El tororoí chamí[2] (Grallaria alvarezi) es una especie de ave paseriforme de la familia Grallariidae, perteneciente al numeroso género Grallaria. Fue descrito para la ciencia en el año 2020 y es endémico de los Andes occidentales de Colombia.
Tororoí chamí | ||
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Estado de conservación | ||
No evaluado | ||
Taxonomía | ||
Reino: | Animalia | |
Filo: | Chordata | |
Clase: | Aves | |
Orden: | Passeriformes | |
Familia: | Grallariidae | |
Género: | Grallaria | |
Especie: |
G. alvarezi Cuervo, Cadena, M.L. Isler & Chesser, 2020[1] | |
Distribución | ||
Distribución geográfica del tororoí chamí. | ||
Se distribuye por la cadena occidental de los Andes de Colombia, desde Paramillo, en el noroeste de Antioquia, hacia el sur hasta el noroeste de Cauca, en altitudes entre 2350 y 3650 m.[1]
La especie G. alvarezi fue descrita por primera vez por los ornitólogos Andrés M. Cuervo, Carlos Daniel Cadena, Morton L. Isler & R. Terry Chesser en 2020 bajo el mismo nombre científico; la localidad tipo es: «vda. La Cumbre, Pueblo Rico, Parque nacional natural Tatamá, elevación: 2620–2680 m, 5°9'29"N, 76°1'0"W, Risaralda, Colombia». El holotipo, una hembra adulta, IAVH 13358, fue colectado el 23 de agosto de 2004 y se encuentra depositado en el Instituto Alexander von Humboldt de Bogotá.[1]
El nombre genérico femenino «Grallaria» deriva del latín moderno «grallarius»: que camina sobre zancos; zancudo;[3] y el nombre de la especie «alvarezi», conmemora al ornitólogo colombiano Mauricio Álvarez Rebolledo. El nombre común «chamí» conmemora a la comunidad indígena Emberá-Chamí, que habita las laderas de los Andes occidentales norteños; «chamí», en idioma emberá, significa montaña.[1]
Los trabajos de Isler et al. (2020) estudiaron las diversas poblaciones del complejo Grallaria rufula, que se distribuye por las selvas húmedas montanas andinas desde el norte de Colombia y adyacente Venezuela hasta el centro de Bolivia. Sus plumajes son generalmente uniformes variando del leonado al canela, y cambian sutilmente en la tonalidad y la saturación a lo largo de su distribución. En contraste, se encontraron diferencias substanciales en las vocalizaciones entre poblaciones geográficamente aisladas o parapátricas. Utilizando una amplia filogenia molecular, y con base en las diferencias diagnósticas en la vocalización, y en el plumaje donde pertinente, los autores identificaron dieciséis poblaciones diferentes al nivel de especies, siendo tres ya existentes (G. rufula, G. blakei y G. rufocinerea), siete previamente designadas como subespecies (una de ellas, G. saturata, resucitada) y, notablemente, seis nuevas especies, entre las cuales la presente.[1]