Frances Yates

Summary

Dame Frances Amelia Yates (28 de noviembre de 1899–29 de septiembre de 1981) fue una historiadora inglesa especializada en el Renacimiento que escribió libros sobre la historia del esoterismo occidental.

Frances Yates
Información personal
Nacimiento 28 de noviembre de 1899 Ver y modificar los datos en Wikidata
Portsmouth (Reino Unido) Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimiento 29 de septiembre de 1981 Ver y modificar los datos en Wikidata (81 años)
Londres (Reino Unido) Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Británica
Educación
Educada en
Información profesional
Ocupación Ensayista, historiadora, historiador de la filosofía e historiadora del arte Ver y modificar los datos en Wikidata
Área Historia cultural y ensayo Ver y modificar los datos en Wikidata
Empleador Instituto Warburg (desde 1941) Ver y modificar los datos en Wikidata
Miembro de
Distinciones

Tras obtener un MA en francés en el University College London, comenzó a publicar sus investigaciones en revistas académicas y libros, centrándose en el teatro del siglo XVI y en la vida del lingüista y lexicógrafo John Florio. En 1941 fue contratada por el Instituto Warburg en Londres y empezó a trabajar en lo que denominó «historia warburguiana», que enfatizaba un enfoque paneuropeo e interdisciplinar de la historiografía.

Su publicación más aclamada fue Giordano Bruno y la tradición hermética (1964), en la que destacó el papel del hermetismo en la obra de Bruno y el papel que la magia y el misticismo desempeñaron en el pensamiento renacentista. El arte de la memoria (1966) sobre nemotecnia en el Renacimiento, La Ilustración rosacruz (1972) y La filosofía oculta en la época isabelina de 1979 —obra en la que John Dee es un personaje central— son también obras mayores. Yates escribió extensamente sobre el ocultismo o las filosofías neoplatónicas del Renacimiento, a las que se le atribuye haber hecho más accesibles. En varios puntos desarrolla indagaciones de D. P. Walker, pero ofrece unas perspectivas inéditas, gracias a su cuidadoso contraste y al análisis de fuentes.

Tuvo eco tardío en Europa, acaso por su actitud discreta centrada en la indagación. Ernst Gombrich señaló que Yates «siempre fue lectora de fuentes primarias, no secundarias; aunque su desprecio hacia las opiniones establecidas nos hiciera vacilar, debíamos aceptar que había llegado a entender la mentalidad de las eras pasadas de manera más directa que la mayor parte de nosotros». Su trabajo ha interesado a historiadores del arte, de la ciencia, historiadores del Renacimiento y del esoterismo.

Biografía

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Juventud: 1899–1913

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Me parece ahora la Edad de Oro, en la que la seguridad y estabilidad de la era victoriana seguían intactas y parecían el estado natural de las cosas, que continuarían para siempre (aunque en una forma menos severa y más fácil). No fue, por supuesto, una edad de oro para todos, pero para mí fue un tiempo de perfecta seguridad y felicidad cuando puse por primera vez raíces de experiencia e indagación en un mundo que tenía sentido.
— Frances Yates, sobre su infancia[1]

Frances Amelia Yates nació el 28 de noviembre de 1899 en la ciudad costera del sur de Inglaterra Southsea.[2]​ Fue la cuarta hija de unos padres de clase media, James Alfred y Hannah Malpas Yates, y tuvo dos hermanas, Ruby y Hannah, y un hermano, Jimmy.[3]​ James era hijo de un artillero de la Royal Navy y ocupaba un puesto de alto rango supervisando la construcción de dreadnoughts. Era un lector entusiasta y se aseguró de que sus hijos tuviesen acceso a muchos libros.[4]​ James era un cristiano anglicano devoto, influido por el Movimiento de Oxford y proclive a la Iglesia católica.[5]​ Frances fue bautizada en febrero de 1900 en la iglesia de St. Anne del arsenal,[6]​ aunque desde temprana edad tuvo dudas sobre el cristianismo y la exactitud literal de la Biblia.[7]

En 1902, James fue trasladado a los Astilleros de Chatham,[8]​ y en diciembre de 1903 se mudó a Glasgow para convertirse en superintendente de construcción naval en el río Clyde.[9]​ Allí, la familia empezó a asistir a la Iglesia episcopal escocesa de St. Mary.[10]​ James se jubiló en 1911, aunque siguió ofreciendo su asesoramiento y experiencia a los astilleros.[11]​ La familia se mudó con frecuencia en los años siguientes: de una granja en Ingleton, Yorkshire, a Llandrindod Wells, Ripon, Harrogate y luego a Oxton en Cheshire.[12]​ También pasaban las vacaciones anuales en Francia cada verano.[13]

Durante este periodo, la educación de Yates fue irregular. En sus primeros años fue educada en casa: sus hermanas le enseñaron a leer antes de que su madre asumiera su educación al alejarse del hogar.[14]​ Cuando vivieron en Glasgow asistió brevemente a la escuela privada Laurel Bank School,[15]​ pero no iría a la escuela durante dos años tras dejar la ciudad.[11]​ A pesar de la falta de educación formal, leía con avidez; la impresionaron las obras de William Shakespeare,[16]​ y la poesía de los románticos y los prerrafaelitas, en particular la de Dante Gabriel Rossetti y John Keats.[17]​ También empezó a escribir; en marzo de 1913, Yates publicó un cuento en el Glasgow Weekly Herald.[18]​ Con 16 años comenzó a escribir un diario, en el que afirmaba que «mi hermano escribe poemas, mi hermana escribe novelas, mi otra hermana pinta cuadros y yo, yo debo y voy a hacer algo. No soy muy buena pintando, no sirvo para la música, así que solo me queda escribir. Así que escribiré».[19]

Primera etapa profesional: 1914–1938

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En 1914 estalló la Primera Guerra Mundial; su hermano se alistó en el ejército británico y murió en combate en 1915.[1]​ Como consecuencia, dijo que la «guerra destrozó a nuestra familia... De adolescente viví entre las ruinas».[20]​ Decidida a cursar estudios universitarios, se presentó sin éxito al examen de ingreso de la Universidad de Oxford, con la esperanza de estudiar Historia.[21]​ La familia se trasladó posteriormente a Claygate, Surrey, instalándose en una casa de nueva construcción en la que Yates viviría hasta su muerte.[22]​ Sus hermanas se habían marchado, dejando a Frances al cuidado de sus padres ancianos,[23]​ aunque también viajaba regularmente en tren al centro de Londres, donde pasaba mucho tiempo leyendo e investigando en la biblioteca del Museo Británico.[22]

La investigación de Yates se centró en dos figuras del Renacimiento, John Florio (izquierda) y Giordano Bruno (derecha).

A comienzos de la década de 1920 inició sus estudios de grado en francés en el University College, London. Matriculada como estudiante externa, se entregó por completo a sus estudios y no socializó con otros estudiantes. Obtuvo el BA con matrícula de honor en mayo de 1924.[24]​ Publicó su primer artículo académico en 1925, «English Actors in Paris during the Lifetime of Shakespeare», en el número inaugural de The Review of English Studies.[22]​ Luego comenzó un MA en francés en la Universidad de Londres, esta vez como estudiante interna. Su tesis se tituló «Contribution to the Study of the French Social Drama in the Sixteenth Century», y en ella sostenía que las obras de ese periodo podían verse como propaganda dirigida a la población analfabeta. Aunque escrita para un título en francés, era marcadamente histórica y mostraba el interés de Yates por cuestionar supuestos e interpretaciones previas del pasado. Supervisada por Louis M. Brandin y F. Y. Eccles, obtuvo el MA en 1926.[25][26]​ De 1929 a 1934, Yates enseñó francés en la North London Collegiate School, pero no le gustó, ya que le dejaba poco tiempo para dedicarse a su investigación.[27]

Mientras consultaba registros en el Public Record Office de Londres, conoció a John Florio en un testimonio de 1585.[28]​ Intrigada por él, dedicó su tercer artículo académico al tema: «John Florio at the French Embassy», que apareció en The Modern Language Review en 1929.[29]​ Se dispuso a escribir una biografía de Florio, John Florio: The Life of an Italian in Shakespeare's England, que Cambridge University Press publicó en 1934; aceptaron publicarla con la condición de abreviarla y de que Yates aportara 100 libras esterlinas a su edición.[30]​ El libro obtuvo críticas positivas y valió a Yates el premio Mary Crawshaw de la Academia Británica.[31]​ Tras haber aprendido italiano por su cuenta,[32]​ en el verano de 1935 pasó varias semanas en un curso de la lengua para académicos en el Girton College, Universidad de Cambridge; allí entabló amistades de por vida con Nesca Robb y Linetta de Castelvecchio, ambas estudiosas del Renacimiento.[33]​ El segundo libro de Yates fue A Study of Love's Labour's Lost, un examen de Love's Labour's Lost. Lo publicó Cambridge University Press en 1936.[34]

A través de su investigación sobre Florio, Yates se interesó por uno de sus asociados, Giordano Bruno.[35]​ Tradujo la La Cena de le Ceneri (La cena del Miércoles de Ceniza) de Bruno y añadió una introducción en la que rebatía la opinión predominante de que Bruno había sido simplemente un defensor del Copérnico heliocéntrico; sostuvo en cambio que pedía un retorno al catolicismo medieval. Ofreció el libro a Cambridge University Press, que rechazó publicarlo; más tarde comentó que fue «lo peor de mis intentos… era lamentablemente ignorante del pensamiento y la magia del Renacimiento».[36]​ En su reevaluación del pensamiento de Bruno, Yates había sido influida por varios estudiosos que habían empezado a reconocer el papel de la magia y el misticismo en el pensamiento renacentista: el historiador francés de la ciencia Pierre Duhem, el historiador estadounidense Lynn Thorndike y el especialista en estudios renacentistas Francis Johnson.[37]​ La biógrafa de Yates, Marjorie Jones, sugirió que esta interpretación estuvo influida en parte por las propias convicciones religiosas de Yates, que —influida por los románticos y los prerrafaelitas— admiraba el ritual católico y era crítica con la Reforma protestante.[38]

Ingreso en el Instituto Warburg: 1939–1960

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Una amiga de Yates, la historiadora y también especialista en Bruno, Dorothea Singer, la presentó a Edgar Wind, subdirector del Instituto Warburg, en una reunión de fin de semana en Par, Cornualles.[39]​ Por invitación de Wind, Yates contribuyó con un artículo sobre «Giordano Bruno's Conflict with Oxford» para el segundo número del Journal of the Warburg Institute en 1939, seguido de «The Religious Policy of Giordano Bruno» en el tercer número. En estos artículos aún no asociaba a Bruno con el hermetismo.[40]​ En 1941, el director del Warburg, Fritz Saxl, ofreció a Yates un puesto en el instituto, entonces con sede en South Kensington; aceptó, asumiendo un cargo dedicado en gran medida a la edición de la revista, que también le daba mucho tiempo para continuar su investigación independiente.[41]​ Para entonces, Gran Bretaña había entrado en la Segunda Guerra Mundial contra la Alemania nazi, y Yates participó en el esfuerzo bélico, formándose en primeros auxilios con la Cruz Roja y ofreciendo su voluntariado como asistente de ambulancia de defensa civil (ARP).[42]​ En 1941, su padre murió durante un bombardeo, aunque la causa de la muerte no se conoce.[43]​ Yates siguió padeciendo depresión y fue profundamente infeliz.[44]

 
El Instituto Warburg en Woburn Square, Londres

En 1943, Yates recibió el Marion Reilly Award de la Federación Británica de Mujeres Universitarias.[45]​ También pronunció una conferencia ante el Comité de Relaciones Internacionales de la Federación titulada «How will History be written if the Germans win this war?»[45]​ En el Warburg, su círculo intelectual incluía a Anthony Blunt, Margaret Whinney, Franz Boas, Ernst Gombrich, Gertrud Bing, Charles y Dorothea Singer, D. P. Walker, Fritz Saxl, Eugénie Droz y Roy Strong.[46]​ En este tiempo también entabló amistades duraderas con Jan van Dorsten y Rosemond Tuve, ambos estudiosos.[47]

Tras la victoria de Gran Bretaña en la guerra, Yates fue de las académicas del Warburg que subrayaron la necesidad de una historiografía paneuropea, para rechazar los nacionalismos que habían conducido a las guerras mundiales; este enfoque, creía, debía ser a la vez internacional e interdisciplinar.[48]​ Describió este nuevo enfoque como «historia warburguiana», definida como la «historia de la cultura en su conjunto: la historia del pensamiento, la ciencia, el arte, incluyendo la historia de la imaginería y el simbolismo».[49]​ En relación con ello, sostenía que la educación escolar debía centrarse en la historia paneuropea, y no solo en la británica.[50]

El Instituto Warburg publicó en 1947 el tercer libro de Yates, The French Academies of the Sixteenth Century. Lo describió como «un esfuerzo ambicioso por aplicar los modos de trabajo warburguianos, usar arte, música, filosofía, religión» para aclarar el tema.[51]​ Al año siguiente empezó a considerar la escritura de un libro sobre Bruno,[52]​ y pasó septiembre de 1951 en Italia, visitando lugares asociados a su vida.[53]​ Para 1948, las dos hermanas de Yates habían regresado a la casa familiar en Claygate;[54]​ sin embargo, en marzo de 1951 Hannah murió de leucemia,[55]​ y la madre de Yates falleció en octubre de 1952.[56]​ Pese a los problemas en su vida personal, continuó su labor académica, publicando por lo general dos o tres artículos al año.[57]​ También impartió conferencias sobre sus temas de investigación en varias universidades británicas; durante la década de 1950 disertó sobre la espérance impériale, que luego sería recopilada y publicada como Astraea: The Imperial Theme in the Sixteenth Century (1975).[58]

En 1954, Gertrud Bing se convirtió en directora del Warburg y dirigió el traslado desde South Kensington a un edificio de nueva construcción en Woburn Square, Bloomsbury. Bing era amiga íntima de Yates y solían ir de vacaciones juntas.[59]​ El cuarto libro de Yates, publicado en 1959, fue The Valois Tapestries, en el que analizó los homónimos tapices de la Uffizi en Florencia, Italia. Propuso una interpretación novedosa de los tapices, abordándolos como «una historia detectivesca» y sosteniendo que pretendían ser retratos de la familia real francesa.[60]

Reconocimiento internacional: 1961–1981

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La productividad académica de Yates aumentó en las décadas de 1960 y 1970,[61]​ cuando también se convirtió en crítica habitual de libros en The New York Review of Books.[62]​ En 1961, Yates redactó Giordano Bruno y la tradición hermética, que ha llegado a ser considerada su obra maestra. En su diario escribió que entonces «veía el hermetismo como la clave para Bruno y para toda la visión de la magia renacentista en relación con él».[63]​ Su amigo D. P. Walker la había animado a adoptar este enfoque.[64]​ El libro fue publicado en 1964 por Cambridge University Press.[61]​ La obra le granjeó fama académica internacional y en 1965 realizó una gira de conferencias por Estados Unidos.[65]​ Su siguiente publicación fue una especie de secuela parcial de Giordano Bruno y la tradición hermética, publicada como El arte de la memoria en 1966.[66]​ En 1967 fue elegida Fellow de la Academia Británica (FBA).[67]​ En 1969 publicó Theatre of the World.[68]​ Su siguiente libro, publicado por Routledge en 1972, fue The Rosicrucian Enlightenment, en el que examinó la influencia de los manifiestos rosacruces en la Europa del siglo XVI.[69]

En 1971, Yates recibió un doctorado honoris causa por la Universidad de East Anglia, que le fue entregado por Angus Wilson,[70]​ y en las distinciones de Año Nuevo de 1972 fue nombrada Oficial de la Orden del Imperio Británico por sus servicios a la Historia del Arte. [71][72]​ En octubre de 1973 recibió un Wolfson Award de 5000 libras por su amplia obra,[73]​ y en enero de 1974 pronunció cuatro conferencias Northcliffe en el University College London (UCL). Posteriormente serían publicadas por Routledge en 1975 como Shakespeare's Last Plays: A New Approach.[74]​ Fue elegida miembro honorario extranjero de la Academia Estadounidense de las Artes y las Ciencias en 1975.[75]​ Ese mismo año vio también la publicación de Astraea: The Imperial Theme in the Sixteenth Century, que reunía conferencias que había impartido en la década de 1950.[76]​ En febrero de 1976, Smith College en Northampton, Massachusetts le ofreció la cátedra Kennedy, que rechazó.[77]

Yates fue ascendida en los Honores de cumpleaños de la Reina de 1977 a Dama comendadora de la Orden del Imperio Británico (DBE) por sus servicios a los estudios renacentistas. [78][79]​ En 1978, la Universidad de Pisa le otorgó el Premio Galileo Galilei por su contribución al estudio de la historia italiana.[32]​ En marzo de 1979, la Academia Británica le concedió una subvención de 2000 libras para que pudiera seguir viajando desde su casa a Londres para investigar.[80]

En 1974 se celebró un congreso académico en la Biblioteca Clark de la UCLA en Los Ángeles, California, en el que se debatió y discutió lo que se denominó la «tesis de Yates».[81]​ La última década de su vida vio cómo sus críticos se volvían más numerosos y más abiertos;[82]​ sin embargo, encontró un valedor en el historiador Hugh Trevor-Roper, que reseñó positivamente sus obras y se convirtió en su amigo personal.[83]​ En 1979, Yates publicó The Occult Philosophy in the Elizabethan Age, donde abordó el lugar de la Cábala cristiana durante el Renacimiento y su influencia en el Neoplatonismo cristiano. No tuvo tanto éxito como sus libros de la década de 1960.[84]

Fue a comienzos de la década de 1970 cuando empezó a escribir una autobiografía, inspirada por la biografía de E. M. Forster sobre Goldsworthy Lowes Dickinson; quedó inacabada a su muerte, aunque se publicaron fragmentos póstumamente.[85]​ En marzo de 1979, su hermana Ruby ingresó en una residencia,[86]​ antes de que Yates realizara una gira de conferencias por Estados Unidos.[87]​ Ruby murió en mayo de 1980, dejando a Yates como la última superviviente de su familia inmediata.[80]​ En 1980 Yates fue elegida miembro extranjera de la Real Academia de Artes y Ciencias de los Países Bajos.[88]​ En el verano de 1981 realizó una gira de conferencias por Hungría y llegó a creer que la erudición anglófona había descuidado Europa Central.[89]​ Su última conferencia se pronunció en la Catedral de Mánchester y versó sobre John Dee, en quien Yates estaba cada vez más interesada.[90]​ Poco después sufrió una caída en casa y fue hospitalizada con una fisura de fémur.[91]​ Se recuperó y regresó a casa, donde murió mientras dormía.[92]​ Su cuerpo fue incinerado en un servicio conmemorativo anglicano.[93]

Escritos académicos

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Con la publicación de Giordano Bruno y la tradición hermética Yates puso de relieve el hermetismo dentro de la cultura renacentista y habló del interés por el misticismo, la magia y la gnosis de la Antigüedad tardía que sobrevivió a la Edad Media. Yates sugirió que el sacerdote católico itinerante Giordano Bruno fue ejecutado en 1600 por defender la tradición hermética más que por su afirmación de la excentricidad cósmica. Sus obras llamaron la atención sobre el papel desempeñado por la magia en la ciencia y la filosofía de la primera modernidad, antes de que estudiosos como Keith Thomas incorporaran este tema al discurso historiográfico dominante. Thomas cita a Yates, junto a Piyo M. Rattansi, por la idea básica de que el pensamiento hermético alimentó los fundamentos de la ciencia moderna antes de ser posteriormente descartado.[94]

Los estudios seminales de Michel Foucault y Frances Yates, aunque no plenamente persuasivos en todos sus aspectos, han hecho imposible que los historiadores vuelvan a ignorar el papel de diversas formas de pensamiento y práctica mágicos en la comprensión renacentista del mundo natural.[95]

La biógrafa de Yates, Marjorie Jones, afirmó que Giordano Bruno y la tradición hermética «galvanizó la historiografía del Renacimiento» al mostrar cómo el misticismo y la magia habían desempeñado un papel en la cultura renacentista y en la revolución científica.[96]​ Asimismo sostuvo que el libro «situó [a Yates] a la vanguardia de los estudios renacentistas».[97]

Reputación

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El historiador de las religiones Henrik Bogdan afirmó que la obra de Yates fue «instrumental para cambiar la actitud de los historiadores de la ciencia y la filosofía hacia el esoterismo».[98]

Aunque algunas de sus conclusiones serían posteriormente cuestionadas por otros académicos,[99]​ Yates sigue siendo una de las principales estudiosas del hermetismo en la Europa renacentista;[100]​ y su libro El arte de la memoria (1966) ha sido nombrado como uno de los libros de no ficción más significativos del siglo XX. Paolo Rossi identificó dos puntos clave en él: la importancia pasada y la posterior pérdida de la mnemotecnia como poder humano —donde argumenta que Yates exageró el aspecto oculto o «junguiano»—, y la subsiguiente marginación del área, que considera válida y de aplicación más amplia.[101]Frances Yates and the Hermetic Tradition de Marjorie G. Jones, la primera biografía de Yates, fue publicada en 2008 por Ibis Press.

En 2017, su obra fue objeto de debate en el congreso London's Women Historians, celebrado en el Instituto de Investigación Histórica.[102]

Críticas académicas

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Se dice ahora que Yates fundó un paradigma, o que elaboró un gran relato. En esos términos, un llamado paradigma Yates (a veces tesis Yates), su obra es objeto de libre controversia. Esta es una opinión que ha planteado Wouter Hanegraaff, partiendo de Yates como la primera estudiosa en tratar el hermetismo renacentista, integrado con la rosacrucianismo, como un aspecto coherente de la cultura europea. Lo ha formulado como una paradoja atractiva: el esoterismo autónomo contribuyendo a dar a luz a la mentalidad científica que se mostrará desdeñosa de su progenitora. Pero, se dice ahora, no existió una tradición esotérica unitaria y esa visión solo se sostiene con una lectura selectiva de las pruebas. Las discusiones en torno a este cuestionamiento de Yates incluyen a Lodovico Lazzarelli y las opiniones rivales de Antoine Faivre, quien ha propuesto una definición más clara de esoterismo.[103]

Hanegraaff sostuvo que la recepción de la obra de Yates estuvo coloreada por el Zeitgeist. Se añadió de forma acorde una suposición adicional: que el mago tenía un punto de vista que podía recuperarse. Además, sostiene que el uso esencialista más que nominalista del propio término «esoterismo» ha viciado trabajos posteriores. En su opinión, el «paradigma de Yates» dominó en la década de 1970 pero quedó de lado en la de 1980 entre los especialistas.[104]​ Yates dejó esbozos sobre la «tesis de Yates» en sus propios trabajos (sobre Francis Bacon en relación con el hermetismo y el Círculo de Hartlib, en particular). Estos se relacionaban con vías y con cómo se ejerció la influencia real sobre la ciencia.

Brian Vickers identifica a Rattansi, A. G. Debus y Peter J. French como partidarios de la tesis de Yates, y a M. B. Hesse, Edward Rosen, Paolo Rossi y Charles Trinkaus en el lado contrario. Señala que el debate (hasta 1984) no se condujo mediante una lectura minuciosa de textos y pruebas; él mismo se muestra completamente no convencido por la tesis.[105]

A menudo se criticó la erudición de Yates por usar lo que ella denominó su «poderosa imaginación histórica»; propuso escenarios que no podían demostrarse con pruebas documentales, algo que muchos otros historiadores vieron como un defecto metodológico.[106]

Pero «se ocupó de tradiciones cuya lejanía no pudo eliminar, aun cuando las hizo más comprensibles».[107]

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John Crowley se basó ampliamente en Yates para los motivos ocultistas de Little, Big (1981) y la serie Ægypt (1987–2007), en la que aparece brevemente como personaje.[108]

Philip Pullman se inspiró en Giordano Bruno and the Hermetic Tradition para el diseño del aletiometro en la serie His Dark Materials (1995–2000).[109]

Vida personal

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La biógrafa de Yates, Marjorie G. Jones, describió a la historiadora como una mujer «profundamente emocional, incluso apasionada», «depresiva, voluble [y] frecuentemente infeliz»,[110]​ además de ferozmente decidida y trabajadora.[111]​ Jones señaló que Yates siguió siendo un producto del pensamiento y los sistemas de valores victorianos durante toda su vida.[2]​ Fue muy crítica con el nacionalismo, al que veía como causa de las guerras europeas de comienzos del siglo XX, y buscó encontrar una solución a los conflictos europeos en la historia, en particular la del siglo XVI.[112]​ Sin embargo, en lo tocante a la política partidista, fue en gran medida apolítica.[113]

En 1942 comentó: «Soy anglicana y adopto el punto de vista histórico de que la revolución nazi [es decir, protestante] de 1559, y todas las miserables complicaciones que siguieron, me privaron de parte de mi herencia natural y nativa como católica inglesa».[114]

Los diarios de Yates solo aluden a un posible apego romántico, hacia un hombre llamado Leonard, aunque no hay pruebas de que mantuvieran una relación.[115]​ No hay evidencia de que mantuviera relaciones sexuales con otra persona, aunque sus diarios están llenos de referencias a una lucha personal contra la tentación, que puede referirse a pensamientos sexuales.[116]

Obras

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  • John Florio: The Life of an Italian in Shakespeare's England (1934)
  • A Study of Love's Labour's Lost (1936)
  • The French Academies of the Sixteenth Century (1947)
  • Tapices de Valois (1959)
  • Giordano Bruno y la tradición hermética (1964) ISBN 9780226950075
  • El arte de la memoria (1966) ISBN 9780226950013
  • Theatre of the World (1969)
  • La Ilustración rosacruz (1972)
  • Astraea: The Imperial Theme in the Sixteenth Century (1975)
  • Shakespeare's Last Plays: A New Approach (1975)
  • The Occult Philosophy in the Elizabethan Age (1979)
  • Lull and Bruno (1982), Collected Essays I
  • Renaissance and Reform: The Italian Contribution (1983), Collected Essays II
  • Ideas and Ideals in the North European Renaissance (1984), Collected Essays III

Ediciones en español

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  • Giordano Bruno y la tradición hermética, Barcelona, Ariel, 1983.
  • El arte de la memoria, Madrid, Taurus, 1974.
  • El iluminismo Rosacruz, México, FCE, 1981.
  • Las últimas obras de Shakespeare, México, FCE, 1986.
  • La filosofía oculta en la época isabelina, México 1982.
  • Collected Essays, original en inglés 1983-1984: I. Lulio y Bruno (México, 1990); II. Renacimiento y reforma: la contribución italiana (México, 1991); y III. Ideas e ideales del renacimiento en el norte de Europa (México, 1993).

Véase también

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Referencias

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Notas

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  1. a b Jones, 2008, p. 22.
  2. a b Jones, 2008, p. 1.
  3. Jones, 2008, pp. 1, 3.
  4. Jones, 2008, pp. 2–3.
  5. Jones, 2008, p. 4.
  6. Jones, 2008, p. 2.
  7. Jones, 2008, p. 8.
  8. Jones, 2008, p. 6.
  9. Jones, 2008, pp. 7, 16.
  10. Jones, 2008, pp. 18–19.
  11. a b Jones, 2008, p. 19.
  12. Jones, 2008, pp. 20–21.
  13. Jones, 2008, p. 3.
  14. Jones, 2008, pp. 3, 13–14.
  15. Jones, 2008, p. 16.
  16. Jones, 2008, p. 23.
  17. Jones, 2008, pp. 32–33.
  18. Jones, 2008, pp. 16–18.
  19. Jones, 2008, pp. 24–26.
  20. Jones, 2008, p. 29.
  21. Jones, 2008, pp. 30–31.
  22. a b c Jones, 2008, p. 39.
  23. Jones, 2008, pp. 41–42.
  24. Jones, 2008, pp. 40, 43.
  25. Jones, 2008, pp. 43–51.
  26. [http://arthistorians.info/yatesf Perfil de Yates en arthistorians.info.]
  27. Jones, 2008, p. 42.
  28. Jones, 2008, pp. 55–56.
  29. Jones, 2008, p. 60.
  30. Jones, 2008, pp. 61–62.
  31. Jones, 2008, p. 65.
  32. a b Jones, 2008, p. 55.
  33. Jones, 2008, pp. 62–65.
  34. Jones, 2008, p. 66.
  35. Jones, 2008, pp. 56–57.
  36. Jones, 2008, pp. 57–58, 66–73.
  37. Jones, 2008, pp. 58–60.
  38. Jones, 2008, p. 71.
  39. Jones, 2008, p. 75.
  40. Jones, 2008, pp. 76–77.
  41. Jones, 2008, pp. 77–78.
  42. Jones, 2008, pp. 88–89.
  43. Jones, 2008, p. 93.
  44. Jones, 2008, p. 78.
  45. a b Jones, 2008, p. 99.
  46. Jones, 2008, pp. 96–97.
  47. Jones, 2008, pp. 97–98.
  48. Jones, 2008, p. 96.
  49. Jones, 2008, pp. 102–103.
  50. Jones, 2008, pp. 99–100.
  51. Jones, 2008, pp. 100–101.
  52. Jones, 2008, pp. 112–113.
  53. Jones, 2008, p. 114.
  54. Jones, 2008, p. 109.
  55. Jones, 2008, p. 108.
  56. Jones, 2008, pp. 111, 114.
  57. Jones, 2008, p. 112.
  58. Jones, 2008, p. 113.
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Obras citadas

editar
  • Bogdan, Henrik (2007). Western Esotericism and Rituals of Initiation. Nueva York: SUNY Press. ISBN 978-0-7914-7070-1. 
  • Anthony Grafton; Nancy G. Siraisi, ed. (1999). Natural Particulars: Nature and the Disciplines in Renaissance Europe. MIT Press. ISBN 978-0-262-07193-2. 
  • Hanegraaff, Wouter (2004). «The Study of Western Esotericism». En Peter Antes; Armin W. Geertz; Randi Ruth Warne, ed. New Approaches to the Study of Religion: Regional, Critical, and Historical Approaches. Walter de Gruyter. 
  • Jardine, Lisa; Brotton, Jerry (2005). Global Interests: Renaissance Art Between East And West. Reaktion Books. ISBN 1-86189-166-0. 
  • Jones, Marjorie G. (2008). Frances Yates and the Hermetic Tradition. Lake Worth, Florida: Ibis Press. ISBN 978-0-89254-133-1. 
  • Krois, John Michael (2002). «Ars Memoriae, Philosophy and Culture: Frances Yates and After». En Glenn Alexander Magee, ed. Philosophy and Culture: Essays in Honor of Donald Phillip Verene. Charlottesville, VA: Philosophy Documentation Center. pp. 149-162. Archivado desde el original|urlarchivo= requiere |url= (ayuda) el 25 de octubre de 2004.  Parámetro desconocido |urlestado= ignorado (ayuda)
  • Leggio, Gail (15 de febrero de 2007). «Reviving Iconography: Cristina Vergano and Irene Hardwicke Olivieri». Archivado desde el original el 11 de febrero de 2012.  Parámetro desconocido |sitio= ignorado (se sugiere |obra=) (ayuda); Parámetro desconocido |urlestado= ignorado (ayuda)
  • The Marlowe Society (s. f.). «The Free Thinkers». Archivado desde el original el 16 de diciembre de 2011.  Parámetro desconocido |sitio= ignorado (se sugiere |obra=) (ayuda); Parámetro desconocido |urlestado= ignorado (ayuda)
  • Rossi, Paolo (2000). Logic and the Art of Memory: The Quest for a Universal Language. University of Chicago Press. ISBN 978-0-226-72826-1. 
  • Thomas, Keith (1971). Religion and the Decline of Magic. Scribner. ISBN 978-0-684-10602-1. 
  • Brian Vickers, ed. (1984). Occult and Scientific Mentalities in the Renaissance. Cambridge University Press. ISBN 978-0-521-25879-1. 

Lecturas adicionales

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  • Gatti, Hilary (2002). «Frances Yates's Hermetic Renaissance in the Documents held in the Warburg Institute Archive». Aries, Journal of the Study of Western Esotericism 2 (2). 
  • Jacob, Margaret; Gosselin, Edward (septiembre de 1982). «Eloge: Dame Frances Amelia Yates, 28 November 1899 – 29 September 1981». Isis 73 (3): 424-426. S2CID 144800526. doi:10.1086/353046. 
  • Trapp, J. B. (2003). Frances Amelia Yates 1899–1981. Proceedings of the British Academy. 119, Biographical Memoirs of Fellows. 
  • Trevor Roper, H. R. (18 de enero de 1973). «Frances Yates, Historian». The Listener 89 (2286). 

Enlaces externos

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  •   Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Frances Yates.
  • Oxford Dictionary of National Biography
  • Página del Instituto Warburg