Beatriz de Nazaret (Tienen, 1200-Lier, 1269) fue una religiosa cisterciense belga.
Santa Beatriz de Nazaret | ||
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Información personal | ||
Nombre en neerlandés | Beatrijs van Nazareth | |
Nacimiento |
1200 Tirlemont, Bélgica | |
Fallecimiento |
1269 Lier (Bélgica) | |
Nacionalidad | Belga | |
Religión | Iglesia católica | |
Familia | ||
Padres | Beato Bartolomé | |
Información profesional | ||
Ocupación | Escritora y monja | |
Información religiosa | ||
Festividad | 29 de julio | |
Atributos | Flecha transverberando su corazón. Una pluma en su mano. | |
Venerada en | Iglesia Católica | |
Orden religiosa | Orden del Císter | |
Nació en Tienen en el seno de una familia acomodada.[1] Fue la última de seis hermanos, hija del beato Bartolomé, fundador de un monasterio cisterciense después de fallecer su esposa. Beatriz perdió a su madre a los siete años y la enviaron a vivir con las beguinas y fue a la escuela en la ciudad de Zoutleeuw. Su padre hizo que regresara a casa un año después.[2] Siguiendo su deseo de entrar en un monasterio, su padre la llevó junto a las monjas cistercienses en el municipio de Bloemendaal, y a los diez años se hizo oblata, y continuó sus estudios.[2]
Cuando cumplió quince años, quiso ser novicia, y aunque inicialmente fue rechazada por su delicada salud, al año siguiente fue admitida. Ingresó en el monasterio a los 17 años,[3] donde llevó una vida de prácticas austeras llevando cilicios y comprimiendo su cuerpo con cuerdas. En sus visiones, se dice que Jesús se le apareció y le transverberó el corazón con un dardo de fuego. Su devoción a la eucaristía provocó que sufriera hemorragias y colapso físico.[4]
Entre 1232 y 1233, escribió un tratado en el flamenco medieval, titulado De los siete grados del amor, que es el primer escrito místico femenino en lengua vulgar.[5] En 1236, se la envió a comenzar una nueva fundación en Nazaret, una aldea cerca de Lier.[2]
Falleció en 1269 y fue enterrada en el convento de Nazaret, y se cuenta que después de que fuera abandonando, su cuerpo fue trasladado por ángeles a la ciudad de Lier.[6] La devoción a esta santa es tradicional, no incluida en el Martirologio.