La masacre del convoy humanitario fue un ataque llevado a cabo por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) el 23 de marzo de 2025 contra varios vehículos humanitarios, incluidas cinco ambulancias, un camión de bomberos y un vehículo de las Naciones Unidas, en la zona de Al-Hashashin, al sur de Rafah, en la Franja de Gaza. La masacre[1][2][3][4] causó la muerte de al menos quince trabajadores humanitarios, entre ellos ocho miembros de la Media Luna Roja Palestina, cinco miembros de la defensa civil y un empleado de una agencia de la ONU. No fue hasta el 30 de marzo que se recuperó la mayoría de los cuerpos desaparecidos de una fosa común en Rafah, aunque un oficial de ambulancia sigue desaparecido. La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR) condenó los ataques y afirmó que fueron los más mortíferos para sus trabajadores en casi una década.[5][6]
Masacre del convoy humanitario de Rafah en marzo de 2025 | ||
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Parte de Ataques israelíes de marzo y abril de 2025 en la Franja de Gaza durante la Guerra en Gaza y el genocidio en Gaza | ||
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Lugar | Rafah, Franja de Gaza (Palestina) | |
Blanco | Un convoy humanitario | |
Fecha | 23 de marzo de 2025 | |
Tipo de ataque | Ejecución por arma de fuego, ejecución extrajudicial, crimen de guerra, masacre | |
Muertos | Al menos 15 paramédicos palestinos | |
Perpetrador | Fuerzas de Defensa de Israel | |
El 18 de marzo de 2025, por la noche Israel lanzó una serie de ataques aéreos por sorpresa contra diversos puntos de la Franja de Gaza, poniendo fin de manera efectiva al alto el fuego pactado entre Hamás e Israel y reanudando la guerra. El ataque con misiles y artillería de Israel mató a más de 400 palestinos, incluidos 263 mujeres y niños,[7] convirtiéndolo en uno de los días más mortíferos en la guerra de Gaza.[8][9][10]
El 23 de marzo de 2025, soldados israelíes dispararon contra cinco ambulancias y un camión de bomberos, uno por uno.[11][6][12] Los vehículos humanitarios fueron aplastados y arrojados, cubiertos de arena, en un aparente intento de encubrir los asesinatos,[13] mientras que los trabajadores humanitarios, uniformados, permanecieron desaparecidos en una fosa común durante ocho días.[5] Las ambulancias tiroteadas por las fuerzas israelíes había sido enviadas inicialmente a la zona de Al-Hashashin para auxiliar a las víctimas causadas por los ataques israelíes en la zona, antes de ser rodeadas por tropas israelíes y perder contacto con los operadores. Los paramédicos que fueron a buscarlos resultaron muertos y heridos.[14][15] Según el analista forense Ahmad Dhaher, quien examinó cinco de los cuerpos, los trabajadores humanitarios fueron asesinados a quemarropa en ejecuciones sumarias, con heridas de bala específicas e intencionadas en la cabeza y el corazón.[16]
El 29 de marzo miembros de la Media Luna Roja Palestina y del personal internacional de la Cruz Roja encontraron el cuerpo «en pedazos desmembrados» del líder de un equipo de rescate que desapareció una semana antes en el campo de refugiados de Tel al-Sultán. Según declaró en un comunicado la Media Luna Roja las fuerzas de ocupación israelíes atacaron directamente a la tripulación durante su incursión, luego alteraron deliberadamente la zona y ocultaron los cadáveres de algunos civiles utilizando excavadoras y maquinaria pesada.[17] [18]
El día siguiente, la Media Luna Roja Palestina recuperó los restantes catorce cadáveres de los trabajadores sanitarios desaparecidos desde hacía una semana cuando respondían a una llamada de emergencia para atender a un grupo de personas heridas por ataques con artillería de Israel en la zona Hashashin, en Rafá, incluidos ocho de los técnicos de la Media Luna Roja Palestina. Un noveno trabajador sanitario sigue desaparecido y se cree que ha sido detenido.[19] Según denunció la organización humanitaria «Algunos de estos cuerpos fueron atados, tienen disparos en el pecho y fueron enterrados en un agujero profundo para que no se pudieran encontrar pruebas». Los otros cuerpos son de cinco miembros de Protección Civil y un trabajador de Naciones Unidas.[20][21] Los cuerpos fueron recuperados de una fosa común en la que fueron enterrados por las tropas israelíes junto a sus vehículos tras el ataque del Ejército de Israel en los alrededores de la ciudad de Rafá.[19]
Israel alegó que sus tropas dispararon contra vehículos que avanzaban en la oscuridad de forma «sospechosa», sin luces delanteras ni señales de emergencia. El movimiento de los vehículos no se había coordinado ni acordado previamente con el ejército, y aseguró que entre los muertos se encontraban un agente de Hamás y otros ocho terroristas, sin aportar pruebas.[6][12]
Video externo | ||
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Vídeo publicado por la Media Luna Roja el sábado 5 de abril, obtenido del teléfono móvil de un paramédico hallado enterrado en una fosa común en Gaza. El video registró los últimos momentos del paramédico | ||
Atención: este archivo está alojado en un sitio externo, fuera del control de la Fundación Wikimedia. |
Una grabación de video descubierta en el teléfono móvil de uno de los médicos y publicada por la Media Luna Roja contradice la versión israelí del incidente. Muestra las ambulancias y el camión de bomberos claramente señalizados con las luces de emergencia encendidas mientras las tropas israelíes los atacaban con una ráfaga de disparos, matando a todos los sanitarios. En el video, un paramédico recita la Shahada, pide perdón a su madre y señala que eligió el camino de ayudar a los demás. Posteriormente, el paramédico fue encontrado en la fosa común con una bala en la cabeza. The New York Times analizó imágenes por satélite que mostraban a las fuerzas israelíes arrasando el lugar tras el ataque.[22][23] De acuerdo con la Media Luna Roja, las imágenes «refutan categóricamente las afirmaciones de la ocupación de que las fuerzas israelíes no atacaron aleatoriamente las ambulancias» y que estos vehículos se estaban acercando «de manera sospechosa, sin luces ni señales de emergencia».[24]
Tras la publicación de la grabación de vídeo, Israel cambió su versión de lo ocurrido y admitió que sus soldados «cometieron errores». Aunque siguieron insistiendo en que al menos seis de los médicos estaban vinculados a Hamás, aunque hasta el momento no han aportado pruebas. Admiten que estaban desarmados cuando los soldados abrieron fuego y niegan que alguno de los sanitarios estuviera esposado antes de morir y que no fueron ejecutados a corta distancia.[25]
Munther Abed de 27 años, voluntario de la Media Luna Roja desde los 18, se encontraba en la primera ambulancia que llegó al lugar de un ataque aéreo en el distrito de Hashashin, en Rafah, cuando fue atacada por disparos israelíes. Abed sobrevivió lanzándose al suelo, mientras que sus dos compañeros en la parte delantera murieron.[4]
Tras ser capturado por soldados israelíes, Abed describió el trato que recibió: «Me desnudaron por completo, solo en ropa interior, y me ataron las manos a la espalda», recordó. «Me tiraron al suelo y comenzó el interrogatorio. Sufrí torturas severas, incluyendo palizas, insultos, amenazas de muerte y asfixia cuando un soldado me presionó el cuello con un rifle. Otro soldado me puso una daga en el hombro izquierdo». Durante su detención, presenció cómo otros vehículos de rescate, incluyendo ambulancias y camiones de bomberos, eran emboscados por las fuerzas israelíes. También vio llegar una excavadora para cavar una fosa donde enterraron los vehículos y los cuerpos. Abed declaró que un oficial de ambulancias de la Media Luna Roja, Assad al-Nassara, quien permanece desaparecido, estaba vivo en un centro de detención israelí cerca del lugar de la masacre.[4][26]
Abed declaró que «todo indica que se trata de una ambulancia de la Media Luna Roja Palestina. Todas las luces estaban encendidas hasta que el vehículo recibió fuego directo». Añadió que la afirmación de Israel de que Hamás utilizó las ambulancias era «totalmente falsa» y que «toda la tripulación es civil».[27] Si bien las FDI describieron la zona como una zona de guerra, Abed afirmó que Hashashin era una zona civil donde se desarrollaba la vida cotidiana, no una zona de combate designada.[4] Añadió que la afirmación de Israel de que Hamás utilizó las ambulancias era «totalmente falsa» y que «toda la tripulación es civil».[28]
Fue obligado a ayudar a los soldados israelíes a investigar y fotografiar a los residentes locales, a quienes se les ordenó abandonar la zona y trasladarse a la «zona segura» de Al-Mawasi. Lo liberaron por la noche y le devolvieron su reloj y ropa interior, pero no su documento de identidad, uniforme de paramédico ni zapatos. Abed recibió instrucciones de caminar hacia Al-Mawasi y finalmente logró parar un vehículo de la Media Luna Roja que pasaba para pedir ayuda.[4]
La FICR identificó a sus trabajadores desaparecidos como los oficiales de ambulancia Mostafa Khufaga, Saleh Muamer y Ezzedine Shaath, y los voluntarios de primera respuesta Mohammad Bahloul, Mohammed al-Heila, Ashraf Abu Labda, Raed al-Sharif y Rifatt Radwan, y agregó que el oficial de ambulancia Assad al-Nassasra todavía estaba desaparecido.[29][5] Poco después se completó la lista de víctimas con los nombres de Youssef Khalifa, Fouad Al-Jamal, Zuhair Al-Farra, Anwar Al-Attar, Sameer Al-Bahabsa, Ibrahim Al-Maghari y Kamal Mohammed Shahtout.[30]
Ninguno de los nombres de las víctimas que se recuperaron de la fosa común coincide con los nombres de los «terroristas» que las FDI afirmaron que habían eliminado y uno de los cuerpos recuperados tenía las manos atadas.[31]
El secretario general de la FICR, Jagan Chapagain, declaró que se sentía «desconsolado» y agregó que los empleados sanitarios «llevaban emblemas que deberían haberlos protegido» y «sus ambulancias estaban claramente identificadas».[29]
La Media Luna Roja Palestina aseguró el 13 de abril que el técnico de ambulancias Assad al Nasasrá, que estaba desaparecido desde el ataque israelí contra el convoy de ambulancias, está vivo y se encuentra «retenido por las autoridades de la ocupación israelí».[32]
Del 23 al 30 de marzo, se llevó a cabo una «compleja» operación de rescate de una semana de duración con excavadoras y maquinaria pesada para buscar los cuerpos enterrados bajo la arena y los escombros, mientras que los servicios de emergencia utilizaban palas para excavar en la tierra. La operación de rescate se complicó por la negativa de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) a cooperar con la Media Luna Roja Palestina, la OCHA y la ONU, negándoles la entrada a la zona. El 27 de marzo se recuperó el cuerpo de un trabajador de la defensa civil, y el 30 de marzo se recuperaron catorce más. Un médico de la Media Luna Roja Palestina (MLRP) sigue desaparecido.[5][6]
El jefe de Estado Mayor de las FDI, Eyal Zamir, ordenó una investigación interna del incidente por parte de la unidad responsable de la gestión de presuntos crímenes de guerra. Hasta la fecha, se han remitido decenas de incidentes a esta unidad, pero no se han impuesto amonestaciones ni sanciones contra ningún soldado de las FDI.[33]
Según la organización israelí de derechos humanos Yesh Din, el sistema establecido por el Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) para investigar posibles crímenes de guerra está diseñado principalmente para proteger a las fuerzas armadas de la rendición de cuentas, manteniendo al mismo tiempo la apariencia de un debido proceso. Un análisis de las campañas militares israelíes de la última década reveló que se presentaron al menos 664 denuncias para su revisión, pero más del 80 % se archivaron sin siquiera iniciar una investigación penal. La organización concluyó que el sistema de aplicación de la ley del ejército rara vez presenta cargos contra soldados de bajo rango y evita casi por completo investigar a los comandantes superiores.[34]