La otitis externa es una inflamación del conducto auditivo externo que puede ser infecciosa o no infecciosa.[2][3] Se diferencia de la otitis media en que esta afecta al oído medio.
Otitis externa | ||
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Un caso grave de otitis externa. Véase el estrechamiento del canal auditivo externo y la hinchazón de la oreja. | ||
Especialidad | Otorrinolaringología | |
Síntomas | Dolor de oído, hinchazón del canal auditivo, disminución de la audición, dificultad para masticar | |
Tipos | Aguda, crónica. | |
Causas | Infecciones bacterianas, alergias, trastornos autoinmunes[1] | |
Factores de riesgo | Natación, traumatismo menor por limpieza, uso de audífonos o tapones para los oídos, diabetes, psoriasis, dermatitis. | |
Tratamiento | Gotas antibióticas como ofloxacino | |
También es conocida como otitis del nadador u oído de nadador debido a que es mucho más frecuente en los meses de verano cuando se hacen recuentes los baños en piscinas que tienden a agravar el cuadro cuando ya se tiene.
Puede ser secundaria a dermatitis (eccema) o ser causada por una infección bacteriana. No es infrecuente que se asocie con el incorrecto uso de hisopos para la limpieza auricular.[4]
Los síntomas principales son: dificultad para la audición, dolor y sensibilidad al tacto.
La otitis externa de origen bacteriano se divide en cuatro tipos:
Se debe realizar un diagnóstico diferencial con:[5]
Los antibióticos tópicos comunes indicados para la otitis externa incluyen:[3]