Dipetalogaster maxima, también conocida como Dipetalogaster maximus (p. ej.[1]y [2]), es una especie de insectos hematófago de la subfamilia Triatominae, dentro de la familia de las chinches asesinas (Reduviidae).[3] Dipetalogaster maxima es la especie de triatomino más grande del mundo y su distribución se encuentra limitada al estado mexicano de Baja California Sur.[4] Esta especie se ha recolectado principalmente emergiendo de grietas y debajo de rocas en hábitats selváticos y peridomésticos.[4] Este insecto es considerado el transmisor más grande de la enfermedad de Chagas.[5]
Dipetalogaster maxima | ||
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Taxonomía | ||
Reino: | Animalia | |
Filo: | Arthropoda | |
Clase: | Insecta | |
Orden: | Hemiptera | |
Familia: | Reduviidae | |
Subfamilia: | Triatominae | |
Género: | Dipetalogaster | |
Especie: |
Dipetalogaster maxima (Uhler, 1894) | |
Dipetalogaster maxima es un insecto hematófago que normalmente vive en grietas de rocas, donde normalmente se alimenta de la sangre de lagartos.[1] Sin embargo, debido al crecimiento urbano en su área de distribución, esta especie puede encontrarse en el peridomicilio y el domicilio y se alimenta comúnmente de la sangre de humanos y animales domésticos.[6]
El área de distribución de D. maxima abarca las regiones costeras occidental y sur de la Península de Baja California, aunque se predice una expansión de la distribución hacia el norte debido al cambio climático.[7]
Dipetalogaster maxima es la especie más grande de la subfamilia Triatominae, ya que sus ejemplares pueden llegar a medir hasta 5 cm de largo máximo. Más allá de esto, se asemeja al más conocido Rhodnius prolixus.[6]El tiempo promedio de desarrollo es de siete meses en cautiverio y de alrededor de un año en condiciones naturales, resultando en una única generación por año.[4]
Dipetalogaster maxima suele estar infectado por el parásito Trypanosoma cruzi, actuando como vector de la enfermedad de Chagas.[1][8][9] La tasa de infección con el parásito varía de 0.9 % al 7.9 % dependiendo el área de colecta.[4][10] En contraste con este riesgo, individuos de D. maxima conservado en laboratorios se puede utilizar para extraer muestras de sangre de animales donde otros métodos son estresantes o riesgosos (como en el caso de ciertos animales de zoológicos y animales salvajes), estrategia conocida como xenodiagnóstico.[11][12] La mordedura de Dipetalogaster es esencialmente indolora debido al aparato bucal muy delgado que posee (alrededor de 0,02 mm, mucho menos que una aguja hipodérmica típica) y el efecto anestésico de su saliva.[11] La sangre se puede extraer del Dipetalogaster sin matarlo y, con pocas excepciones (como en la composición de los iones sodio y potasio), no muestra diferencias en comparación con la sangre extraída con métodos convencionales.[11]