cuna de la Alfarería en El Salvador" [28][29] Según información accesible en el Ministerio de Cultura, en Quezaltepeque hay únicamente siete talleres de alfarería, cada uno de los cuales cuenta con un solo tornero o alfarero trabajando en él. Los tipos de cerámica de Quezaltepeque se dividen en tres: de usos religioso (candelabros, floreros, ceniceros), de uso ornamental (macetas, floreros, etc.) y utilitario (jarros, ollas, sartenes, peroles, y cántaros, principalmente).
La materia prima del alfarero incluye barro, ceniza volcánica conocida como tierra blanca, leña y agua; al tener gran concentración Quezaltepeque de suelos latosoles arcillo rojizos y andisoles[30] permiten al artesano obtener los recursos minerales necesarios para la elaboración de la artesanía. En el caso específico del barro blanco, su acceso está fuera de los límites de la localidad, ya que se obtenía exclusivamente de los ausoles de Ahuachapán. Otros materiales complementarios incluyen el zacate de arroz, utilizado para el transporte y protección de las piezas, así como el plomo y el cobre, que aseguran la calidad y belleza de los productos.[16]
Las tradiciones más importantes de Quezaltepeque están relacionadas con sus fiestas patronales, las cuales se celebran en honor a San José Obrero durante el mes de diciembre, del 10 al 19 de dicho mes. Estas festividades comienzan y concluyen con ceremonias religiosas, especialmente misas. Se inician también con las elecciones de las reinas del pueblo. Además, las fiestas durante los 10 días incluyen espectáculos de desfile del cuerpo de correos del pueblo, carrozas ornamentadas, fuegos artificiales, eventos musicales y presentación de artistas nacionales e internacionales.[31]
La elección de la Reina de Quezaltepeque, es un evento de bastante importancia y connotación para los habitantes, en donde cada barrio nomina a una habitante para participar,[32] en la elección participan el alcalde y los diputados del departamento. Se nombra reina en tres categorías: Reina de Quezaltepeque, reina de la Juventud y reina de la Libertad Norte. [33]
La cultura quezalteca también se aprecia en su arquitectura antigua colonial, en danzas folkloricas costumbristas y en su gastronomía del pueblo; que se asemeja mucho a la gastronomia general de El Salvador sin muchas variantes.
El distrito tiene varios atractivos turísticos, oferta hotelera y restaurantes. Entre los destinos más destacados están: La Toma, El Autodromo el Jabalí, el Playón, La Caminata los Chintos, el Museo del Café (Ubicado en Hacienda Miranda), el Museo del Ferrocarril, La Cascada del Salto de Quezaltepeque, entre otros.
Este turicentro, con más de 80 hectáreas de terreno, cuenta con cinco piscinas, un lago artificial donde se puede practicar canotaje, una amplia área de pícnic, cabañas, senderos, jardines y una cancha de fútbol y dos de básquetbol. Si bien su fuente de agua natural, se conoce desde la colonia y se tiene registro de sus piscinas desde 1950, fue inaugurado el 21 de julio de 1979 por el gobierno de El Salvador como parque nacional. [24]
Su nombre proviene de la época colonial, donde los colonos iban a traer agua para "tomar" con el tiempo adquirió el nombre de la Toma[34]
También, a diez minutos del centro de Quezaltepeque está el Autodromo el Jabalí el cual es visitado por muchos salvadoreños cuando hay eventos de corte nacional o internacional.[36]
El autódromo fue inaugurado el 18 de febrero de 1979 y por muchos años fue el único autódromo de Centroamérica.[37] Cada año se celebran torneos de automóviles y motocicletas. Tiene una longitud de 3.25 km y cuenta con 15 curvas.[38] El circuito alberga eventos como el GT Challenge de las Américas y carreras de resistencia.[37] Su diseño permite velocidades de hasta 275 km/h en las rectas.[38] La pista tiene capacidad para 8,000 espectadores y 25 garajes.[39]
Desde el año 2023, el Autódromo está buscanco la certificación de la FIA para poder albergar carreras de Fórmula. [40]
Frente al Autódromo El Jabalí, al otro lado de la carretera, se encuentra "El Playón" o "Mar Negro", un área protegida de más de 1600 hectáreas de piedra volcánica. Esta capa de escoria volcánica, de cinco metros de espesor, se extiende a lo largo de cinco kilómetros. Fue arrojada por el volcán de San Salvador durante su erupción de 1917. Con una altitud que varía entre 450 y 1,330 metros sobre el nivel del mar, El Playón permite a los turistas que visitan Quezaltepeque, el poder apreciar el impacto y la magnitud de la mencionada erupción volcánica.[41]
El Complejo El Playón destaca por sus sucesiones de vegetación sobre lavas de diferentes edades, creando un hábitat único para la biodiversidad. En el área Los Abriles se encuentra el árbol de Mezcal, que alcanza alturas de más de 40 metros, siendo uno de los árboles más altos del país. En este ecosistema se han identificado 436 especies de flora. [42]
Ubicado en la antigua estación de trenes construida en 1910 para facilitar el transporte ferroviario entre Acajutla, Santa Ana y San Salvador, este edificio histórico permaneció en estado de abandono durante varios años. En 2019, fue restaurado y transformado en un museo que preserva y exhibe diversos aspectos de la vida cotidiana de los trabajadores ferroviarios, los pasajeros y la comunidad local. El museo ofrece una mirada al pasado ferroviario de la región, destacando su importancia en el desarrollo social y económico del país.[44][45][46] Algunos objetos que se pueden apreciar en el museo los siguientes:
En las faldas del volcán de San Salvador del lado de Quezaltepeque se encuentra la Hacienda Miranda; ubicada sobre un territorio llamado por los habitantes precolombinos como Telapasco.
La Hacienda Miranda, tiene fecha de fundación entre 1899-1905,[47] y su nombre es en honor al pueblo de Miranda en Cauca Colombia.[48] Con más de 90 hectáreas de terreno; ofrece al turista un museo del café que le traslada en cómo era el cultivo del café a inicios del siglo XX. En la actualidad la hacienda produce café variedad marsellesa.
Los colombianos Álvarez Lalinde, además de la Hacienda Miranda llegaron a poseer las siguientes haciendas en Quezaltepeque: El Olvido, Antioquía, Santa Elena, La Toma, y Bolívar. Así también tuvieron una hacienda en Atapasco en donde cuenta el historiador Mauricio Álvarez Geoffroy, que el río de Atapasco lo rebautizaron como Río Claro, pues le recordaba a ellos ciertos parajes naturales de Manizales. [49]
Parque Norberto Morán, construido en 1934 lleva el nombre de Norberto Morán, un quezalteco impulsor del cultivo del café en el distrito.[50] Actualmente el parque ofrece: Un templete para la presentación de la Filarmónica de Quezaltepeque[51] espacios para la presentación del Ballet de Quezaltepeque[52] una cancha de Baloncesto con capacidad para 400 espectadores y restaurantes de comidas tradicionales del pueblo.
En el cantón el Conacaste, se ubica La Caminata los Chintos, una ruta de ecoturismo consistente en una caminata por diferentes puntos del volcán de San Salvador.
En el distrito también se ubica el Sitio Arqueológico Las Marías, uno de los más grandes de El Salvador y el único en el país con una calzada. Por la producción cerámica y alfarera encontrada en el lugar es considerada una ciudad hermana de Cihuatán.[24]
En fútbol, Quezaltepeque fue sede oficial del CD Atlético Marte-Quezaltepeque para las temporadas comprendidas entre 2002 y 2008. Durante ese tiempo su estadio fue el "Complejo Deportivo Francisco Aguilar" situado en la Avenida 3 de Mayo en el centro de Quezaltepeque, con capacidad para 2000 espectadores.[53]
En el baloncesto Quezaltepeque ha tenido varios equipos en primera división de El Salvador entre ellos el Quezaltepeque BC [54]y el Quezaltepeque Biomedical.[55][56] La sede de los equipos de baloncesto está ubicada en el "Complejo Deportivo Roberto Argüello" localizada enfrente del Parque Centenario.[57][58] En baloncesto también destaca el pueblo en la modalidad de silla de ruedas quedando campeón por última vez en el año 2022.[59]
En diferentes categorías Quezaltepeque tiene participación en ligas de la Federación Salvadoreña de Voleibol (FESAVOL) Destacan equipos como Trentino, Kuzkatán, Santa Lucía, entre otros.
Actualmente en el pueblo hay escuelas de Lima Lama, Karate, Patijane.[60] También el Instituto Municipal de los Deportes de Quezaltepeque promueve clases gratuitas de Softball.
Quezaltepeque es un distrito religioso donde predominan los católicos y cristianos evangélicos.[61] Según el último censo de población de El Salvador el 40% del pueblo es católico y el 38% pertenece a varias ramas del protestantismo, entre ellas se pueden citar Pentecostales [62] y Bautistas [63]distribuidos entre "Asambleas de Dios", "Apóstoles y Profetas" y muchos más. También hay Iglesia de Mormones ,[64] Testigos de Jehová y Adventistas, estos últimos, los Adventistas, están en el pueblo desde 1938.[65]
Respecto a la religión dominante: El Catolicismo, en el Calendario Católico las fiestas patronales se celebran en el mes de diciembre en honor a San José Obrero. Las cuales incluyen el Desfile del Correo, carrozas ornamentadas que desfilan por el pueblo, elección de reinas de belleza, fuegos artificiales, carnavales en cada cantón y el cierre con una misa para el santo patrono y un carnaval que corre hasta el amanecer. [66][67]
El distrito de Quezaltepeque tiene un canal de televisión en señal abierta y estaciones de radio con cobertura local, entre estas destacan:[68][69][70]
El distrito de Quezaltepeque tiene hermanamiento con las siguientes ciudades:[21]
El crecimiento poblacional de Quezaltepeque, según el último censo de El Salvador de 2024, lo coloca con 62,572 habitantes. [71]
Censo | Población | Cambio | Porcentaje |
---|---|---|---|
2007 | 52 643 | N/D | N/D |
2024 | 62 572 | 9 929 | 18.9% |
Imágenes variadas de Quezaltepeque
El Cementerio general de Quezaltepeque, construido en el año de 1881 tiene personajes ilustres del pueblo enterrados en él. La alcaldía ofrece visitas nocturnas como parte de un plan de necroturismo que busca reaviviar el turismo en el pueblo. El cementerio también toma color el Día de los Santos Difuntos donde los Quezaltecos llenan de flores de papel las tumbas.[72]
Durante la pandemia del COVID-19 el cementerio colapsó por su modesto tamaño, representando un problema durante la pandemia.[73]