Un indicador de compromiso o IDC (en inglés: indicator of compromise, IoC) es toda aquella información relevante que describe cualquier incidente de ciberseguridad, actividad y/o artefacto malicioso, mediante el análisis de sus patrones de comportamiento.[1] La intención de un indicador de compromiso es esquematizar la información que se recibe o se extrae durante el análisis de un incidente, de tal manera que pueda reutilizarse por otros investigadores o afectados, para descubrir la misma evidencia en sus sistemas y llegar a determinar si han sido o no comprometidos ya sea desde el punto de vista de monitorización frente a amenazas o por análisis forense.[2] Por ejemplo, se identifican ficheros creados, entradas de registro modificadas, procesos o servicios nuevos. La idea subyacente es que, si se analiza un sistema y se encuentran los detalles recogidos en un indicador de compromiso concreto, se está ante una infección provocada por el programa malicioso (malware) al que hace referencia dicho indicador de compromiso.[3] Los indicadores de compromiso permiten realizar un intercambio sencillo y práctico de información con el fin de detectar intrusos a partir de análisis forenses, respuestas a incidentes o análisis de malware.
Los indicadores de compromiso son recogidos, almacenados y distribuidos por las llamadas plataformas de inteligencia contra amenazas (TIP) que permiten la administración de la inteligencia sobre amenazas informáticas y de las entidades asociadas como actores, campañas, incidentes, firmas, boletines y tácticas, técnicas y procedimientos. Ejemplos de este tipo de herramientas son MANTIS y MISP.[4][5]
En síntesis, un IDC es un documento creado específicamente para transmitir las características técnicas de una amenaza con las siguientes características:[2]
Existen varios sistemas que definen cómo deben documentarse los indicadores de compromiso. Algunos de los más conocidos son:[2][4][6][3]
Los repositorios de IDC más importantes son:[2][4]