El ciclo PHVA, ciclo de Deming o ciclo de Shewhart consiste en diseños iterativos y métodos de gestión desarrollados para iniciar procesos de mejora continua en diferentes empresas de producción de bienes y servicios.[1][2] El ciclo PHVA consta de cuatro pasos: Planificar, Hacer, Verificar y Actuar; aunque también se le conoce como ciclo PHRA (Planificar, Hacer, Revisar y Actuar) o ciclo PDCA: Plan, Do, Check and Act.[2][3]
Un aspecto destacado del ciclo PHVA es su flexibilidad para adaptarse a diferentes industrias y contextos. Por ejemplo, en el ámbito educativo, este ciclo se aplica en la mejora de procesos de enseñanza y aprendizaje mediante la evaluación y ajuste continuo de metodologías pedagógicas. Asimismo, en el sector público, se emplea para optimizar políticas y servicios orientados a la ciudadanía, fomentando la transparencia y la eficiencia en la gestión administrativa.
Además de su relación con las normas ISO, el ciclo PHVA ha sido una herramienta clave en el desarrollo de sistemas integrados de gestión (calidad, medio ambiente y seguridad laboral). Esto asegura no solo la calidad del producto o servicio, sino también el cumplimiento de normativas legales y la sostenibilidad de las operaciones.
El ciclo de Shewhart fue desarrollado en 1939 por el físico, ingeniero y estadístico estadounidense Walter A. Shewhart al aplicar el método científico a los procesos de producción en cadena.[4] A partir de una pequeña modificación del ciclo de Shewhart, William Edwards Deming presentó el ciclo de Deming en 1951 en Japón en donde luego fue conocido como el ciclo PHVA.[4][5]
El doctor W. Edwards Deming (1900-1993) asumió la misión de divulgar estrategias y prácticas de administración para lograr organizaciones eficientes. El doctor Deming recomendó que los directivos de primer nivel se involucren en el proceso de creación de un ambiente que apoye la mejora continua.
Deming cuenta con 14 puntos basados en las teorías de Shewhart, los catorce puntos no ofrecen una teoría exótica de comportamiento. No se mencionan las teorías X, Y o Z. Los catorces puntos son pragmáticos; están basados en observación de lo que ocurre en las empresas industriales y de servicios.[4][6] los catorce puntos de Deming son:
El ciclo de Deming (PDCA) ha trascendido el ámbito de la manufactura, donde inicialmente fue creado para convertirse en una herramienta aplicable en diversos sectores. Actualmente, su uso se extiende a los servicios de salud, la educación, la administración pública y la gestión de proyectos, donde se usa como metodología de mejora continua.
En el sector salud, el PDCA se utiliza para poder optimizar procesos clínicos, reducir errores médicos y garantizar la seguridad del paciente mediante revisiones de manera constante de protocolos y prácticas. En el sector educación, es aplicado en la mejora de planes curriculares y procesos pedagógicos, permitiendo una retroalimentación sistemática para elevar la calidad del aprendizaje. Asimismo, en la administración pública se ha empleado para incrementar la eficiencia de los servicios y la transparencia de los procesos administrativos.
La vigencia del PDCA radica en su carácter iterativo y flexible, que facilita la adaptación a diferentes contextos organizacionales. Esta versatilidad lo mantiene como un pilar fundamental en los sistemas de gestión de la calidad y como base de modelos posteriores de mejora continua.
¿Qué es PDCA?
Es un método iterativo de mejora continua, que sirve para busca una mejora continua implementando cambios y ajustes en el proceso que se busca mejorar su rendimiento o para el lanzamiento de nuevos productos o servicios. Con ello, su enfoque sistemático y repetitivo permite que las organizaciones puedan adaptarse con el pasar del tiempo esto debido a la constante cambio del mercado. Nació con Shewhart y fue popularizado por Deming.
Cuándo usarlo
Para reducir defectos, tiempos de espera o costos.
Para implementar cambios de forma controlada (primero piloto, luego escalar).
Como disciplina operativa diaria (mejora continua de procesos).
Las 4 fases 1) Planificar (Plan)
Objetivo: entender el problema con datos, definir metas y diseñar una solución probable.
Pasos clave
Definir el problema con límites claros (qué, dónde, cuándo, cuánto).
Establecer la línea base (métrica actual) y una meta SMART.
Analizar causas raíz (5 Porqués, Ishikawa/espina de pescado, Pareto).
Seleccionar contramedidas que ataquen la(s) causa(s) principal(es).
Diseñar un plan de acción (quién, qué, cuándo, dónde, recursos, riesgos).
Definir métricas de resultado (KPI) y de proceso (leading indicators).
Decidir un piloto (alcance pequeño para aprender rápido).
Entregables típicos: enunciado del problema, gráfico Pareto/causa-efecto, meta, plan 5W2H, plan de medición, cronograma.
2) Hacer (Do)
Objetivo: ejecutar el plan a pequeña escala y recolectar evidencia.
Pasos clave
Implementar el piloto (no toda la empresa todavía).
Capacitar a las personas involucradas y preparar materiales.
Documentar exactamente qué se hizo (para poder repetir).
Medir siguiendo el plan (frecuencia, responsables, herramientas).
Gestionar incidencias (qué salió distinto a lo previsto).
Entregables típicos: bitácora del piloto, checklists, registros de capacitación, datos crudos recolectados.
3) Verificar (Check)
Objetivo: comparar lo esperado con lo observado y aprender.
Pasos clave
Analizar datos: antes vs. después, gráficos de tendencia/boxplot, si procede pruebas simples de significancia.
Evaluar efectos colaterales (no basta con mejorar un KPI y dañar otro).
Cuantificar el logro frente a la meta.
Identificar aprendizajes (qué funcionó, qué no y por qué).
Entregables típicos: reporte de resultados, visualizaciones, conclusiones y lecciones aprendidas.
4) Actuar (Act)
Objetivo: estandarizar si funcionó o ajustar y reiniciar el ciclo si no.
Pasos clave
Estandarizar: actualizar SOP/instrucciones de trabajo, formatos y capacitación.
Escalar la solución más allá del piloto (por etapas).
Ajustar el proceso si la meta no se logró y volver a Planificar con lo aprendido.
Monitoreo continuo con tableros y auditorías de proceso.
Planificar el siguiente ciclo (la mejora es continua).
Entregables típicos: procedimientos actualizados, plan de despliegue, tablero de control y plan del siguiente ciclo.
El Ciclo de Deming (Planificar, Hacer, Verificar, Actuar) sigue siendo una herramienta clave en la mejora continua de procesos en diversas industrias. A continuación, algunos ejemplos de su aplicación en la actualidad:
El Ciclo de Deming es un componente fundamental dentro de las normas ISO, que buscan asegurar que los procesos de una organización cumplan con estándares internacionales de calidad y sean auditables. Ambos comparten el objetivo común de la mejora continua. Cuando se implementan de manera conjunta, el ciclo y las normas ISO ofrecen a las organizaciones una estructura robusta para identificar oportunidades de mejora, ejecutar cambios de manera efectiva y evaluar su impacto, lo que contribuye a un alto nivel de rendimiento organizacional y satisfacción del cliente.
El ciclo de Deming se considera una herramienta fundamental dentro del enfoque de mejora continua en la gestión de calidad. Su estructura cíclica de planificación, ejecución, verificación y actuación (PDCA) lo convierte en un marco adaptable que puede integrarse con diversas metodologías y sistemas de gestión.
Una de las principales herramientas relacionadas es Seis Sigma, una metodología basada en datos que busca reducir la variabilidad en los procesos y eliminar defectos. Aunque Seis Sigma utiliza un enfoque estructurado denominado DMAIC (Definir, Medir, Analizar, Mejorar, Controlar), este comparte principios similares al ciclo PDCA, especialmente en las etapas de mejora y control de procesos.<ref>George, M. L. (2003). Six Sigma for Every Business. McGraw-Hill.</ref>
El ciclo de Deming también se vincula estrechamente con el enfoque Kaizen, una filosofía japonesa centrada en la mejora continua a través de pequeños cambios diarios. Kaizen utiliza el ciclo PDCA como base operativa para implementar acciones de mejora incremental en todos los niveles de una organización.<ref>Imai, M. (1986). Kaizen: The Key to Japan’s Competitive Success. McGraw-Hill.</ref>
Asimismo, el PDCA se emplea en sistemas como Lean Manufacturing, donde la mejora de procesos, la eliminación de desperdicios y la estandarización de tareas se benefician de la aplicación sistemática del ciclo.<ref>Womack, J. P., & Jones, D. T. (1996). Lean Thinking: Banish Waste and Create Wealth in Your Corporation. Simon & Schuster.</ref>
Estas herramientas no son excluyentes, sino que frecuentemente se combinan para reforzar la gestión de calidad en distintos contextos organizacionales, permitiendo adaptarse a las necesidades específicas de cada industria o empresa.
De acuerdo con el doctor Deming, la mejora de procesos debe llevarse a cabo en tres etapas:
- Etapa 1: Lograr que el proceso esté bajo control mediante la identificación y eliminación de las fuerzas de variación incontroladas. Eliminar las causas especiales a que se puede achacar la variación.
- Etapa 2: Una vez que las causas especiales se han eliminado y el proceso es estable, buscar mejoras para el mismo. Investigar si hay desperdicio en el proceso. Hacer frente a las causas comunes responsables de la variación controlada incluida en el proceso. Determinar si la introducción de modificaciones puede eliminarlas del proceso.
- Etapa 3: Supervisar el proceso mejorado para determinar si las modificaciones introducidas están funcionando.
De acuerdo con Olarte (2022), el ciclo PHVA presenta algunas desventajas, sobre todo en el ámbito logístico. En primer lugar, se encuentra la lentitud, ya que la ejecución metódica de las etapas del ciclo hace que la identificación y resolución de los incidentes sea tardía en muchos casos, lo que lo convierte en un recurso ineficiente para resolver emergencias operacionales o problemas de corto plazo. En segundo lugar, es susceptible a imprevistos, pues el ciclo PDCA resulta más efectivo cuando las condiciones logísticas del entorno son estables y se desarrollan según lo planificado. En cambio, factores externos, como un clima desfavorable o una disminución repentina de la demanda, pueden influir de manera negativa en los resultados.
En la actualidad, el Ciclo de Deming se utiliza ampliamente en sistemas de gestión de calidad como ISO 9001, en metodologías de mejora continua como Lean y Six Sigma, y en la planificación estratégica de empresas. También se aplica en sectores como la educación, salud y desarrollo de software, donde se busca una mejora constante de procesos. Por ejemplo, en el ámbito educativo, el ciclo PDCA se usa para planificar, implementar, revisar y mejorar los planes de estudio con base en los resultados del aprendizaje.
Olarte. (2022).Ciclo de Deming: etapas, importancia, ventajas y desventajas. LINKEDIN. https://www.linkedin.com/pulse/ciclo-de-deming-etapas-importancia-ventajas-y-olarte-suarez/