El Oleoducto Trasandino, llamado localmente el Oleoducto Trasandino Estenssoro-Pedrals, es un oleoducto entre Argentina y Chile.[1] El oleoducto se dirige desde Puesto Hernández, en los yacimientos petrolíferos de la cuenca neuquina, hacia la refinería Bio Bío de ENAP en Hualpén, en el Gran Concepción.[2][3]
Oleoducto Trasandino | ||
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Tipo | oleoducto | |
Localización | (Argentina y Chile) | |
El proyecto es operado conjuntamente por la Empresa Nacional del Petróleo (36.25 %), YPF (36 %) y Unocal Argentina (27.75 %).[2] Tiene una extensión de 425 km.
El Oleoducto Trasandino se extiende aproximadamente 425 km (264 millas) a través de la Cordillera de los Andes desde Puesto Hernández en la cuenca Neuquina, Argentina, hasta la refinería Bío Bío en Chile.[2][4] La capacidad de transporte del oleoducto de 16 pulgadas es de 107 000 bpd y atraviesa un escabroso terreno de montañas y elevadas alturas.[5] El oleoducto costó $220 mil millones y su construcción se realizó en dos años y medio, partiendo en 1994. Abastecía la demanda de petróleo en Chile y el resto era despachado a los mercados de los países del Pacífico.[6] En octubre de 2000, se informó que la capacidad del oleoducto era de 115 000 bpd.[7] En enero de 2006, al vencimiento del contrato con Chevron, el gobierno argentino detuvo los envíos de petróleo a Chile a través del Oleoducto Trasandino,[8] alegando la inviabilidad de mantener operativo el oleoducto a menos de 5000 metros cúbicos (31 450 barriles) diarios.[9]
En 2019, los gobiernos de Argentina y Chile anunciaron un proyecto de volver a poner en marcha el oleoducto para reanudar las exportaciones de petróleo a Chile, debido a la creciente producción de los yacimientos de Vaca Muerta.[10][4] En febrero de 2020, Chile había completado los preparativos para volver a abrir el oleoducto de su lado de la frontera pero, del lado argentino, las operaciones permanecían detenidas debido a la falta de financiamiento[11] y a los inconvenientes causados por la pandemia de coronavirus.[2] En noviembre de 2021, había planes para que el gasoducto comenzara a operar en el primer trimestre de 2022.[12] Durante la visita de Estado del presidente chileno Gabriel Boric a Argentina en abril de 2022, los ministros de Economía argentino, Martín Guzmán, y de Energía de Chile, Claudio Huepe Minoletti, suscribieron una declaración conjunta sobre integración energética, incluyendo el anuncio de la reapertura del gasoducto para 2023.[13]
Para julio de 2020, el oleoducto era propiedad conjunta de la empresa de energía estatal chilena ENAP (36.25 %), la empresa de energía argentina YPF (36 %) y Unocal Argentina (27.75 %).[2] Anteriormente, el oleoducto era propiedad de un consorcio constituido por ENAP (46 %), Alberta Energy Co. (36 %) y Repsol-Yacimientos Petrolíferos Fiscales (18 %).[7]