El cuatro es un instrumento de cuatro cuerdas de origen colonial español de la familia de las guitarras que se utiliza en ritmos folclóricos de Venezuela y Colombia como el joropo. En Venezuela también está presente en la gaita zuliana y el calipso de El Callao. Se diferencia del cuatro puertorriqueño porque este último posee cinco cuerdas dobles.
El cuatro fue introducido en varios países del Caribe y América Latina por los europeos, especialmente durante el período colonial, y que su uso no se limita a Colombia, Venezuela y Puerto Rico. Lo que sucede es que el cuatro, como instrumento, tiene raíces europeas, particularmente en los laúdes y guitarras barrocas españolas que llegaron a las Américas con los colonizadores. A lo largo del tiempo, estos instrumentos europeos fueron modificados y adaptados en diferentes regiones, dando lugar a versiones locales como el cuatro llanero, el cuatro puertorriqueño, y variantes en otros países.
El caso del merengue en República Dominicana es un buen ejemplo de esta influencia europea en la música caribeña. En sus inicios, el merengue se tocaba con una serie de instrumentos de cuerda, y efectivamente, el cuatro o instrumentos similares formaban parte de ese conjunto, antes de que el acordeón se convirtiera en el instrumento predominante. Esto muestra que el cuatro, o variantes de él, ya estaban presentes en la región mucho antes de consolidarse como "instrumentos nacionales" en lugares como Colombia, Venezuela o Puerto Rico.
Así que, más que un único origen, el cuatro es parte de una tradición compartida de instrumentos de cuerda introducidos por los europeos, que luego tomaron formas y usos específicos en diferentes regiones del Caribe y América Latina. En resumen, aunque el cuatro está fuertemente asociado con países como Colombia, Venezuela y Puerto Rico hoy en día, también tuvo un papel importante en la música de otros lugares, como República Dominicana, desde tiempos coloniales.
El cuatro de Puerto Rico, aunque pueda parecer contradictorio, consta de cinco órdenes, es decir cinco cuerdas dobles. El instrumento conserva su nombre debido a que, en sus orígenes, tenía cuatro órdenes de cuerdas dobles. El cuatro puertorriqueño guarda cierto parentesco con la vihuela española. Su afinación coincide con la del bajo de cinco cuerdas (si-mi-la-re-sol).
Este instrumento ha tenido a lo largo de su historia destacados intérpretes como Ladislao Martínez Otero (conocido como El Maestro Ladí), Edwin Colón Zayas, Yomo Toro, Ernie Miranda, Pedro Guzmán y los maestros virtuosos Maso Rivera y Nieves Quintero.
El cuatro llanero, también conocido como cuatro, cuatro tradicional, o cuatro venezolano se usa en la ejecución de ritmos colombianos y venezolanos entre los que más se destacan: la orquídea, el joropo, el merengue venezolano, la gaita de furro, la parranda central, el vals, el calipso de El Callao, sangueo y el aguinaldo. El cuatro es parte inseparable de los conjuntos típicos de música llanera, junto al arpa llanera (o bandola, según el caso) y las maracas. También se utilizaba como acompañamiento de canciones de ordeño que fue lo que dio origen a la tonada venezolana. Suele tener una función de acompañamiento, aunque también puede ocupar un puesto de solista, como instrumento de concierto, en algunos casos (por lo general, fuera del ámbito de la ya mencionada música llanera).
Normalmente se toca rasgueando las cuerdas con la mano derecha y haciendo los acordes con la mano izquierda. La afinación estándar no permite muchas salidas de este esquema, por lo que a veces es necesario cambiar la afinación para llegar a nuevas posibilidades melódicas, como en el caso del cuatro solista. Por lo general, la afinación estándar del cuatro acompañante es: A - D - F# - B (La, Re, Fa Sostenido, Si); en la cultura popular llanera, se apropió el término "cambur pintón".[2]
Algunos intérpretes destacados por su virtuosismo y desarrollo en el instrumento son Jacinto Pérez (El Rey del Cuatro), César del Ávila, que llegó a dar conciertos en Rusia y otros países de Europa, también famoso por su habilidad de tocar las maracas que amarraba a sus pies. Es el creador de El Pavo Real (popularizado por José Luis Rodríguez en los años 70). Le siguen Fredy Reyna, Enio Escauriza, Sir Augusto Ramírez, Hernán Gamboa, Cheo Hurtado, Proto López, Miguel Siso, Carlos Capacho, Nelsón González y Jorge Glem. También encontramos cantantes que han hecho del y para el cuatro un punto de referencia -y parte casi inseparable en ocasiones- en sus carreras artísticas, entre ellos podemos citar a Simón Díaz, Alí Primera, Gualberto Ibarreto, Cecilia Todd y más recientemente "El Pollo" Brito. Sin dejar por fuera algunas agrupaciones emblemáticas como Los Anauco, Serenata Guayanesa, el Quinteto Contrapunto, Ensamble Gurrufío, El Cuarteto y recientemente C4 Trío y el Grupo la Zaranda.
En el año 2013 el cuatro fue declarado Patrimonio Cultural de Venezuela al ser considerado “como elemento de integración de las expresiones, manifestaciones culturales y musicales que identifican a la República Bolivariana de Venezuela y que representan nuestra identidad cultural por su amplia difusión y aceptación en la colectividad”.[3]