Las Islas Exteriores de Mauricio (en inglés: Outer Islands of Mauritius, en francés: Îles éparses de Maurice) son las divisiones administrativas de primer nivel de dicho país, conformadas por la isla de Mauricio y varias islas periféricas en el océano Índico. Desde 1983 la Corporación de Desarrollo de las Islas Exteriores (en inglés: Outer Islands Development Corporation, OIDC) es responsable de la gestión y desarrollo de las Islas Exteriores. Este organismo se encuentra bajo la tutela y supervisión directa del Primer ministro de Mauricio a través de la oficina del Primer ministro.[1][2] La Constitución de Mauricio establece que la república está formada por las islas Agalega, Mauricio, Cargados Carajos, Rodrigues, Tromelin (reclamada por Mauricio, administrada por Francia a través de las Islas Dispersas del Océano Índico, en las Tierras Australes y Antárticas Francesas) y el archipiélago de Chagos (está previsto que el archipiélago sea devuelto a Mauricio por parte de Reino Unido tras una disputa de muchas décadas en 2025).[3][4]
Islas Exteriores de Mauricio | ||
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Outer Islands of Mauritius (en inglés) Îles éparses de Maurice (en francés) | ||
![]() Islas de la República de Mauricio (junto a la isla Tromelin y al archipiélago de Chagos, ambos territorios reclamados) | ||
Ubicación geográfica | ||
Océano | Índico | |
Coordenadas | 20°12′S 57°30′E / -20.2, 57.5 | |
Ubicación administrativa | ||
País |
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Características generales | ||
Superficie | 2.040 km² | |
La superficie total de la República de Mauricio es de 2.040 km² (sin contar el archipiélago de Chagos). La zona económica exclusiva (ZEE) del país abarca aproximadamente 2,3 millones de km² en el océano Índico, incluyendo unos 400.000 km² gestionados conjuntamente con Seychelles.[5] Cuatro bancos oceánicos se encuentran dentro de los límites de su ZEE: el banco Hawkins, el banco Nazareth, el banco de Saya de Malha y los bancos Soudan. En 2011, las Naciones Unidas respaldaron la propuesta conjunta de Mauricio y Seychelles para poder extender su plataforma continental de 396.000 km² en la región de Mascareñas, lo que otorgó a ambos países el derecho soberano para gestionar y explotar conjuntamente el relieve oceánico y el subsuelo de la zona común.[6][7]