Infancia es la primera obra que publicó León Tolstói. En marzo de 1851 concibe la idea de escribir una gran novela pseudoautobiográfica, compuesta de tres partes: Infancia es la primera de una trilogía (posteriormente se publicó Adolescencia y Juventud). Ese mismo año, producto de una prolongada enfermedad que interrumpió su actividad militar, dio comienzo a su labor. Termina su relato el 2 de julio de 1852 en Piatigorsk y unos días después envía el manuscrito a San Petersburgo, a la revista Sovreménnik (El Contemporáneo), firmando como L.N.T., donde aparece en su número 9 con el título Historia de mi infancia el 6 de septiembre de 1852.
Infancia | |||||
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de León Tolstói | |||||
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Género | Novela | ||||
Subgénero | Autobiografía | ||||
Tema(s) | Infancia | ||||
Idioma | Ruso | ||||
Título original | История моего детства | ||||
País | Imperio ruso | ||||
Fecha de publicación | 1852 | ||||
Serie | |||||
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Publicada cuando Tolstói tenía solamente veintrés años de edad, el libro tuvo un éxito inmediato. Le sirvió a Tolstói para llamar la atención de otros novelistas rusos, incluyendo a Iván Turguénev, quien saludó al joven Tolstói como una gran y prometedora figura en la literatura rusa.
Infancia explora la vida interior de un niño, Nicolás (Nikolenka). Es uno de los libros en la escritura rusa que explora un estilo expresionista, mezclando hechos, ficción y emociones para presentar los estados de ánimo y las reacciones del narrador.
En esta Infancia autobiográfica, Tolstói describe una atracción homosexual.[1] En la novela Tolstói recuerda cómo quedó smitten de Sergio Ivine, cuya «original belleza me atrajo, desde que lo conocí, de un modo irresistible. Me bastaba verlo para sentirme contento, y todas las ferzas de mi alma se conventraban en desear su compañía. […] Dormido o desvelado, no pensaba, no soñaba más que con él».[2] No obstante, no le dice a nadie nada de este primer amor, ni siquiera al propio Sergio.[3]
«¿Cuándo encontrarás de nuevo la frescura, la confianza, la necesidad de afecto y la fe profunda de tu infancia? ¿Qué tiempo fue mejor que aquel en que la inocente alegría y la insaciable sed de amor, las dos primeras entre todas las virtudes, eran las fuentes de tu vida?».[4]