Marisa Roesset Velasco, también escrito Roësset (Madrid, 1904-1976), fue una pintora española figurativa del siglo XX.[1]
Marisa Roesset Velasco | ||
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Información personal | ||
Nacimiento |
6 de marzo de 1904 Madrid (España) | |
Fallecimiento |
18 de noviembre de 1976 Madrid (España) | (72 años)|
Sepultura | Cementerio de San Isidro | |
Nacionalidad | Española | |
Lengua materna | Español | |
Familia | ||
Pareja | Lola Rodríguez Aragón (hasta 1979) | |
Educación | ||
Educada en | Real Academia de Bellas Artes de San Fernando | |
Alumna de | ||
Información profesional | ||
Ocupación | Pintora | |
Género | Retrato y pintura religiosa | |
Distinciones |
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Nació en Madrid el 6 de marzo de 1904 en el seno de una familia de pintoras, escultoras y literatas que tenían gran prestigio intelectual en el Madrid de la época.[2][3][4] Su tía era la pintora María Roësset Mosquera y sus primas la escultora Marga Gil Roësset y la editora Consuelo Gil Roësset. Por línea materna es prima de la pintora Rosario de Velasco.[5] Su padre fue Eugenio Julio Roësset Mosquera, hermano de la pintora MaRo, como era conocida María Roësset Mosquera.
Así, comenzó a pintar desde muy niña bajo la supervisión de su tía.[6] Ya con catorce años pintó un autorretrato al pastel y varias acuarelas con una técnica depurada.[3] Se formó posteriormente en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando: allí tuvo por profesores a Fernando Álvarez de Sotomayor, José María López Mezquita y Daniel Vázquez Díaz, compartiendo aulas con Salvador Dalí, Victorina Durán o Lucía Sánchez Saornil, entre otros.[1][6]
En 1924 concurrió a la Exposición Nacional de Bellas Artes, logrando una tercera medalla con un Autorretrato en el que se muestra con una imagen de modernidad que la caracterizó a lo largo de su carrera hasta 1939; dicho cuadro fue adquirido para el Museo de Arte Moderno. En 1926 concurrió con los lienzos Mi hermano y yo y Hanny y Gucki, que fueron destacados por la crítica.[7] Realizó su primera exposición individual en el Lyceum Club Femenino, aunque no era socia.[6] Exhibió veintiuna obras fechadas entre 1922 y 1926, logrando un gran éxito. En 1928 participó en una muestra colectiva de dedicada a los «Autorretratos». En 1929 expuso en el Palacio de Bibliotecas y Museos Nacionales de Madrid (hoy Biblioteca Nacional) junto a la pintora Gisela Ephrussi.[8] Participó en la Exposición Internacional de Barcelona con Reposo y en el Salón de Otoño con Campesinos de Ávila. En 1931 envió obra suya al concurso de Pintura, Escultura y Grabado organizado por el Círculo de Bellas Artes de Madrid.[1] Hasta el estallido de la Guerra Civil siguió participando en las Exposiciones Nacionales de 1930, 1932, 1934 y 1936.[7]
Desde 1924 hasta 1936 se pueden encontrar en la prensa (Blanco y Negro, El Sol, Crónica, El Imparcial, El Heraldo de Madrid y Estampa, entre otros) abundantes reseñas de ella, fotografías, entrevistas y artículos críticos de extensión.[5]
Abrió una escuela de pintura donde formó a una futura generación de artistas, como Menchu Gal. A su vez, Marisa Roesset se matriculó en la Escuela Superior de Pintura, Escultura y Grabado. Ese mismo año realizó otra exposición individual en la Asociación de Artistas Vascos en Bilbao.[7]
En 1939 participó en Vitoria en la Exposición Internacional de Arte Sacro, que tenía como objetivo la exaltación de los «héroes caídos por la patria» del bando franquista, junto a Rosario de Velasco, entre otras. Colaboró como ilustradora en la Revista Y de la Sección Femenina.[9]
Presentó obras en la exposición del Women´s International Art Club de 1947.[1] También en ese año participó en la Exposición de Arte Español de Buenos Aires (Argentina), junto a Teresa Condeminas, Menchu Gal, Delhy Tejero, entre otras.[9]
Desde 1938 vivió discretamente una relación lesbiana con la fundadora de la Escuela Superior de Canto de Madrid, Lola Rodríguez Aragón, con la que convivió y a la que dejó su obra pictórica a su muerte, acaecida en 1976 a consecuencia del cáncer.[6][7] Rodríguez Aragón creó un museo y quiso hacer un patronato para donarlo al Estado español pero murió antes de poderlo crear.[8]
La obra de Marisa Roesset forma parte de las colecciones del Museo de Arte Moderno de Barcelona, de la Escuela de Canto de Madrid y del Museo del Prado, entre otras instituciones. Al tratarse de muchos autorretratos, también está en colecciones particulares.[8]
Cultivó el retrato y los temas religiosos.[1] No perteneció a ninguna corriente artística específica, manteniendo una identidad propia.[6] Pintó más de una decena de autorretratos entre los que se incluyen lienzos en las que aparece con su hermano o sus alumnas, a las que también pintó en repetidas ocasiones.[5]
En sus primeros cuadros se acercó a la estética del dandismo, sin llegar a abrazarla tan radicalmente como sus contemporáneas Hannah Gluckstein, Tamara de Lempicka o Romaine Brooks. Dejó constancia en sus retratos de mujeres de la cambiante y diversa identidad femenina de las primeras décadas del siglo XX.[5]
Se puede observar tres etapas en su producción: