Se denomina perro pastor a cualquier perro que ha sido criado y entrenado para asistir al ser humano en la conducción y manejo de animales de granja, especialmente ovejas, cabras y, en algunos casos, ganado vacuno. Cuando su labor principal se centra en el control de bovinos, estos perros reciben el nombre específico de perros boyeros.
Existen fundamentalmente dos tipos de perros pastores según su función:
Aunque las razas son muy diversas en cuanto a su aspecto físico —tamaño, tipo de pelaje, coloración—, todos los perros pastores comparten ciertos rasgos fundamentales: son animales ágiles, muy inteligentes, con una alta capacidad de aprendizaje, gran obediencia y habilidad para resolver situaciones imprevistas durante el trabajo.
La Federación Cinológica Internacional (FCI) agrupa a la mayoría de las razas de perros pastores dentro de la Sección 1 del Grupo I, tanto las especializadas en conducción como las de guarda. No obstante, algunas razas de origen nórdico o escandinavo se incluyen en la Sección 3 del Grupo V, bajo la categoría de perros tipo Spitz y primitivos. Algunas razas representativas de perros pastores incluyen el Border Collie, Pastor Alemán, Pastor Australiano, Pastor de los Pirineos, entre otras.
Estos perros han sido fundamentales en la historia de la ganadería, especialmente en regiones rurales y montañosas donde el manejo del ganado sin asistencia canina sería mucho más complejo.
Según definición de la Real Sociedad Canina de España.[1]
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