El Avia 51 fue un transporte comercial de seis plazas diseñado y construido en Checoslovaquia por la firma Avia. Su operación se consideró antieconomica para la época por lo que solo se construyeron tres ejemplares.[1] Estos aparatos, más tarde, tuvieron una anodina participación en la Guerra civil española.
Avia 51 | ||
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Avia 51 OK-ABV de CLS, L'Aerophile diciembre 1933
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Tipo | avión comercial | |
Fabricante | Avia | |
Diseñado por | Robert Nebesář | |
Primer vuelo | 8 de octubre de 1933 | |
Usuario principal | Checoslovaquia | |
Otros usuarios destacados | Estonia | |
N.º construidos | 3 | |
El Avia 51 era un trimotor monoplano de ala alta cantilever diseñado por Robert Nebesář y construido `por la firma Avia para la aerolínea privada checa pèrteneciente al grupo Skoda Československá letecká společnost -CLS . El fuselaje consistía en una estructura monocoque de duraluminio ; las alas eran metálicas revestidas en tela sostenidas por un robusto y carenado tren de aterrizaje fijo.[2] Estaba propulsado por tres motores radiales Avia Rk.12 de 200 hp; dos instalados en las alas y uno en el morro.[2] El avión, contaba con espacio para una tripulación de 2 pilotos y 5 o 6 pasajeros y a pesar de tener una altura máxima de la cabina de solo 1,55 m contaba con un compartimento para un lavabo y otros dos para el correo y el equipaje.[2]
El Avia 51 entró en servicio en la ruta Berlín-Praga-Viena operando conjuntamente con las aerolíneas CLS, Deutsche Lufthansa y Osterreichische Luftverkergesellschaft; sin embargo, transportando tan pequeña cantidad de pasajeros su operación no resultó rentable.[1] En 1937 los aviones fueron vendidos aparentemente al gobierno estonio (actuando de mediador) que los revendió al gobierno republicano español. En aquellos momentos los aparatos habían sido remotorizados con motores Walter Regulus de 186 kW (250 hp).[3] Al menos un ejemplar operó en Euzkadi con las Fuerzas Aéreas de la República Española FARE durante la Guerra civil española como transporte (TA - Transporte Avia) . Hasta hace poco se decía que el mercante que transportaba los aviones se hundió frente a las costas españolas.[1][3] Sin embargo, según otras fuentes la realidad fue diferente; los tres aviones llegaron a España en buenas condiciones y fueron allí utilizados por las Fuerzas Aéreas de la República Española[4] y al finalizar la contienda pasaron a engrosar el variopinto inventario del Ejército del Aire español .