Se llama coroides o úvea posterior a una membrana profusamente irrigada con vasos sanguíneos y tejido conectivo, de coloración oscura que se encuentra entre la retina y la esclerótica del ojo.[1] La parte posterior está perforada por el nervio óptico y se continúa por delante con la zona ciliar. La función de la coroides es evitar el rebote incontrolado de la luz dentro del ojo.[2]
Coroides | ||
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Anatomía del ojo 1.Cámara posterior, 2.Cámara anterior, 3.Córnea, 4.Pupila, 5.Úvea (con 6.Iris, 7.Cuerpo ciliar y 8.Coroides), 9.Esclerótica, 10.Ligamento suspensorio del cristalino, 11.Cristalino, 12.Humor vítreo (con 13.Conducto hialoideo), 14.Retina (con 15.Mácula, 16.Fóvea y 17.Disco óptico), 18.Nervio óptico, 19.Vasos sanguíneos de la retina | ||
Nombre y clasificación | ||
Latín | [TA]: choroidea | |
TA | A15.2.03.002 | |
Gray | pág.1009 | |
Información anatómica | ||
Arteria | Arterias ciliares posteriores cortas, arterias ciliares posteriores largas | |
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La coroides está formada de fuera a dentro por tres capas diferentes:
En los humanos, la coroides presenta una pigmentación oscura debido a la presencia de melanina y una gran abundancia de vasos sanguíneos, lo que ayuda a absorber la luz que llega al ojo y prevenir así su reflexión (que acarrearía la formación de imágenes confusas). La mala visión de los albinos se debe a la falta de melanina en esta membrana. En otros animales se encuentran partículas reflectantes sobre la coroides para ayudar a recoger luz en ambientes de oscuridad, el llamado tapetum lucidum.
El efecto de ojos rojos en las fotografías es debido a la reflexión de la luz sobre el coroide. Aparece de color rojo debido a los vasos sanguíneos en la úvea.