El impacto en internet de la pandemia de COVID-19 es un fenómeno producido por el incremento de la transferencia de información por este medio. Se debe a la mayor utilización de servicios en línea, relacionados con el ocio, la enseñanza y el teletrabajo, por parte de los ciudadanos a causa de la cuarentena establecida en numerosos países.[3]
Como consecuencia de este incremento en la transferencia de información, la velocidad y disponibilidad de internet se han visto afectadas en algunos lugares. Al mismo tiempo, algunos gobiernos y organizaciones han pedido a sus ciudadanos hacer un uso responsable de la red,[4][5] y obtenido de los grandes distribuidores de vídeos por internet una reducción de la calidad de imagen para ahorrar ancho de banda.[6]
Las medidas adoptadas por el gobierno argentino respecto a la pandemia modificaron la rutina de una parte de la población. Por esta razón, el tráfico de Internet se incrementó entre un 20 y un 25 por ciento según datos de la CABASE. El consumo de video y los videojuegos impulsaron este aumento.[7]
El aumento de consumo de internet en Chile se reflejó en los primeros meses del año, donde se reportó que el uso de redes sociales aumentó un 53 % respecto del mismo mes del año anterior, por sobre varios otros países de la región.[8]
El consumo de datos por usuario llegó a 335,5 GB en internet fija en abril del 2020, un 29,4 % más que el año anterior. Respecto del consumo de internet móvil aumentó 26 % hasta los 13 Gigabytes en el mismo período.[9]
Los operadores de internet señalaron que durante estos días el tráfico a través de las redes IP ha experimentado incrementos cercanos al 40%. Al mismo tiempo, el tráfico de los servicios de mensajería, como WhatsApp, se ha quintuplicado.[5] El punto de intercambio de internet DE-CIX Madrid registró un récord de transferencia de datos el sábado 14 de marzo a las 20:36 hs. En ese momento se alcanzó un pico de tráfico de 468.39 Gbit/s.[10]
Todo este aumento en el consumo de servicios en línea ha hecho caer la velocidad de Internet un 10 % en España.[11]
La cuarentena decretada por las autoridades italianas ocasionó un aumento del 70 % del tráfico de internet en el país. Según lo anunciado por el CEO de Telecom Italia, Luigi Gubitosi, el aumento del tráfico en el país se debe principalmente a los juegos en línea, como Fortnite.[12][13]
De acuerdo con la reciente medición del Observatorio Venezolano de Servicios Públicos (OVSP), solo 34,2 % de los hogares tiene conexión fija a la red. Mientras que 54,8 % de la población del país, tienen fallas de servicio todos los días. La desinversión y la falta de mantenimiento en el sector de telecomunicaciones han llevado al país a tener los peores indicadores de cobertura o velocidad de América Latina. A esta realidad se suman la hiperinflación y los bajos ingresos de la mayoría de la población que depende de la red pública, pues limitan su acceso a dispositivos tecnológicos y le impiden costear el servicio satelital que ofrecen operadoras privadas.
Las telecomunicaciones son consideradas como un servicio esencial y el acceso a internet ha sido reconocido por la Organización de las Naciones Unidas como un derecho humano fundamental de las personas, vinculado a la libertad de expresión. En Venezuela, se consideran actividades de servicio e interés público, con rango constitucional. De manera que, en el contexto de la emergencia sanitaria, es urgente que se promuevan políticas públicas para reducir la brecha digital, garantizar a los ciudadanos estos derechos y aplicar soluciones digitales para disminuir el impacto de las medidas de cuarentena y distanciamiento social.
La propagación del coronavirus ha hecho que haya que adaptarse al excepcional momento que estamos viviendo ante la pandemia. La rutina ha cambiado, la educación, el trabajo y otras actividades, se ha llevado desde casa y se ha tenido que aprender a gestionar el tiempo libre de una forma diferente. Pero no solo se han cambiado las rutinas y hábitos de vida, sino que el comportamiento en Internet y las redes sociales también se ha visto afectado.
Estas son las principales impactos: