La viudita es un personaje de las leyendas del oriente de Bolivia.[1] Se la conoce como el fantasma de una mujer que aparece en los callejones y calles oscuras después de la medianoche, seduciendo especialmente a hombres trasnochados y mujeriegos.[1]
La viudita | ||
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Datos | ||
Mitología | Mitología de América del Sur | |
País |
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Región | Oriente boliviano | |
La viudita es descrita como una mujer vestida con una falda larga y manto negros, cubriendo su rostro con un paño;[2] era poseedora de una voz serena y cautivadora, y de trato fino y encantador, además de caminar seductor, con lo cual encantaba a los trasnochados, quienes, seducidos, la seguían por la oscuridad de la calle hasta las afueras del poblado, o del cementerio, donde se quitaba el velo y dejaba ver su cráneo.[3]
La leyenda, contada en Santa Cruz, menciona que La Viudita poseía parajes predilectos para conducir a los seducidos: Las soledades del Tao, el islerío de la pampa del Lazareto, La Poza de las Antas y la cerrazón de las riberas del Río Nuevo.[2] Una vez en estos lugares, desolados antaño, La Viudita los empujaba en lugares oscuros o fosas de lodo o aguas sucias para después desaparecer.[4] Otros relatos mencionan que, incluso, los seducidos perdían la vida.[1]
La leyenda es recogida por el escritor cruceño Germán Coimbra Sanz, a través de su escrito "La leyenda de la Viudita".[5]