Un juego de gran estrategia o juego de guerra de gran estrategia (GSG)[1][2] es un juego de guerra que se centra en la gran estrategia: la estrategia militar a nivel de movimiento y uso de los recursos de un estado nación o imperio. El género tiene una superposición considerable con los juegos 4X, pero se diferencia en ser «asimétrico», lo que significa que los jugadores están más atados a una configuración específica y no entre facciones igualmente libres al explorar y progresar en el juego y en un mundo abierto.[3]
Los juegos de gran estrategia se pueden jugar en una computadora o como un juego de mesa. A menudo incluyen un mapa del mundo del juego, que puede abarcar desde un solo continente hasta el globo entero. Los jugadores normalmente controlan una nación o un imperio y toman decisiones que afectan su desarrollo, como construir infraestructura, reclutar y entrenar unidades militares y negociar con otros jugadores. El combate suele ser una parte importante del juego, pero normalmente está abstraído o simplificado en comparación con los juegos de guerra más tácticos.
Algunos ejemplos de juegos de mesa de gran estrategia incluyen Risk, Diplomacy y Axis & Allies. Estos juegos se centran en la guerra y la conquista, pero no incluyen representaciones detalladas de unidades militares o tácticas. Los juegos de gran estrategia más realistas, como Rise and Decline of the Third Reich y Empires in Arms, incluyen unidades militares y reglas de combate específicas. Los juegos de gran estrategia basados en computadora, como Hearts of Iron, Europa Universalis y Total War, a menudo tienen mecánicas más detalladas y sofisticadas y se pueden jugar en tiempo real o por turnos.[4] Paradox Interactive es uno de los distribuidores de videojuegos más activos en el desarrollo de videojuegos de gran estrategia a través de su empresa subsidiaria Paradox Development Studio.
Los juegos de gran estrategia tienen un potencial significativo en el ámbito educativo y en el análisis de temas internacionales, ya que ofrecen a los participantes la oportunidad de recrear situaciones del mundo real y de realizar elecciones estratégicas que influyen en el desenlace del juego. Además, estos juegos pueden ofrecer una comprensión más profunda de eventos históricos y de las intrincadas relaciones entre diferentes elementos políticos, económicos y militares. Varios de estos juegos se fundamentan en hechos históricos verídicos, lo que permite investigar escenarios alternativos y contrafactuales.[5]