El perico regente (Polytelis anthopeplus)[2] es una especie de ave psitaciforme de la familia Psittaculidae endémica del sur de Australia. Se encuentra principalmente en los bosques de eucalyptus y otras zonas arboladas de dos regiones subtropicales disjuntas de Australia. Se alimenta principalmente de semillas.
Perico regente | ||
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Estado de conservación | ||
Preocupación menor (UICN 3.1)[1] | ||
Taxonomía | ||
Reino: | Animalia | |
Filo: | Chordata | |
Clase: | Aves | |
Orden: | Psittaciformes | |
Superfamilia: | Psittacoidea | |
Familia: | Psittaculidae | |
Subfamilia: | Psittaculinae | |
Tribu: | Polytelini | |
Género: | Polytelis | |
Especie: |
P. anthopeplus (Lear, 1831) | |
Subespecies | ||
P. a. anthopeplus | ||
El perico regente mide aproximadamente entre 37–42 cm de largo, incluida su larga cola, y presenta dimorfismo sexual. El macho tiene el plumaje de las partes inferiores amarillo y las superiores verdes, alguna mancha roja en las alas y las plumas de vuelo de alas y cola negras. Las hembras son predominantemente verdes con cierto tono amarillento en el vientre, con la parte superior de la cola verde y la inferior negra. Su pico rojizo es robusto y está muy curvado hacia abajo.
El perico regente fue descrito científicamente por Edward Lear en 1831. Es una de las tres especies del género Polytelis perteneciente a la familia Psittaculidae.
Se reconocen dos subespecies. La subespecie occidental (Polytelis anthopeplus anthopeplus) clasificada como de bajo riesgo,[3] mientras que la subespecie oriental (Polytelis anthopeplus monarchoides) está considerada en peligro de extinción.[4] Los gobiernos tres estados y el federal están coordinados en un plan de recuperación de esta subespecie.[5]
Se alimenta principalmente de semillas, aunque también consume frutos e insectos.[6]
Suelen poner entre 3 y 8 huevos que incuba la hembra durante 21 días. Durante este periodo casi no deja el nido y es alimentada por e macho. Cuando eclosionan los polluelos son cuidados por ambos miembros de la pareja. Los juveniles dejan el nido a las 5 semanas y alcanzan la madurez sexual a los dos años.