Los Humedales de Eten son un importante ecosistema costero de humedales ubicado en los distritos de Eten, Monsefú, Santa Rosa y Puerto Eten, en la Provincia de Chiclayo, departamento de Lambayeque, Perú. Por su extensión geográfica que abarca varios distritos, son también conocidos como Humedales de Eten-Monsefú. Constituyen una de las principales zonas húmedas del norte del Perú, aunque su superficie se ha reducido drásticamente a expensas de las autoridades, de 1,377 hectáreas oficiales en 2005, a ser de facto aproximadamente entre 200-270 hectáreas en la actualidad por el tráfico ilegal de tierras motivado por la expansión urbana y agrícola.[1][2][3]A pesar de su relevancia ecológica reconocida por investigadores y organizaciones ambientales, a la fecha no cuentan con una declaración formal como Área Natural Protegida a nivel nacional, ni como Sitio Ramsar por su categoría de humedal.
Humedales de Eten | ||
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Propuesta para Área de Conservación Regional | ||
Situación | ||
País | Perú | |
Departamento | Lambayeque | |
Provincia | Chiclayo | |
Coordenadas | 6°54′40″S 79°53′03″O / -6.911175, -79.884081 | |
Datos generales | ||
Administración | Gobierno Regional de Lambayeque, municipalidad provincial de Chiclayo y municipalidades distritales de Eten, Puerto Eten, Monsefú y Santa Rosa. | |
Grado de protección | Sin protección nacional o Ramsar formal | |
Legislación | Solo existe Ordenanza Regional (2005) | |
Superficie |
~200-270 hectáreas (actual) 1377 hectáreas (Declaración Oficial 2005) | |
Localización de los Humedales de Eten en Perú. | ||
Estos humedales se forman principalmente por el afloramiento de agua subterránea proveniente del Río Reque, que culminan su recorrido subterráneo cerca de la costa del Pacífico.[4]
El complejo de humedales se extiende por el territorio de los distritos de Eten, Puerto Eten y Monsefú, lo que justifica su frecuente denominación como Humedales de Eten-Monsefú en estudios de impacto ambiental y propuestas de conservación. Históricamente, se estima que su extensión fue de más de 2000 héctareas, luego aproximadamente 1,377 hectáreas cuando oficialmente fueron declarados "Área Ecológica de Interés Regional" en 2005 por el Gobierno Regional de Lambayeque (Ordenanza Regional N° 004-2005-GR.LAMB./CR).[2] Sin embargo, en las últimas décadas, ha experimentado una significativa reducción debido a factores antrópicos como la expansión urbana y agrícola relacionado con el tráfico ilegal de tierras, estimándose su superficie actual en menos de 200 hectáreas o alrededor de esta cifra, según reportes de 2018 a 2023.[3]
Los Humedales de Eten son vitales para una gran variedad de especies de flora y fauna, especialmente aves. Son un punto de descanso y alimentación crucial para aves migratorias que recorren el Corredor Migratorio del Pacífico, incluyendo especies boreales y australes.[5]
Entre las especies residentes y migratorias observadas, se destacan las siguientes:
Clase | Especie (nombre científico) | Nombre común | Estado (residente/migratoria) | Notas |
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Aves | Anas georgica | Pato jergón | Residente | Común en cuerpos de agua dulce. |
Aves | Egretta thula | Garceta nívea | Residente/Migratoria | Ampliamente distribuida. |
Aves | Fulica ardesiaca | Gallareta andina | Residente | Abundante en zonas de totoral. |
Aves | Charadrius semipalmatus | Chorlo semipalmeado | Migratoria | Especie boreal, llega en verano austral. |
Aves | Tringa flavipes | Playero patas amarillas chico | Migratoria | Especie boreal. |
Anfibios | Rhinella marina | Sapo marino | Residente | Adaptado a ambientes húmedos. |
Peces | Poecilia reticulata | Guppy | Residente | Especie introducida, muy común. |
Nota: Esta tabla es una muestra y debe ser ampliada con datos de estudios ornitológicos específicos de la zona.[6]
La flora está compuesta principalmente por totorales (Schoenoplectus californicus), juncos y otras plantas acuáticas que proveen refugio y alimento.
Su importancia ecológica radica en ser un regulador hídrico natural, un filtro de agua, un mitigador del cambio climático al ser sumideros de carbono y, fundamentalmente, un hábitat crítico para la supervivencia de poblaciones de aves y otros organismos.
A pesar de su valor, los Humedales de Eten se han visto reducidos en un 85% desde el 2005 o del 90% si se consideran estimaciones históricas. Enfrentan serias amenazas que comprometen su subsistencia y extensión:
Diversas instituciones académicas, organizaciones no gubernamentales (ONG) y la sociedad civil local han impulsado iniciativas para la conservación de los Humedales de Eten. Estas incluyen propuestas para su declaración como Área de Conservación Regional (ACR) o la implementación de planes de manejo para su protección y uso sostenible, con el fin de preservar este valioso recurso natural para las futuras generaciones.[11]