Gota de Leche fue el nombre dado a las instituciones creadas para remediar los problemas de desnutrición y alta mortalidad infantil en aquellas familias que no podían permitirse el lujo de tener nodriza, y cuyas madres no podían dar de mamar. Surgieron a finales del siglo XIX. La idea original de «las gotas de leche» procedía de Francia, donde el médico León Dufour había creado la primera Gota de Leche en 1894.[1]
A finales del siglo XIX surgió en toda Europa una gran preocupación por los altos niveles de mortalidad infantil. Muchos países llegaron dar una respuesta legislativa que protegía a la infancia como fue el caso de Francia con al Ley Roussel de 1874.[2]
En España, el Hospital del Niño Jesús de Madrid, inaugurado en 1877, y se convirtió en el centro de formación de los primeros pediatras españoles. Los primeros centros de asistencia a la infancia se multiplicaron a finales del siglo XIX; tales como el Instituto de Federico Rubio en Madrid, el centro creado en Barcelona en 1890 por Francisco Vidal Solares y las primeras Gotas de Leche y Casas Cuna,[3] o dispensarios pediátricos a partir de 1902. Además también se contó con legislación protectora como Ley de protección de la infancia, promulgada el 12 de agosto de 1904. Además para la organización se creó un Consejo Superior de Protección de la Niñez, del que dependían las juntas provinciales y locales, cuyas responsabilidades eran:[2]
Los datos e investigaciones realizadas en ese momento indicaban que una de las causas de esa elevada mortandad infantil estaba en las enfermedades del aparato digestivo, sobre todo en los menores de cinco años. Es esta la razón por la que el mayor esfuerzo para paliar la situación se centró en mejorar los métodos de alimentación empleados durante los dos primeros años de vida, esto es, durante la etapa de lactancia y el período de destete.[4]
Entre las medidas que se pudieron en práctica, destaca un tipo de intervención sanitaria encaminada a reducir la mortalidad infantil y mejorar los hábitos de alimentación de los recién nacidos, consistente en la creación de las que se llamaron Gotas de Leche o «Gouttes de Lait» en su denominación francesa, ya que Francia fue pionera en su implantación.[4]
La existencia de una cierta relación entre médicos españoles con sus colegas franceses trajo con una cierta celeridad estas iniciativas de las Gotas de Leche, que tanto desde el punto de vista clínico como del estilo de gestión, se inspiraron en el modelo francés.[4]
Las Gotas de Leche se establecieron en Francia en el último decenio del siglo XIX, gracias a la iniciativa de médicos como Pierre Budin, Gaston Variot y Léon Dufour.[5] Estos tipo de centros se expandieron por Europa e incluso llegaron hasta el nuevo continente también, a América tanto del Norte, como del Sur. [4]
La idea original de «las gotas de leche» de León Dufour concebía estos establecimientos como centros asistenciales dirigidos a la educación de las madres y al cuidado de los lactantes para paliar los problemas que nacían de la falta de educación, consistiendo así en una tutela de los servicios públicos. En aquella época se consideraba a las madres responsables del alto índice de mortalidad infantil, fundamentalmente por descuido y por falta de formación, fenómenos que se querían evitar dando una educación mediante cursos apropiados en estos centros, que además dispensaban los biberones y demás enseres y cuidados a la infancia, siempre con limitaciones económicas y constructivas.[6]
La organización francesa de este tipo de instituciones fue muy influyente, pese a no ser la única forma de encauzar el probema que se quería solucionar. Así, los países anglosajones organizaron la asistencia de forma diferente, debido fundamentalmente al particular papel de las enfermeras en el seguimiento de madres y recién nacidos, si bien a lo largo del primer tercio del siglo XX tales prácticas tendieron a asemejarse entre los países.[7][8] El movimiento tuvo una gran repercusión internacional, lo cual queda reflejado en la existencia de Congresos de las Gotas de Leche, que se llevaron a cabo en al menos tres ediciones en diferentes países, Francia lo organizó en París en 1905, Bélgica lo llevó a cabo en Bruselas en 1907, y Alemania lo organizó en Berlín en 1911.[9]
No se puede perder de vista que todas estas mejoras afectaron sobre todo a los núcleos urbanos.mientras que las zonas rurales quedaban al margen de las mejoras.[10] Así, los Consultorios de Lactantes y las Gotas de Leche contribuyeron a mejorar la alimentación infantil en el ámbito urbano, comenzando su actividad a partir de 1902.[11] Tampoco podemos olvidar que fue en las ciudades donde mayor atención se prestó a la canalización del agua potable y del alcantarillado, unido a otras mejoras produjeron una mayor disminución de la mortalidad infantil y juvenil, claramente visible en los años veinte y treinta del siglo XX.[12] En cambio, el medio rural fue olvidado hasta muchas décadas después.[10]
En España la preocupación por los altos niveles de mortalidad infantil era una preocupación de primer orden ya que los temores de lo que ocurría se vieron reflejados en los primeros estudios estadísticos que se realizaron sobre el tema que certificaban el alcance de tal fenómeno.[13]
De hecho, España envió delegaciones a los tres congresos, de Gotas de Leche que se han mencionado anteriormente, a París (1905) envió 28 miembros; a Bruselas (1907) envió a siete miembros y a Berlín (1911) fueron un total de 15 miembros. En el congreso de París España tenía la mayor delegación de diecinueve, después de la del país anfitrión. En Bruselas, la quinta de veintiséis y en Berlín, la octava de treinta y cuatro.[14]
Lo primero que se hizo fue desarrollar una legislación de protección de la infancia, que supuso la puesta en marcha, principalmente bajo iniciativa privada, de instituciones como las Gotas de Leche, que se establecieron en zonas urbanas al principio, pero que se extrapolaron más tarde, particularmente durante la Segunda República, en las zonas rurales.[15]
El mayor problema que tenía España a la hora de frenar la mortalidad infantil estaba en la falta de una visión de conjunto sobre su cómo organizar y desarrollar estas nuevas instituciones. El problema se agrava si tenemos en cuenta que las Gotas de Leche tuvieron una existencia básicamente local y la Administración española no se preocupó de realizar la recogida de datos sobre su funcionamiento que permitieran tener una información real sobre su actividad.[4]
Desde un punto de vista cronológico, podemos considerar que el consultorio abierto por el doctor Francisco Vidal Solares en el Hospital de Niños Pobres de Barcelona el año 1890 es un precedente de las nuevas instituciones de las Gotas de Leche establecidas, pese a que realmente se encargaba más de seguir y asesorar a las madres sobre la alimentación infantil que a proveer de leche esterilizada a los recién nacidos con dificultades para acceder a la lactancia natural.[16][4]
Precedentes de la Gota de Leche son las iniciativas que adoptaron en los consultorios de niños de pecho figuras tan relevantes como Francisco Vidal Solares, en Barcelona, o Joaquín Aguilar Jordán, en Valencia (donde ya existía un "Asilo de Lactancia" inaugurado en tiempos de Amadeo de Saboya, que puede considerarse antecedente de las posteriores Gota de Leche de Valencia).[2] Así estos “Consultorio de Niños de Pecho" fueron el espacio de trabajo de los puericultores, especialistas de pediatría en la medicina social, y se establecieron en distintos lugares de la geografía española en las primeras décadas del siglo XX:[2][17]
En el año 1903 se inauguran Gotas de Leche en:
En el año en 1904:[24]
En el año 1906:
A partir de estos centros pioneros y hasta 1912 se llegaron a abrir unos 30 establecimientos de Gotas de Leche.[4]
En Melilla, siendo presidente de la Junta de Arbitrios, el general José Villalba Riquelme, sensibilizado y preocupado por la miseria en que la mayoría de los habitantes de Melilla se encontraban, convocó a las personalidades más destacadas de la ciudad, para una reunión. De esta reunión salió a la luz la idea de formar una Asociación General de Caridad. Y así quedó fundada el día 21 de enero del año 1915 con el nombre popular de la Gota de Leche de Melilla.
El desarrollo de este tipo de instituciones tuvo lugar fundamentalmente entre 1902 y 1935 e involucró, al menos, a 79 localidades, las cuales, en su mayoría, eran capitales de provincia, de todas las regiones, incluido el protectorado español en Marruecos.[10]
Estas Instituciones estaban dirigidas por pioneros de la pediatría en España.[31]
El período de vigencia de estas instituciones fue muy variable, dependiendo fundamentalmente de las zonas geográficas en las que se habían establecido. Así, la institución en Alicante, cerró sus puertas en 1940, otras lo hicieron más tarde y en algunos casos su vida fue efímera. Además estas instituciones que tuvieron el período de mayor relevancia, despliegue y desarrollo entre 1904 y la guerra civil, tras ésta, y como consecuencia de la misma, recuperaron en cierta medida su importancia en determinadas zonas de la geografía española.[2]
Fundación Gota de Leche