Beverley Gail Allitt (nacida el 4 de octubre de 1968) es una asesina en serie inglesa, enfermera de profesión, quien fue la coordinadora de la unidad de cuidados intensivos neonatal del Hospital Grantham y Kesteven, Lincolnshire, culpable de asesinar a cuatro niños, intento de asesinar a otros tres niños, y causar graves daños corporales a otros seis.[1] Los crímenes fueron cometidos en un período de 59 días entre febrero y abril de 1991 en el Hospital Grantham y Kesteven, Lincolnshire, donde Allitt fue empleada como enfermera.[2][3][4] Administró grandes dosis de insulina al menos a dos víctimas y una burbuja de aire de gran tamaño fue encontrada en el cuerpo de otro, pero la policía era incapaz de establecer como se llevaron a cabo los ataques.[5] En mayo de 1993, en Nottingham Crown Court, recibió 13 condenas a cadena perpetua por los crímenes. Justice Latham, dijo que Allitt era un "peligro serio" para otros y era poco probable que se considere lo suficientemente segura para ser liberada.[6] Está detenida en el Hospital Rampton Secure en Notthinghamshire.[7]
Beverley Allitt | ||
---|---|---|
Información personal | ||
Otros nombres | El Ángel de la muerte | |
Nacimiento |
4 de octubre de 1968 Nottingham (Reino Unido) | (56 años)|
Nacionalidad | Británica | |
Educación | ||
Educada en |
| |
Información profesional | ||
Ocupación | Enfermera y asesina en serie (1991) | |
Allitt había atacado a trece niños, cuatro de los cuales resultaron muertos, en un plazo de sesenta días, antes de ser detenida. Fue tras la muerte de Claire Peck cuando el personal médico comenzó a sospechar del número de paros cardíacos en la sala de niños, y se llamó a la policía.[8] Se descubrió que Allitt era la única enfermera en servicio durante todos los ataques a los niños, y también tenía acceso a las sustancias inyectadas.
Cuatro de las víctimas de Allitt habían muerto. Fue acusada de intento de homicidio y lesiones graves en noviembre de 1991. El 28 de mayo de 1993, fue declarada culpable de todos los cargos y sentenciada a 13 cadenas perpetuas, que está purgando en el Rampton Secure Hospital en Notthinghamshire.[9][10]
El juicio de Allitt recomendó un cumplimiento efectivo mínimo de 40 años, que la mantendría en prisión hasta al menos el 2032, cuando tendrá 64 años de edad. Los motivos de Allitt nunca han sido plenamente explicados. Se ha considerado la hipótesis de que Allitt mostraba síntomas de trastorno facticio, también conocido como el síndrome de Münchhausen por poder (o por delegación),[11] un trastorno mental que podría explicar sus acciones.