Esteban III

Summary

Esteban III o IV[nota 1]​ (Siracusa, c. 720-Roma, 24 de enero del 772) fue el papa 94.º de la Iglesia católica entre 768 y 772. [1]

Esteban III

Miniatura contenida en las Crónicas de Núremberg (Hartmann Schedel, 1493)


Papa de la Iglesia católica
1 de agosto del 768-24 de enero del 772
Predecesor Paulo I
Sucesor Adriano I
Información religiosa
Proclamación cardenalicia 761
por Paulo I
Información personal
Nombre Desconocido
Nacimiento c. 720
Siracusa, Sicilia, Imperio bizantino
Fallecimiento 24 de enero del 772
Roma, Estados Pontificios

Biografía

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Primeros años

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Esteban III (también numerado a veces como Esteban IV en listados antiguos) nació hacia el año 720 en Siracusa (Sicilia).

Las fuentes tradicionales señalan que era de origen griego y que fue hijo de un hombre llamado Olivus. La fecha de nacimiento no es segura y suele estimarse alrededor del año 720.

Según las crónicas, Esteban se trasladó a Roma durante el pontificado de Gregorio III. En Roma ingresó en el monasterio de San Crisógono en Trastevere, donde hizo vida monástica como benedictino. Más tarde fue ordenado sacerdote bajo el pontificado de Zacarías, y a partir de entonces sirvió en roles vinculados al Palacio de Letrán. [1]

Esteban fue progresando en la administración eclesiástica romana, desempeñó funciones crecientes en la curia y llegó a ocupar cargos relevantes, algunas fuentes le asignan el rango de cánonigo o cargos similares en San Juan de Letrán y en la estructura del Laterano.

Estuvo cercano a sucesivos pontífices y figura presente en la corte cuando se produjeron las intrigas que siguieron a la muerte de Paulo I (767). Esa posición en la administración eclesiástica fue determinante para que los clérigos romanos lo eligieran Papa en agosto de 768.

Elección

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El año 768 estuvo marcado por las reivindicaciones enfrentadas de dos antipapas: Constantino II, un laico impuesto por una facción de nobles toscanos, y Felipe, candidato promovido por los lombardos. Ambos fueron apartados del cargo gracias a la acción de Cristóforo, primicerius de los notarios, y de su hijo Sergio, tesorero de la Iglesia romana. Con la captura de Constantino, Cristóforo organizó una elección canónica, el 1 de agosto convocó al clero, al ejército romano y al pueblo para reunirse en la iglesia de San Adrián, en el antiguo Comitium. Allí, el 7 de agosto, la asamblea conjunta eligió a Esteban como papa.[2]

La elección fue seguida por un traslado solemne a la iglesia de Santa Cecilia en Trastevere, donde Esteban fue aclamado y luego conducido al Palacio de Letrán como papa electo.

A continuación, se produjeron violentas represalias contra los partidarios de Constantino. El propio antipapa fue perseguido por las calles de Roma con pesos atados a los pies, mientras que su vicario, el obispo Teodoro, fue cegado y mutilado de la lengua; su hermano Passivus también fue cegado. Constantino fue oficialmente depuesto el 6 de agosto y Esteban consagrado al día siguiente. Pese a ello, las represalias continuaron. La ciudad de Alatri, sublevada en favor de Constantino, fue sometida y sus líderes castigados con ceguera y mutilaciones. Por orden del chartularius papal Gratiosus, Constantino fue finalmente sacado de su celda monástica, cegado y abandonado en las calles de Roma con instrucciones de no recibir ayuda. También fue ejecutado Waldipert, sacerdote que había promovido la candidatura de Felipe, acusado de conspirar con los lombardos contra Roma.[2]

El grado de implicación de Esteban en estas violencias es discutido. Según algunos historiadores, el papa fue un mero espectador, siendo Gratiosus el verdadero responsable. Otros lo presentan como principal instigador, complacido en la destrucción de sus rivales. Una tercera visión intermedia sostiene que, aunque Esteban no habría ordenado directamente las atrocidades, tampoco hizo nada para impedirlas, bien por interés político o por debilidad personal. Lo que resulta evidente es que la reciente creación de los Estados Pontificios intensificó las luchas entre familias aristocráticas romanas, transformándolas en conflictos sangrientos por el control del poder temporal en Italia, en el que quedó atrapado el papado.[2]

Pontificado

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Concilio de Roma

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Tras haber consolidado su posición frente a los partidarios de Constantino, Esteban notificó su elección al rey franco Pipino el Breve y solicitó el envío de obispos para participar en un concilio que debía examinar la reciente crisis. Como Pipino ya había fallecido, sus hijos Carlomagno y Carlomán I enviaron doce obispos al Concilio de Roma de 769. En él se condenó definitivamente a Constantino II, quien fue golpeado y mutilado antes de ser devuelto a su celda monástica. Todos los nombramientos clericales efectuados por Constantino fueron declarados inválidos. Además, se establecieron normas más estrictas para las elecciones papales, limitando la injerencia de la nobleza, y se rechazaron las decisiones del Concilio de Hieria, confirmándose la práctica de la devoción a los iconos frente a la iconoclasia.

En 770 surgió un nuevo conflicto en la sede arzobispal de Rávena. Allí, un laico llamado Miguel, apoyado por el rey lombardo Desiderio y el duque de Rímini, encarceló a León I, que había sido elegido previamente arzobispo, y buscó la confirmación pontificia. Esteban se negó, amparándose en las disposiciones del concilio de 769, y envió cartas y legados instando a Miguel a dimitir. Ante su negativa, la crisis se prolongó más de un año. Finalmente, la intervención de un embajador franco en Rávena, junto con la presión de los enviados papales, favoreció la caída de Miguel, que fue enviado encadenado a Roma. Poco después, Esteban consagró a León I como arzobispo de la ciudad.

Alianza franco-lombarda

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A lo largo de su pontificado, Esteban se mostró receloso de los planes expansionistas del reino lombardo. Confiando en el apoyo franco, buscó mediar en las disputas entre Carlomagno y Carlomán I, sucesores de Pipino el Breve, ya que su rivalidad favorecía los intereses lombardos en Italia. En 769 intervino para reconciliarlos y, al mismo tiempo, los presionó para que respaldaran a los incipientes Estados Pontificios, recordándoles el apoyo que su padre había brindado al papado y solicitando su intercesión ante los lombardos.

En 770 se envió una embajada al rey Desiderio, en la que participó Bertrada de Laon, madre de Carlomagno. Como resultado, el papado recuperó territorios de Benevento que reclamaba desde tiempo atrás. Sin embargo, Esteban quedó consternado al conocer que Desiderio y Bertrada negociaban una alianza matrimonial entre la hija del monarca, Desiderata, y uno de los hijos de Bertrada, posiblemente Carlomagno. También se habría planteado un matrimonio entre la hermana de este, Gisela, y el hijo de Desiderio, Adalgis.

Esteban protestó con firmeza, enviando cartas a Carlomagno y a Carlomán en las que recordaba que ambos ya estaban casados y que habían prometido a sus predecesores considerar enemigos del papado a los enemigos de San Pedro. En una de sus misivas condenaba la posibilidad de un nuevo matrimonio, señalando que «tales cosas hacen los paganos», y exhortaba a los reyes francos a mantener la fidelidad a sus esposas y a la Iglesia.

Pese a sus súplicas, Carlomagno se casó con Desiderata en 770, sellando temporalmente una alianza familiar con los lombardos que supuso un revés para la política papal.

Caída de Cristóforo y Sergio

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Durante 769 y 770, Esteban continuó gobernando con el apoyo de Cristóforo, primicerius de los notarios, y de su hijo Sergio, quienes habían asegurado su elección al trono pontificio. Su firme oposición a los lombardos provocó que el rey Desiderio buscara su caída. Para ello sobornó al chambelán papal Pablo Afiarta y a otros miembros de la corte, quienes comenzaron a difundir rumores contra Cristóforo y Sergio.

En 771, Desiderio intentó entrar en Roma al frente de un ejército, presentándose como peregrino. Cristóforo y Sergio cerraron las puertas de la ciudad y dispusieron tropas en las murallas. El rey lombardo pidió hablar con el Papa, que salió a su encuentro, mientras los partidarios de Afiarta trataban de provocar una revuelta en Roma. Aunque Cristóforo logró sofocar el intento y obligó a sus rivales a huir, el enfrentamiento con el pontífice se agravó. Desconfiando de Esteban, Cristóforo lo forzó a jurar que no lo entregaría a los lombardos, pero poco después el Papa reprendió públicamente al primicerius y le ordenó retirarse. Al día siguiente, Esteban buscó refugio en la Basílica de San Pedro, bajo la protección de Desiderio.

El rey lombardo, aprovechando la situación, exigió al Papa que entregara a Cristóforo y Sergio. Esteban, presionado, envió obispos para negociar con ellos e instó a que se retiraran a un monasterio o se presentaran ante él en San Pedro. Paralelamente, Desiderio difundió un mensaje a los romanos asegurando que el Papa ordenaba expulsar a Cristóforo para salvar la ciudad. Ante la deserción de sus partidarios, Cristóforo y Sergio se vieron obligados a rendirse.

De regreso en Roma, Esteban dejó a Cristóforo y Sergio en manos lombardas. A pesar de las negociaciones, ambos fueron cegados por orden de Afiarta y sus aliados. Cristóforo murió a los pocos días, mientras que Sergio sobrevivió recluido en el Palacio de Letrán.

Para justificar estos hechos y prevenir una posible represalia franca, Desiderio obligó a Esteban a enviar una carta a Carlomagno en la que se acusaba a Cristóforo y Sergio de conspirar contra el Papa con el apoyo de Carlomán. El texto sostenía que Esteban había recurrido a Desiderio en busca de protección, que los culpables habían sido liberados contra su voluntad y que el cegamiento no había sido ordenado por él. Finalmente, se alababa al rey lombardo como protector de la Iglesia y se afirmaba que había prometido restituir las tierras reclamadas por el papado.

La naturaleza ficticia de esta carta se evidenció pronto. Cuando Esteban recordó a Desiderio las promesas hechas, el rey respondió con desdén: «Conténtate con que he apartado de tu camino a Cristóforo y Sergio, quienes te gobernaban, y no reclames más. Si no continúo ayudándote, tendrás grandes problemas, pues Carlomán, rey de los francos, era su amigo y querrá venir a Roma a apresarte».

Últimos años y muerte

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En 771, el rey lombardo Desiderio continuó interviniendo en asuntos eclesiásticos en Italia. Logró convencer a los obispos de Istria de que rechazaran la autoridad del patriarca de Grado y se sometieran al patriarca de Aquilea, bajo control lombardo. En respuesta, Esteban suspendió a los obispos rebeldes y les ordenó restablecer la obediencia a Grado, advirtiéndoles que de no hacerlo serían excomulgados.

Tras la caída de Cristóforo, Paulo Afiarta permaneció en la corte papal con gran influencia. A comienzos de 772, cuando Esteban enfermó gravemente, Afiarta aprovechó la situación para exiliar a varios clérigos y nobles de Roma y encarcelar a otros. Ocho días antes de la muerte del Papa, Afiarta sacó a Sergio, que estaba ciego, de su celda en Letrán y lo hizo estrangular.

Esteban murió el 24 de enero o el 1 de febrero de 772. Fue sucedido por Adriano I.[3]

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La figura de Esteban ha sido objeto de veneración local en su lugar de origen, Siracusa, Sicilia. Durante la Edad Media, fue incluido en varios calendarios litúrgicos y martirologios sicilianos, donde se le asignaba su fiesta al 1 de febrero. Los ciudadanos de Siracusa incluso intentaron que la Santa Sede reconociera oficialmente su santidad, aunque sin éxito.[1]

Referencias

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  1. a b c «CATHOLIC ENCYCLOPEDIA: Pope Stephen (III) IV». www.newadvent.org. Consultado el 7 de septiembre de 2025. 
  2. a b c Louis Marie Olivier Duchesne (1843-1922) (1886). Le Liber pontificalis; texte, introduction et commentaire par L. Duchesne (Volume 1). Consultado el 7 de septiembre de 2025. 
  3. Miranda, Salvador. «The Cardinals of the Holy Roman Church - Biographical Dictionary - Cardinals documented in 761». www2.fiu.edu. Archivado desde el original el 11 de noviembre de 2017. Consultado el 7 de septiembre de 2025. 

Notas

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  1. En listados previos a 1961, este papa aparece como Esteban IV en lugar de Esteban III. La confusión se debe a que algunos autores toman en cuenta la elección, tras la muerte del papa Zacarías, de un sacerdote romano que adoptó el nombre de Esteban II, pero que murió tres días después, el 24 de marzo del 752. Para más información, véase el artículo Esteban II (papa efímero).

Enlaces externos

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  •   Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Esteban III.
  • Esteban III en el sitio oficial del Vaticano.
  •   Datos: Q320531
  •   Multimedia: Stephanus III / Q320531