Lettera aperta a un giornale della sera («Carta abierta a un periódico vespertino» en italiano) es una película dramática italiana de 1970 dirigida por Francesco Maselli.[1]
Lettera aperta a un giornale della sera | ||
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Ficha técnica | ||
Dirección | Francesco Maselli | |
Producción | Franco Cristaldi | |
Guion | Francesco Maselli | |
Música | Giovanna Marini | |
Vestuario | Lina Nerli Taviani | |
Protagonistas |
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Ver todos los créditos (IMDb) | ||
Datos y cifras | ||
País | Italia | |
Año | 1970 | |
Género | Comedia y drama | |
Duración | 116 minutos | |
Idioma(s) | Italiano | |
Ficha en IMDb | ||
La película, en parte autobiográfica, se centra en la crisis de un grupo de intelectuales comunistas tras las protestas de 1968.
Un grupo de amigos intelectuales de izquierda (un arquitecto, un director editorial, un escritor, un guionista, un escultor, un director y un profesor universitario), suelen reunirse en casa de uno u otro para hablar de política y sexo. Una tarde, para vencer el aburrimiento, los intelectuales deciden responder con una carta abierta a un llamamiento sobre la Guerra de Vietnam promovido por un periódico: en la carta declaran su intención de alistarse como voluntarios para defender la causa de los vietnamitas. Sin embargo, la carta, escrita únicamente como una provocación, es interceptada y publicada por un semanario.
Mientras el Partido Comunista Italiano (PCI) reacciona con fastidio, llegan numerosos consentimientos y adhesiones a la carta abierta, tanto de Italia como del extranjero (incluida la de Jean-Paul Sartre). El grupo de intelectuales, que de repente se ven obligados a responder a un llamado a las armas nacido de unas veladas de charla revolucionaria, está en crisis. El Partido Comunista de Vietnam envía un enviado de enlace para recibir la delegación simbólica de 35 «voluntarios de combate». Asustados e incapaces de dejar su mundo de éxito mundano y económico, los intelectuales ya no pueden contenerse y comienzan a prepararse para partir. En el último momento, el enviado vietnamita anuncia que el partido ha cambiado de opinión y que se suspende el envío de la delegación. El grupo de voluntarios, decepcionado y al mismo tiempo aliviado, puede volver a la vida de siempre.
Reseñas de la película destacaron su crítica al creciente conformismo de la izquierda italiana.[2][3][4] El director Francesco Maselli tuvo una activa participación en las protestas de 1968, incluida la ocupación y boicot del Festival de Cine de Venecia de ese año.[5]