Nono, -a (del italiano nonno, -a) es un vocablo usado de apodo para referirse a los «abuelos» en Argentina, Chile, Uruguay y Venezuela según el Diccionario de americanismos.[1]
El vocablo proviene del italiano nonno (abuelo) y nonna (abuela) y este del latín tardío nonnus (monje), usado con el significado ‘que nutre, que alimenta’; nonna es un derivado. Su uso evolucionó con carácter de familia, consolidándose el término actual mediante procesos de simplificación fonética y repetición.[2][3][4] Este préstamo lingüístico se propagó en América Latina, debido a la emigración italiana durante el siglo XIX y XX. Particularmente en Argentina, Brasil, Uruguay y Venezuela las comunidades italianas preservaron sus tradiciones e influyeron en la cultura y habla.[5]
Con el proceso de modernización argentino, se registró para la provincia de Buenos Aires; reflejada en el lunfardo y las letras de tango. Actualmente, un 70 % de la población argentina cuenta con ascendencia italiana.[6][7][8][9] De igual manera, en Uruguay, según Meo Zilio, su uso se limitó únicamente a las familias de ese origen, mayoritariamente en el sur, centro y oeste del país;[10][11] En Chile, por su parte, se registra especialmente en espacios urbanos.[12][13]
En Táchira, Venezuela, se registraron importantes oleadas de inmigrantes italianos. Aunque eran una comunidad pequeña, el uso de italianismos era común en su lenguaje coloquial. Sin embargo, esta práctica ha disminuido como consecuencia de la influencia de la televisión.[14][15][16][17] Este uso se fue extendiendo, aunque en otros países se usa exclusivamente en familias de origen italiano, en el dialecto santandereano-tachirense su uso se ha vuelto generalizado.[cita requerida]