El borracho empujado a la pocilga o El cerdo a la pocilga es un cuadro de Pieter Brueghel el Viejo pintado en 1557 y perteneciente a una colección privada.
El borracho empujado a la pocilga | ||
---|---|---|
![]() | ||
Autor | Pieter Brueghel el Viejo | |
Creación | 1557 | |
Material | Tabla y Óleo | |
Dimensiones | 20 centímetros y 18 centímetros × 20 centímetros y 18 centímetros | |
La pintura fue pintada al óleo sobre un panel circular (tondo). Este último está hecho de madera de nogal, y no de roble, como la mayoría de las obras del artista. Esta singularidad se debe quizás a que ciertos gremios de torneros prohibían el uso del roble.
La pintura representa a varias figuras, viendo con aprobación como un hombre y una mujer empujan a un hombre corpulento hacia un pequeño cobertizo con techo de paja, identificable como una pocilga por el cerdo que asoma la cabeza por una abertura de la pared de tablas para comer el contenido de su comedero. Si bien este tema no está directamente inspirado en un conocido proverbio flamenco, su mensaje moralizante es evidente y coherente con la iconografía tradicional occidental, que frecuentemente equipara la degradación provocada por el alcohol y el libertinaje con la condición, considerada infame, del cerdo. En el comedero, se ven nabos, tubérculos considerados entonces afrodisíacos, lo que constituiría otra alusión al libertinaje.
La obra pertenece probablemente a la categoría de los platos pintados, una especialidad flamenca (los registros del gremio de San Lucas de Amberes mencionan a los teljoorschilders, “pintores de platos”, a finales del XVI) de la que unos 70 ejemplares se han conservado hasta la actualidad. Se trataba de tablas de trinchar cuyo fondo se pintaba, aunque las más hermosas solo se empleaban como decoración. Al igual que varias de estas obras y los Doce proverbios flamencos del Museo Mayer van den Bergh, El borracho empujado a la pocilga probablemente formó parte de una serie de varias piezas, siendo la única superviviente.
En 1568, Jan Wierix realizó un grabado basado en la obra de Bruegel. Añadió su monograma (IHW), la fecha y la indicación P. Brueghel inuet.[1] La composición de Bruegel se conoció durante mucho tiempo solo a través de este grabado, que fue objeto de varias ediciones (en particular, por Visscher), y a través de copias del taller o del entorno de Pieter Brueghel el Joven. Una de estas, realizada después de 1616, se conserva actualmente en el Museo de Bamberg.
El inventario de los bienes del pintor Gillis van Coninxloo, fallecido en 1606, menciona «een stuck waert varcken in 't cot moet» («un cuadro que representa al cerdo siendo empujado a la pocilga»)[1] ¿Se trata de una copia de Brueghel el Joven o de un original? Esta última hipótesis parece contradicha por el hecho de que el inventario no atribuye el cuadro a Bruegel, a diferencia de otras cuatro obras mencionadas.
En 1967, el catálogo de Piero Bianconi mencionó el cuadro de Brugel como obra perdida, de acuerdo con una hipótesis de Georges Hulin de Loo.[1]
La obra descrita en este artículo perteneció, durante los siglos XIX y XX, a la colección de la familia Van der Renne de Daelenbroeck (entonces Van Outryve d'Ydewalle), conservada en el castillo de Daelenbroeck en Herkenbosch. Uno de los herederos, propietario de la pintura desde 1966, la depositó en el Museo Mayer van den Bergh en 1975. El conservador de este museo de Amberes, Josef de Coo, la publicó entonces por primera vez[2] y propuso, sin certeza, atribuirla a Bruegel el Viejo.
En 1998, la pintura fue estudiada en el laboratorio de Louvain-la-Neuve por Roger van Schoute y Hélène Verougstraete. Mediante reflectografía infrarroja, estos expertos descubrieron una firma fragmentaria (BRVEG ...) así como la fecha (MDLVII) y observaron, al examinar el dibujo subyacente, que la composición había sido modificada durante la ejecución de la pintura, lo que prueba su autenticidad. Según Van Schoute y Verougstraete, las cabezas de las figuras del fondo fueron retocadas en una fecha desconocida utilizando el grabado de Wierix como modelo.
Basándose en sus hallazgos, Van Schoute y Verougstraete confirmaron la atribución a Bruegel en un artículo publicado en The Burlington Magazine en 2000.[3] Este carácter autógrafo es aceptado actualmente por la mayoría de los especialistas, aunque algunos, como Roger Marijnissen, han preferido ser cautelosos. En 2007, Manfred Sellink consideró que la atribución a Bruegel se ve reforzada por sus similitudes estilísticas, técnicas y temáticas con los Doce proverbios flamencos.[4]
Exhibida entre 2000 y 2001 en la National Gallery de Londres, fue vendida en subasta por Christie's el 1 de julio de 2002 por 3 306 650 libras esterlinas, incorporándose a una nueva colección privada. En 2015-2016, se presentó al público una vez más, como parte de la exposición Van Bosch tot Bruegel en el Museo Boijmans Van Beuningen de Róterdam. Entre octubre de 2018 y enero de 2019 se exhibió en préstamo al Museo de Historia del Arte de Viena como parte de una gran retrospectiva que conmemoraba el 450 aniversario de la muerte del artista.