Foces es un despoblado del municipio de Ibieca, en la provincia de Huesca (España). A este lugar debía su apellido el linaje de los Foces.
Foces | ||
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despoblado | ||
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País |
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• Com. autónoma |
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• Provincia |
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• Municipio | Ibieca | |
Ubicación | 42°08′53″N 0°11′43″O / 42.14797, -0.19525 | |
• Altitud | 561 metros | |
Población | 0 hab. | |
Desde su primera mención escrita en 1104 se documentan las variantes Foces, Fozes, Foçes y Focibus.
Su nombre puede derivar de la voz aragonesa foz, cognado del español hoz en referencia a los abundantes cañones fluviales en la zona.
El lugar estaba situado al pie de la Sierra de Guara junto al camino real que unía Alquézar con Huesca, trazado que en nuestros días coincide parcialmente con el Camino Natural de la Hoya de Huesca y una variante del GR-1. La localidad habitada más cercana es Ibieca a 2 km.
La primera mención escrita data de 1104, en la concordia realizada por el obispo de Huesca y el abad de Montearagón.
En julio de 1259 Eximino de Foces dona la villa, el castillo de Foces, la recién construida iglesia de San Miguel de Foces y los lugares de Coscullano y Loscertales a la Orden de San Juan de Jerusalén.[1]
El 22 de febrero de 1398 era de Miguel de Gurrea.[2]
El 20 de enero de 1440 Alfonso V de Aragón concedió a Lope Ximénez de Urrea y Bardaxí el ya desploblado de Foces, que en otro tiempo poseía Miguel de Protor.[3] Por lo tanto, se puede deducir que se desplobló el algún momento de la Baja Edad Media.
La única construcción que se conserva del despoblado es la iglesia de San Miguel de Foces, un templo de estilo de transición entre el arte románico y el gótico que fue mandado construir en 1249 por Eximino de Foces para ser usado como panteón familiar y que, una vez concluido, fue donado a la Orden de San Juan de Jerusalén con la obligación de mantener allí un comendador y trece frailes presbíteros.
A cerca de un kilómetro de la iglesia se halla Peña Mora, una cueva artificial con forma de codo excavada en arenisca que según la tradición local era usada para ritos relacionados con la fecundidad.[4]
En la novela Vida de Pedro Saputo de Braulio Foz se menciona el pueblo de Foces junto al vecino Bascués —ambos desploblados en el momento en el que se sitúa la novela— en un breve fragmento en el que se alude a la fama del viñedo de ambas localidades.