Jesusa Granda y Lahín (Almería, 1895 - ¿?, 1907)[1] fue una periodista pionera,[2] institutriz, escritora y pedagoga española. Fue la única mujer fundadora de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM).[3]
Jesusa Granda | ||
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Información personal | ||
Nacimiento |
1895 Almería, Andalucía, España | |
Fallecimiento | 1907 | |
Nacionalidad | Española | |
Información profesional | ||
Ocupación | Periodista, escritora y pedagoga | |
Nacida en Níjar,[4] Granda era titulada en Educación Física y fue profesora de magisterio, colaboradora en múltiples publicaciones y creadora de un serial llamado Pedagogía.[5] El 31 de mayo de 1895 se funda la Asociación de Prensa de Madrid, con Granda como única socia fundadora entre los 173 hombres fundadores.[6][7] Pese a que la APM no la apoyó especialmente, y tardó en permitir que otras mujeres ingresaran en la asociación, la calidad literaria y periodística de Granda era tal que la hubiera llevado a ocupar un lugar en la llamada generación del 98 junto a Carmen de Burgos si hubieran aceptado mujeres.[8]
En una época en la que casi ninguna mujer utilizaba su nombre completo en los periódicos, salvo las autoras Emilia Pardo Bazán o Sofía Casanova enviando sus crónicas desde el extranjero, Granda era la única periodista en España que usaba su nombre completo desde sus tribunas del diario El Globo.[9] Granda escribía sobre educación y pedagogía, gimnasia, vida natural, obituarios y otros temas en diversas publicaciones tales como El Globo, La Iberia o El Álbum Iberoamericano.[10]
La presencia de Granda y otras periodistas y escritoras españolas como Atocha Osorio y Gallardo, Consuelo Álvarez Pool, Violeta, o Carmen de Burgos, Colombine en la vida pública de la época es enorme, y contrasta con el ostracismo al que son sometidas tras la Guerra Civil: según Bernardino M. Hernando, archivero-bibliotecario de la Asociación de la Prensa de Madrid, "el grupo de mujeres que en esos años intervinieron en el mundo del periodismo, la literatura y la política, y de las que no ha quedado ni rastro [...] estaban en la Asociación de la Prensa, en el Ateneo y en todos los lugares donde las dejaban, y desarrollaron una tarea tan importante que da pena que la Historia no les haya hecho ninguna justicia".[11][12]