Epidermophyton floccosum es un hongo dermatofito antropofílico (que prefiere los humanos a otros hospedadores) de distribución cosmopolita.[1]
Epidermophyton floccosum | ||
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Taxonomía | ||
Reino: | Fungi | |
División: | Ascomycota | |
Clase: | Eurotiomycetes | |
Orden: | Onygenales | |
Familia: | Arthrodermataceae | |
Género: | Epidermophyton | |
Especie: |
E. floccosum (Harz) Langeron & Miloch. | |
Sinonimia | ||
Acrothecium floccosum Harz | ||
Esta especie fue descrita por primera vez en 1870 por Carl Otto Harz, el cual lo denominó Acrothecium floccosum.[2] Posteriormente en 1907, fue renombrado a Blastotrichum floccosum por Rabenhort en su libro Krytpogamen Flora. Finalmente en 1923, recibió su actual nombre científico Epidermophyton floccosum, a manos de Ota y Langeron.[3]
El hongo tiene una velocidad de crecimiento media, alcanzando su madurez a los 10 días. Las colonias son normalmente granulosas, de textura similar al ante y de color verdoso, amarillento o amarillo amarronado. El centro de cada colonia se eleva ligeramente sobre el resto. Al cabo de varias semanas, las colonias se cubren de micelios blanquecinos estériles.[4]
Epidermophyton floccosum produce un lípido poco habitual de función desconocida, la 1(3),2-diacilglicerol-3(1)-O-4′-(N,N,N-trimetil)homoserina, que otros dermatofitos como Microsporum cookei y Trichophyton rubrum no producen.[5] E. floccosum, además, no suele presentar microconidias.[6]
Esta especie es la única patogénica de las dos especies del género Epidermophyton. Los hospedadores del hongo son tanto humanos como animales, salvajes o domésticos,[7] en los que causa las infecciones de la piel conocidas como Tinea corporis (tiña), Tinea cruris, Tinea pedis (pie de atleta) y Tinea unguiüm (onicomicosis). Se contagia por contacto, en el caso de humanos, especialmente en duchas y baños públicos.[8] La infección se detiene mediante lavado con agua y jabón, y la aplicación de un fungicida apropiado.[7] Asimismo, puede ser contagiado entre humanos y ardillas.[9]
El hongo puede llegar a infectar tan solo la capa córnea inerte, de la epidermis.[6] Sin embargo, una infección invasiva ha sido documentada en un paciente inmunodeprimido que padecía del síndrome de Behçet.[8][10]
Un estudio realizado en Corea entre los años 1976 a 1997 sobre 900 pacientes afectados de E. floccosum reveló que las coinfecciones en la misma persona por E. floccosum y otro dermatofito son bastante poco frecuentes.[11]