El Bombardero de Ataque de Largo Alcance (en inglés: Long Range Strike Bomber, LRS-B) es un programa de desarrollo y adquisición para desarrollar un bombardero estratégico de largo alcance para la Fuerza Aérea de los Estados Unidos,[1] destinado a ser un avión furtivo de carga pesada capaz de transportar armas termonucleares.[2] La capacidad operativa del avión está prevista para mediados de la década de 2020.
Bombardero de Ataque de Largo Alcance | ||
---|---|---|
![]() El B-21 Raider fue el resultado obtenido tras el desarrollo del programa militar.
| ||
En julio de 2014 se emitió una solicitud de propuesta para desarrollar el avión. La Fuerza Aérea planea adquirir al menos 100 unidades[3] del avión LRS-B a un costo estimado de 550 millones de dólares cada uno (dólares de 2010), y potencialmente se considera que hasta 200 unidades entren en servicio eventualmente.[4][5][6] Se otorgó un contrato de desarrollo a Northrop Grumman para su B-21 Raider en octubre de 2015. Debido a la naturaleza sensible, gran parte del proyecto está altamente clasificado y hay poca información disponible para el público. A finales de 2019 se sabía que la construcción de la aeronave había comenzado,[7][8] y el 2 de diciembre de 2022 se dio a conocer al público.[9]