Belial (también transliterado como Baalial, Balial, Belhor, Beliall, Beliar, Berial o Beliya'al) es una de las entidades demoníacas más complejas y antiguas de la tradición judeocristiana y el ocultismo occidental. Su figura ha evolucionado significativamente desde sus orígenes como un término hebreo abstracto que denotaba "falta de valor" o "corrupción moral" hasta convertirse en un poderoso Rey del Infierno y un arquetipo de independencia absoluta.
En la demonología clásica, derivada de grimorios como el Ars Goetia y el Pseudomonarchia Daemonum, Belial es un poderoso demonio que comanda legiones de espíritus. Se le describe como un magnífico negociador que otorga favores, dignidades y cargos, pero que exige un trato de respeto y ofrendas a cambio de su servicio. Su naturaleza dual: se manifiesta con una voz gentil y apariencia serena, pero es conocido por ser un maestro del engaño si no es invocado correctamente.
Más allá de la tradición cristiana —que lo identifica a menudo con el propio Satanás—, en el ocultismo y el satanismo moderno Belial trasciende la mera categoría de "demonio malvado". Es visto como un símbolo de auto-suficiencia, orgullo terrenal y rebelión intelectual, —un principio que empuja al individuo a liberarse de toda autoridad externa, dogmas y limitaciones para alcanzar su máximo potencial. Esta evolución lo posiciona no como un mero destructor, sino como una fuerza primordial de autodeterminación y poder personal.
Belial (en hebreo: בְּלִיַּעַל, Beli ya'al) es un término de origen hebreo compuesto por "בְּלִי" (beli), que significa "sin", y "יַעַל" (ya'al), que se traduce como "provecho" o "valor". Así, su significado literal es «sin valor» o «sin provecho», aunque evolucionó para denotar corrupción, rebelión y maldad . En contextos bíblicos tempranos, no era un nombre propio sino un descriptor para personas impías o grupos rebeldes —llamados hijos de Belial (בְּנֵי בְלִיַּעַל)—.
En la Biblia hebrea,[1] Belial aparece como un concepto asociado a la perversidad y la anarquía. Por ejemplo, en Deuteronomio 13:13[2] y 1 Samuel 2:12,[3] se refiere a individuos o grupos moralmente corruptos. Sin embargo, en textos posteriores como los Manuscritos del Mar Muerto (concretamente en "La Guerra de los Hijos de la Luz contra los Hijos de las Tinieblas"), Belial se personifica como un ente espiritual líder de las fuerzas oscuras. Aquí, se le describe como el antagonista directo de Dios, comandando a los "Hijos de las Tinieblas" .
Según la biblia hebrea[1] Belial se identifica con Samael, y se le llama "el ángel de la anarquía", "el gobernante de este mundo, cuyo nombre es Matanbuchus" —un nombre alternativo y aparentemente oculto de Belial— (se especula que es una forma corrupta de Ahriman).
En el cristianismo, Belial fue reinterpretado como un sinónimo de Satanás. Un pasaje clave es 2 Corintios 6:15.[4] donde Pablo contrasta a Cristo con Belial: "¿Qué concordia tiene Cristo con Belial?" . Esta asociación solidificó su estatus como un demonio mayor en la teología cristiana, —a menudo vinculado a la idolatría y la rebelión espiritual—, se interpreta que Jesús es incorruptible y Belial corrompe los pueblos de la tierra [Isaías 38:17; Hageo 2:4][4]
En el Ars Goetia (parte de La Llave Menor de Salomón, siglo XVII), Belial es el 68.º demonio y se le describe como un Rey del Infierno que comanda 80 legiones de demonios (aunque algunas fuentes citan 50) . Se manifiesta como dos ángeles hermosos sentados en un carro de fuego, con voz gentil pero poderosa. Sus atribuciones incluyen:
· Otorgar favores y dignidades sociales o políticas.
· Proporcionar espíritus familiares leales.
· Reconciliar enemigos y garantizar servidores excelentes .
Para invocarlo, el mago debe realizar ofrendas o sacrificios, ya que de lo contrario, Belial puede engañar con mentiras tras la primera hora de contacto. Su sello (sigilo) es utilizado en rituales de magia ceremonial para controlar su influencia.
En el Pseudomonarchia Daemonum (1563) de Johann Weyer, Belial es listado entre los demonios principales, destacando su papel como inventor de maldades y artes perversas . Weyer enfatiza que Belial fue creado inmediatamente después de Lucifer y jugó un papel clave en la rebelión angelical.
Otras obras, como el Diccionario Infernal de Collin de Plancy (1842), lo describen como un demonio asociado a la sodomía y la depravación, adorado en ciudades como Sodoma y Babilonia.
En el Manual de Múnich de Magia Demoníaca, —un grimorio del siglo XV—, contiene invocaciones a Belial y a otros demonios como Satán, Belcebú, Astaroth, Samael y Lilith.
En el Libro de Magia Sagrada de Abramelín el Mago, Belial tiene una jerarquía destacada. Está mencionado entre los príncipes superiores del infierno, junto a Lucifer, Leviatán y Satán. Además se listan los nombres de sus 16 demonios servidores.
En la Biblia Satánica de Anton LaVey, Belial es uno de los Cuatro Príncipes del Infierno que representan las fuerzas del mal, asociado al norte y al elemento tierra . Se le vincula con la independencia, la autosuficiencia y el orgullo, valores centrales en el satanismo filosófico. LaVey reinterpreta a Belial no como un ente a ser adorado, sino como un símbolo de la autorrealización y el rechazo a la autoridad externa.
En grupos ocultistas satánicos modernos como el Templo de Set, el Templo de la Luz Negra o la Orden de los Nueve Ángulos, Belial es visto como un arquetipo de fuerza primordial que ayuda a los iniciados a trascender limitaciones morales y sociales. Se le invoca en rituales de auto-transformación y para ganar poder personal.
Según el Templo de la Luz Negra Belial es una de las tres manifestaciones de los velos oscuros antes de Satanás que fueron expulsadas del Ain Sof para convertirse en el Sitra Ahra:
Académicos como Gershom Scholem (en Cábala y Su Simbolismo) analizan a Belial desde la perspectiva de la mística judía, señalando su evolución desde un término descriptivo hasta una entidad demoníaca en textos inter-testamentarios.
En la tradición de Cábala, junto a Belcebú, son los regentes del qlifá llamado Ghagiel (aunque otras corrientes mencionan que Belial también es el guardián de Da'ath).
Otros, como Jeffrey Burton Russell (en El Diablo: Percepciones del Mal desde la Antigüedad hasta el Cristianismo Primitivo), rastrean su desarrollo como una figura de oposición a Dios en la escatología judía y cristiana.
Obras Ocultistas Clásicas
· La Llave Menor de Salomón (s. XVII): Describe invocaciones a Belial y su jerarquía infernal.
· Grimorium Verum (s. XVIII): Incluye sigilos y rituales para convocar a Belial.
· Las Clavículas de Salomón: Menciona a Belial en contextos de magia ceremonial.
Curiosidades y Mitos Adicionales
· Elemento y Dirección: En ocultismo, Belial se asocia al norte y al elemento tierra, simbolizando materialismo y estabilidad .
· Mes: Enero es considerado su mes de mayor influencia.
· Leyendas: Según el Diccionario Infernal, Salomón encerró a Belial en una botella junto a 522,280 demonios, pero fue liberado por babilonios que lo confundieron con un tesoro.
También es mencionado en el texto apócrifo el testamento de los doce patriarcas donde el demonio es el opositor directo de Dios.
John Milton, en su obra El Paraíso perdido, dice de él:
(...)El último fue Belial. Nunca cayó del cielo espíritu más impuro ni más torpemente inclinado al vicio por el vicio mismo. No se elevó en su honor templo alguno, ni humeaba ningún altar, pues Belial se era suficiente; pero, ¿quién se halla con más frecuencia en los templos y los altares, cuando el sacerdote reniega de Dios, como renegaron los hijos de Elí, que mancharon la casa divina con sus violencias y prostituciones? Reina también en los palacios, en las cortes y en las corrompidas ciudades donde el escandaloso estruendo de ultrajes y de improperios se eleva sobre las más altas torres y cuando la noche tiende su manto por las calles, ve vagabundear por ellas a los hijos de Belial, repletos de insolencia y vino. Testigos las calles de Sodoma y la noche de Gabaa, cuando fue menester exponer en la puerta hospitalaria a una matrona para evitar rapto más odios.El paraíso perdido, John Milton