Abū al-Hasan 'Alī ibn al-'Abbās ibn Jurayj, conocido como Ibn al-Rūmī (Bagdad, 836 - Bagdad, 896[Nota 1]), fue uno de los grandes poetas del período abasí.[1]
Ibn al-Rumi | ||
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Información personal | ||
Nombre en árabe | علي بن العبَّاس بن جُريج الرومي | |
Apodo | أبو الحسن y ابن الرومي | |
Nacimiento |
21 de junio de 836jul. Bagdad (califato abasí) | |
Fallecimiento |
13 de julio de 896jul. (60 años) Bagdad (califato abasí) | |
Religión | Islam | |
Información profesional | ||
Ocupación | Poeta | |
Su padre fue un liberto bizantino que se había convertido al islam (el nombre Ibn al-Rumi significa "hijo del romano"), mientras que su madre era de origen persa. Pasó casi toda su vida en Bagdad, excepto por un período en la ciudad de Samarra,[1] unos 125 km al norte, que fue capital del califato entre los años 836 y 892.[2]
Habiendo elegido hacer carrera como poeta, tuvo muchos patronos diferentes a lo largo de su vida.[1] La mayor parte de su obra literaria (el noventa por ciento) consistió en elogios a sus mecenas.[3] Pero sus profundas convicciones chiítas y mu'tazilíes le impidieron trabajar en la corte, siendo el regente al-Muwaffaq (†891[Nota 2]) el único gobernante abasí en tenerle estima.[1] Según sus biógrafos, tenía un carácter muy complicado, siendo arrogante, irritable y extravagante. No le gustaba viajar.[1]
Ibn al-Rumi es reconocido generalmente como uno de los grandes poetas de la época, junto a Abu Tammam y al-Buhturi. Cultivó los más diversos géneros: desde simples epigramas a largas odas, incluyendo panegíricos formales, elegías, elegantes poesías descriptivas (no carentes de ingenio) sobre la belleza femenina, la naturaleza o el vino, e incluso duras sátiras de distintos individuos.[1]
Los críticos medievales admiraban su capacidad para analizar un mismo motivo desde diferentes perspectivas (lo que prolongaba algunos de sus poemas por cientos de versos), y para "generar motivos extraños" (tawlīd al-gharīb).[1] En su época, el recurso a la paradoja era un elemento distintivo del ambiente literario de la corte,[4] e Ibn al-Rumi fue famoso por sentir repugnancia por las rosas (o al menos pretenderlo), llegando a componer un verso en el que comparaba esta flor con el ano de una mula defecando.[5]
Existen varios relatos contradictorios sobre su muerte. Habría sido envenenado por orden de al-Qāsim ibn 'Ubayd Allāh (un miembro de los Banū Wahb, una familia de altos oficiales), a quien habría ofendido.[1]
Su extensa obra literaria fue recopilada poco después de su muerte por Abū Bakr al-Sūli y otros compiladores.[1]
Ediciones de la obra de Ibn al-Rumi:[1]
Bibliografía no consultada en la redacción de este artículo.