Conopholis alpina, comúnmente conocida como elotillo[1] u otros nombres similares,[2] es una especie de planta parásita de la familia de las orobancáceas, nativa de Norteamérica.
Conopholis alpina | ||
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Conopholis alpina | ||
Taxonomía | ||
Reino: | Plantae | |
Subreino: | Tracheobionta | |
División: | Magnoliophyta | |
Clase: | Magnoliopsida | |
Orden: | Lamiales | |
Familia: | Orobanchaceae | |
Género: | Conopholis | |
Especie: |
C. alpina Liebm. | |
Conopholis alpina es una planta herbácea, perenne, sin clorofila, que con frecuencia forma colonias. Su tallo suculento y amarillento (oscureciéndose con la edad hasta quedar marrón o casi negro) mide hasta 30 cm de alto y se encuentra densamente cubierto de pequeñas hojas triangular-lanceoladas. La flores son blanco-amarillentas, con una corola bilabiada. El fruto es una cápsula ovoide o elipsoide, y contiene numerosas semillas muy pequeñas de color marrón.[3] Florece en la estación seca (finales de invierno y primavera) y fructifica en verano y otoño.[2] Después de fructificar, las partes aéreas de la planta se secan, pero vuelven a brotar al año siguiente.
Conopholis alpina es una de las dos especies aceptadas de su género. Se distribuye desde el Suroeste de Estados Unidos hasta Centroamérica. Se encuentra asociada a los árboles y arbustos del género Quercus (encinos), cuyas raíces parasita.[1]
Si se come fresca o se bebe como infusión, Conopholis alpina encuentra usos en la medicina tradicional. Se considera un potente relajante muscular y es empleada, entre otros, por el pueblo tarahumara para tranquilizar a la madre durante el parto.[4]
Conopholis alpina fue descrita en 1847 por Frederick Michael Liebmann en Forhandlinger ved de Skandinaviske Naturforskeres Möde 1844: 184.[5]
Conopholis: nombre de origen griego que significa "escamas cónicas"[6]
alpina: epíteto latino que tiene el mismo significado que en español[7]