Un cayuco es una canoa de fondo plano construida por el vaciado de un tronco de árbol, a veces un tronco de palmera, normalmente una frondosa y de madera blanda como la Ceiba. Su nombre deriva de la palabra cayo.
Erróneamente, o modernamente, se suele llamar cayuco, o patera, a cualquier tipo de embarcación utilizada por grupos de inmigrantes en su viaje de inmigración por mar para acceder clandestinamente a las costas del sur de España (típicamente, desde la costa de Marruecos, por el Estrecho de Gibraltar, a través del Mar Mediterráneo).
El vaciado puede ser por herramientas metálicas o de piedras en forma de hacha, machete, azada, azadín... o ayudándose mediante hogueras que carbonizan el interior del tronco y teas para los costados y fondo exterior, e igualándolo con herramientas.
Por extensión se llaman cayucos a otras embarcaciones de fondo plano y estrechas en comparación con su longitud.
Los cayucos (y las pateras) son famosos en España porque los medios de comunicación dan ese nombre a las diversas embarcaciones utilizadas por los inmigrantes irregulares africanos para intentar entrar en Europa a través del mar.
Las rutas posibles utilizadas para la entrada en Europa son:
Además, también es conocida la ruta que llega hasta la isla de Boa Vista (en el país africano de Cabo Verde) por el océano Atlántico desde Senegal. Como otras rutas del océano Atlántico, es considerada más peligrosa y mortífera que las del mar Mediterráneo.[2]
Las embarcaciones utilizadas en esas travesías suelen ser ser barcos demasiado frágiles o pequeños para un viaje por mar abierto, ocupados o sobrecargados por entre 20 y 45 personas. Sus ocupantes mueren frecuentemente por los peligros de la inmigración por mar. Y sus intentos de navegación fallidos pueden terminar en ahogamiento (con las mismas características que en otros ahogamientos acerca de la prevención y el salvamento de víctimas en ahogamientos).
En cualquier caso, la idea de que todos los inmigrantes llegan en embarcaciones por mar es un mito exagerado,[3] e incluso la idea de que todos los inmigrantes son ilegales, pues hay inmigrantes legales (aquellos que cumplen las condiciones para entrar legalmente como inmigrante en España).
En cualquier caso, la idea de que todos los inmigrantes llegan en embarcaciones por mar es un mito exagerado,[1] e incluso la idea de que todos los inmigrantes son ilegales, pues hay inmigrantes legales (aquellos que cumplen las condiciones para entrar legalmente como inmigrante en España).[2]