El marquesado del Saltillo es un título nobiliario español concedido por el rey Felipe V mediante Real decreto de 17 de abril de 1712 y Real despacho de 9 de octubre del mismo año a Martín Rodríguez de la Milla y Barba, IV señor del Saltillo, regidor perpetuo de Carmona[1] y provincial de su Santa Hermandad.
Marquesado del Saltillo | ||
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Primer titular | Martín Rodríguez de la Milla y Barba | |
Concesión |
Felipe V 17 de abril de 1712 | |
Linajes | Rodríguez de la Milla, Fernández de Córdoba-Ronquillo, Rueda, Lasso de la Vega | |
Actual titular | David Lasso de la Vega y Camacho | |
La concesión del marquesado del Saltillo tuvo lugar dentro de la política premial llevada a cabo por el Consejo de Castilla durante la última fase de la Guerra de Sucesión. En diversas ciudades andaluzas se otorgaron a las oligarquías que integraban por aquella época los cabildos municipales una serie de mercedes (títulos nobiliarios, llaves de gentilhombre, hábitos de órdenes militares...) en recompensa por el esfuerzo económico y de reclutamiento que habían prestado a la causa borbónica. El señor del Saltillo, regidor del cabildo Carmona, recibió el marquesado por haber contribuido a los ejércitos del rey Felipe con 100 caballos.
La denominación del título nobiliario hace referencia a Saltillo, un donadío señorial situado en la vega de Carmona. El Catastro de Ensenada lo describe como un pago de 114 fanegas, dedicadas en su mayor parte a olivar, y un molino de aceite. En el lugar permanecen hoy dos haciendas: una, en ruinas, conocida como Saltillo Viejo o Saltillo Lasso; y otra funcionando todavía como explotación agraria, llamada Saltillo Nuevo, Saltillo Perea o simplemente Saltillo.