En la Antigua Grecia, la Oribasia era una fiesta conmemorativa que se celebraba en invierno en Delfos cada dos años. La realización de estos festejos está documentada desde el siglo V a. C., aunque se estima que su origen era más antiguo.[1] Consistía en un ascenso de las tíades a través del monte Parnaso, durante el cual se practicaban diversos ritos.[2]
En esta subida a la montaña del Parnaso, las tíades de Delfos, a las que se unía una delegación de mujeres atenienses, se detenían en la cueva Coricia, un antro dedicado a Pan y las ninfas coricias, donde se realizaban ciertos ritos. Uno de ellos consistía en despertar a Dioniso niño, llamado Yaco, en una ceremonia con antorchas. Hay autores que han sugerido que probablemente en este ritual se recordaba la muerte y desmembramiento de Dioniso cuando era un niño y su posterior vuelta a la vida.[1]