Las especies de este género varían en longitud y la mayoría son relativamente delgadas de cuerpo. La mayoría son capaces de alcanzar longitudes de 1.80 metros. Las longitudes máximas de algunas de las especies más grandes de las cobras son de alrededor de 3 metros, con la Cobra de bosque que podría decirse que es la más larga del género. Todas tienen la capacidad de elevar la parte delantera de sus cuerpos del suelo y aplanar sus cuellos para parecer más grandes respecto a un depredador.

Todas las especies pertenecientes al género Naja son capaces de dar una mordedura fatal en un hombre. La mayoría de las especies tienen un fuerte veneno neurotóxico, que ataca el sistema nervioso, causando parálisis, pero muchos tienen también citotoxinas que causan hinchazón y necrosis y tiene un efecto anticoagulante. Algunas también tienen cardiotoxinas entre los componentes de su veneno.

Varias especies, conocidas como cobras escupidoras, han desarrollado un mecanismo de transporte de veneno en el que sus colmillos frontales, en lugar de soltar veneno a través de los colmillos como una aguja hipodérmica, tienen una abertura en la superficie frontal que permite a la serpiente propulsar el veneno fuera de la boca. Aunque normalmente se la denomina ‘"escupir", la acción se parece más a lanzar chorros venenosos que, una vez que entran en contacto con la piel de una víctima, actúan como un irritante y pueden ser capaces de causar un fallo en la visión al tiempo que dañan la parte frontal del ojo, donde pueden causar una sensación de ardor intenso y ceguera temporal o permanente si el veneno no se limpia de inmediato y a fondo. El alcance y la precisión con la que puede disparar su veneno varían de una especie a otra, pero lo utilizan principalmente como un mecanismo de defensa..

*) No se incluye la subespecie nominal (forma típica).
^T) Especie tipo.^[2]​

Este género contiene varios complejos de especies estrechamente relacionadas y a menudo de aspecto similar, algunas de ellas descritas o definidas recientemente. Varios estudios taxonómicos recientes han revelado especies que no están incluidas en la lista actual en ITIS:^[1]​^[3]​

• Naja anchietae (Bocage, 1879), la cobra de Anchieta, se considera una subespecie de N. haje según Mertens (1937) y de N. annulifera según Broadley (1995). Se considera una especie completa según Broadley y Wüster (2004).^[4]​^[5]​
• Naja arabica Scortecci, 1932, la cobra árabe, ha sido considerada durante mucho tiempo una subespecie de N. haje, pero recientemente se elevó al estatus de especie.^[6]​
• Naja ashei Broadley y Wüster, 2007, la cobra escupidora de Ashe, es una especie recientemente descrita que se encuentra en África y es una serpiente altamente agresiva; puede escupir una gran cantidad de veneno.^[7]​^[8]​
• Naja nigricincta Bogert, 1940, fue considerada durante mucho tiempo una subespecie de N. nigricollis, pero recientemente se descubrió que es una especie completa (con N. n. woodi como subespecie).^[9]​^[10]​
• Naja senegalensis Trape et al., 2009, es una nueva especie que abarca lo que antes se consideraban las poblaciones de sabana del oeste de África de N. haje.^[6]​
• Naja peroescobari Ceríaco et al., 2017, es una nueva especie que abarca lo que antes se consideraba la población de São Tomé de N. melanoleuca.^[11]​
• Naja guineensis Broadley et al., 2018, es una nueva especie que abarca lo que antes se consideraban las poblaciones forestales del oeste de África de N. melanoleuca.^[12]​
• Naja savannula Broadley et al., 2018, es una nueva especie que abarca lo que antes se consideraban las poblaciones de sabana del oeste de África de N. melanoleuca.^[12]​
• Naja subfulva Laurent, 1955, anteriormente considerada una subespecie de N. melanoleuca, fue reconocida recientemente como una especie completa.^[12]​

Dos estudios filogenéticos moleculares recientes también respaldan la incorporación de las especies asignadas anteriormente a los géneros Boulengerina y Paranaja en Naja, ya que ambas están estrechamente relacionadas con la cobra forestal (Naja melanoleuca).^[9]​^[13]​ En el estudio filogenético más completo hasta la fecha, inicialmente se identificaron cinco nuevas especies supuestas, de las cuales tres han sido nombradas desde entonces.^[14]​

El controvertido herpetólogo amateur Raymond Hoser propuso el género Spracklandus para las cobras africanas que escupen veneno^[15]​ Wallach et al. sugirieron que este nombre no se publicó según el Código y propusieron en su lugar el reconocimiento de cuatro subgéneros dentro de Naja: Naja para las cobras asiáticas, Boulengerina para las cobras africanas forestales, acuáticas y excavadoras, Uraeus para el grupo de cobras egipcias y del Cabo, y Afronaja para las cobras africanas que escupen veneno.^[16]​ La Comisión Internacional de Nomenclatura Zoológica (International Commission on Zoological Nomenclature) emitió una opinión en la que "no encuentra base bajo las disposiciones del Código para considerar que el nombre Spracklandus no está disponible".^[17]​

Se cree que las cobras asiáticas se dividen aún más en dos grupos: las cobras del sudeste asiático (N. siamensis, N. sumatrana, N. philippinensis, N. samarensis, N. sputatrix y N. mandalayensis) y las cobras del oeste y norte de Asia (N. oxiana, N. kaouthia, N. sagittifera y N. atra), siendo Naja naja la línea basal de todas las especies.^[18]​