Se denomina quemadura de sol o quemadura solar al enrojecimiento y la hinchazón de la piel que se produce debido a la sobreexposición a la radiación ultravioleta (UV) del sol.[1] El inicio suele ser de 2 a 6 horas después de la exposición.[1] Otros síntomas pueden incluir dolor, calor y ampollas.[1] Después de unos días se puede observar descamación de la piel.[1] Las complicaciones pueden incluir deshidratación, infecciones, cáncer de piel, envejecimiento de la piel y manchas marrones.[1]
Quemadura solar | ||
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![]() Un cuello con una quemadura solar | ||
Especialidad | Dermatología | |
Síntomas |
Inicial: Piel enrojecida, caliente y débil.[1] Tardía: pellejada[1] | |
Complicaciones | Deshidratación, infección, cáncer de piel, envejecimiento de la piel, manchas de edad[1] | |
Inicio habitual | De 2 a 6 hs luego de la exposición[1] | |
Causas | Exposición directa y constante a la luz del sol, salones de bronceado[1] | |
Diagnóstico diferencial | Dermatomiositis, erisipelas, síndrome de piel escaldada por estafilococo, síndrome de Sezary, fotodermatitis[2] | |
Prevención | Evitar el sol en torno al mediodía, bloqueador solar, ropa protectora[1] | |
Tratamiento | Medicación para el dolor (AINEs), humectación[1][2] | |
Pronóstico | Por lo general muy bueno[2] | |
Frecuencia | 34% por año (USA) | |
La causa más frecuente es la exposición al sol, aunque también puede deberse a otras causas, tales como salones de bronceado.[1] Las personas con piel más clara tienen más probabilidades de sufrir quemaduras solares.[1] Otros factores de riesgo incluyen vivir cerca del ecuador, elevada altitud, horarios de exposición entre las 10 a. m. y las 2 p. m., cielos despejados, reflejos de la nieve y ciertos medicamentos.[1][2] Los medicamentos involucrados pueden incluir doxiciclina e HCTZ.[2] El mecanismo subyacente de la lesión implica daño en el ADN seguido de muerte celular programada.[2]
Medidas preventivas que incluyen:
El tratamiento consiste en medicamentos para el dolor como los AINE y la crema hidratante.[1][2] Una quemadura de sol grave puede requerir líquidos intravenosos como el lactato de Ringer.[2]
Las quemaduras solares afectaron a alrededor del 34 % de la población de los Estados Unidos en 2015.[2] Los adultos jóvenes son los más afectados.[2] Antes de 1820 se creía que las quemaduras solares se debían al calor.[3] El protector solar se desarrolló inicialmente durante la Segunda Guerra Mundial.[3]