Crematogaster scutellaris es una hormiga mirmicina de distribución típicamente mediterránea, pero alcanza Europa Central, Próximo Oriente y el norte de África.[1][2]
Crematogaster scutellaris | ||
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Nido de Crematogaster scutellaris | ||
Estado de conservación | ||
No evaluado | ||
Taxonomía | ||
Reino: | Animalia | |
Filo: | Arthropoda | |
Clase: | Insecta | |
Orden: | Hymenoptera | |
Suborden: | Apocrita | |
Superfamilia: | Vespoidea | |
Familia: | Formicidae | |
Subfamilia: | Myrmicinae | |
Tribu: | Crematogastrini | |
Género: | Crematogaster | |
Especie: |
C. scutellaris (Olivier, 1792) | |
Es común en la península ibérica e islas Baleares.[3] En Andalucía recibe el nombre vulgar de morito o fraile.[4] En el norte de Aragón se las conoce como repetels.
Es una especie inconfundible a simple vista por su cabeza rojiza y su tórax y abdomen negros, siendo la única especie bicolor del género Crematogaster que habita la península ibérica. La forma del abdomen también es característica ya que se estrecha gradualmente hacia el ápice y acaba en punta.
Crematogaster scutellaris es una especie abundante que construye sus colonias principalmente en tocones y troncos caídos o en ramas muertas de árboles viejos o decrépitos; también nidifica bajo la corteza de pinos y alcornoques, así como en grietas y hendiduras, donde fabrican el nido con una mezcla de madera masticada y tierra; entre marzo y octubre forma pistas de recolección largas y bien definidas; las obreras transportan principalmente substancias líquidas azucaradas, que toman de pulgones y también materiales sólidos (restos de artrópodos, pequeños insectos, etc.)[5]
La puesta tiene lugar durante el verano. La eclosión de las larvas se produce principalmente en septiembre y pasan el invierno en segundo estadio; en la primavera siguiente dan lugar a las larvas de tercer estadio, que pupan durante el verano. Hacia mediados y finales del verano acontece la principal emergencia de obreras y los individuos sexuados aparecen a finales de agosto.[6]
Si se golpea el árbol donde viven, salen inmediatamente con el abdomen levantado y emitiendo una pequeña gota de feromona de alarma por el extremo posterior. El olor de la feromona provoca una movilización general en el hormiguero y pronto cualquier intruso se ve rodeado de un gran número de hormigas agresivas que lo atacan.[7]
C. scutellaris se alimenta de las puestas de la procesionaria del pino, Thaumetopoea pityocampa, un lepidóptero que puede causar defoliaciones severas en varias especies de pinos.[1]
Por otra parte, son perjudiciales para la industria del corcho, dado que cuando viven sobre los alcornoques, las galerías y cámaras reducen el grosor aprovechable del corcho, con las consiguientes pérdidas económicas. Su agresividad y su mordedura irritante causa molestias a los peladores. Si las pilas de corcho no son extraídas rápidamente del alcornocal, pueden colonizarlas, depreciando aún más el corcho.[4]