Giulio Petroni (Roma, 21 de septiembre de 1917-Roma, 31 de enero de 2010) fue un director, escritor y guionista italiano, mejor conocido por sus spaghetti westerns De hombre a hombre (1967), con Lee Van Cleef en uno de sus primeros papeles protagónicos, ...e per tetto un cielo di stelle (1968), con Giuliano Gemma, y Tepepa (1969), con Orson Welles y Tomás Milián.[1][2]
Giulio Petroni | ||
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Información personal | ||
Nacimiento |
21 de septiembre de 1917 Roma (Reino de Italia) | |
Fallecimiento |
31 de enero de 2010 Roma (Italia) | (92 años)|
Nacionalidad | Italiana (1946-2010) | |
Información profesional | ||
Ocupación | Director de cine y guionista | |
Género | Spaghetti western | |
Distinciones |
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Ocasionalmente, Petroni ha aparecido bajo el seudónimo de Jeremy Scott.[3]
Nació en Roma el 21 de septiembre de 1917. Después de licenciarse en literatura, comenzó a trabajar como director realizando un cortometraje para el noticiero INCOM, titulado Goethe en Roma. También trabajó como columnista en varios periódicos.[4][5][6]
Después de la Segunda Guerra Mundial, Petroni —quien había participado como partidario de los comunistas y antifascistas— fue a Ceilán, donde dirigió el departamento de cine local y realizó documentales; a su regreso continuó esto con una serie de documentales políticos.[7] En sus largometrajes también se pueden descubrir temas políticos: el wéstern revolucionario Tepepa, en particular, ofrece una gran cantidad de material para el análisis político.[8]
Debutó como director en 1959 con la película de comedia La cento chilometri, a la que le siguieron otros dos largometrajes el mismo año. Después trabajó para la cadena RAI hasta que en 1966 volvió a la gran pantalla y tuvo especial éxito en el género spaghetti western.
A partir de 1967, Petroni dirigió cinco spaghetti western, generalmente considerados entre los más importantes de su género.[9][10] Además de los mencionados, entre los títulos destacan La noche de las serpientes (1969) y Ya le llaman Providencia (1972), con Tomás Milián como Provvidenza.
Después de retirarse del negocio cinematográfico a finales de la década de 1970, Petroni se dedicó a escribir como novelista y ensayista.[7][11] En 1986 ganó el Premio Dessì de ficción.[12]