El 15 de diciembre de 2023, tres rehenes israelíes fueron asesinados por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) durante la batalla de Shujaiya en la Franja de Gaza. Los hombres habían salido de un edificio en ruinas y se acercaban a un grupo de soldados de las FDI cuando fueron abatidos a tiros, a pesar de que estaban sin camisa y visiblemente desarmados, mientras ondeaban una bandera blanca improvisada y pedían ayuda en hebreo.[1] El incidente provocó críticas generalizadas nacionales e internacionales contra las FDI y los intentos del gobierno israelí de resolver la crisis de los rehenes mediante la guerra. [2] También provocó una mayor condena internacional de la invasión israelí de la Franja de Gaza.[3] [4] Las FDI reconocieron que los tres rehenes, secuestrados por Hamás durante los ataques sorpresa del 7 de octubre, habían muerto tras ser «identificados erróneamente como una amenaza», lo que provocó nuevas protestas en Israel contra el gobierno de Netanyahu.
Asesinato de Alon Shamriz, Yotam Haim y Samer Talalka | ||
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Coordenadas | 31°30′02″N 34°28′12″E / 31.500555555556, 34.47 | |
Fecha | 15 de diciembre de 2023 | |
Tipo de ataque | Asesinato, Incidente de fuego amigo | |
Heridos | 3 rehenes israelíes | |
Perpetrador |
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El asesinato de los rehenes en Shujaiya fue uno de los muchos incidentes de fuego amigo israelí en la guerra de Gaza.
Los tres rehenes asesinados por las FDI fueron identificados como Yotam Haim (28 años), Alon Shamriz (26 años) y Samer Talalka (24 años); Haim y Shamriz fueron secuestrados del kibutz Kfar Aza, y Talalka fue secuestrado del kibutz Nir Am. Los tres jóvenes habían sido secuestrados durante los ataques del 7 de octubre. [5] Haim era batería de una banda de heavy metal,[6] Shamriz era estudiante de ingeniería informática en el Sapir College.[7] Talalka trabajaba en el criadero e incubadora de aves del kibutz y era originario de la ciudad beduina de Hura.[8]
Tras la muerte de los tres rehenes, se descubrió que la cámara GoPro de un perro militar abatido había grabado sus voces varios días antes. El perro participaba en un intercambio de fuego entre militares de Israel y Hamás cerca de donde se encontraban retenidos, aunque no se reveló de qué hablaban. Se ha inferido que los milicianos que los retenían murieron en el combate, lo que permitió que escaparan.[9]
Según un oficial de las FDI, los tres rehenes salieron sin camisa de un edificio en ruinas hacia un grupo de soldados de las FDI a unas decenas de metros de distancia, uno de ellos con una bandera blanca.[10] Un francotirador israelí abrió fuego contra ellos, matando a Shamriz y Talalka e hiriendo a Haim. Tras recibir el disparo, Haim corrió a otro edificio cercano y gritó pidiendo ayuda en hebreo. El comandante del batallón ordenó entonces a las tropas que detuvieran el fuego, mientras Haim era persuadido de salir del edificio, pero cuando lo hizo 15 minutos después, un soldado, desobedeciendo la orden del comandante, le disparó y lo mató.[11]
Haaretz informó de que los soldados de las FDI siguieron al tercer rehén hasta el edificio y lo abatieron a tiros porque «creían que era un terrorista de Hamás que intentaba tenderles una trampa».[12] Yedioth Ahronoth informó que soldados israelíes habían exigido al tercer rehén que saliera del edificio donde se escondía y le dispararon cuando reapareció.[13] Los soldados sospecharon al recuperar los cuerpos, ya que presentaban marcas de ataduras y golpes que indicaban que se trataba de rehenes israelíes que habían logrado evadir a sus captores.[12] Los rehenes fueron identificados tras la devolución de sus cuerpos a Israel.[14] [15][16]
Un par de días antes del incidente, los soldados habían observado que el edificio donde se escondían los rehenes, a 200 metros de donde finalmente serían acribillados, tenía toscos letreros de tela que decían «SOS» y «Ayuda, tres rehenes» colgando de algunas ventanas. Las letras estaban escritas sobre la tela con restos de comida.[17] [18] Las FDI marcaron el edificio como una posible trampa.[12] Una investigación determinó que, cuando la unidad que encontró los letreros fue reubicada en otra zona, no informó al batallón que la reemplazaba, cuyas tropas fueron responsables del incidente, sobre la presencia de estos.
El 4 de marzo de 2024, la cadena televisiva israelí Kan 11 publicó una grabación de audio del incidente.[19]
Según The Jerusalem Post, una investigación preliminar descubrió que las instrucciones de las FDI a los soldados en Shujaiya eran abrir fuego contra cualquier hombre en edad de combatir que se acercara a ellos.[20] Tras una investigación, las FDI declararon que los asesinatos se podían haber evitado, pero que no eran necesarias medidas disciplinarias porque no hubo «malicia» por parte de los soldados.[21]
La madre de uno de los rehenes fallecidos envió un mensaje a la unidad involucrada en el tiroteo, declarando que consideraba que el incidente no era culpa de los soldados. Informó a la unidad que, en cambio, culpaba a Hamás de la muerte de su hijo, y añadió: «Que su nombre y memoria sean borrados de la faz de la Tierra».[9] Por el contrario, el padre de otro de los rehenes declaró: «El tirador no debería haber abierto fuego, y si es un buen combatiente, debería haber sabido que solo se aprieta el gatillo cuando se está seguro de que se trata de un terrorista».[9] A pesar de esto, señaló que las tropas israelíes «se han encontrado en diferentes situaciones en las que Hamás intentó emboscarlos y sufrieron bajas».[9]
Tras la noticia, estallaron protestas frente al cuartel general de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en Tel Aviv, exigiendo una salida negociada a la crisis de los rehenes.[22] El profesor Yagil Levy, de la Universidad Abierta de Israel, afirmó que existía una "brecha real entre las reglas formales de combate y la práctica en el campo de batalla",[4] y el periodista israelí Nahum Barnea calificó el incidente de crimen de guerra.[2] Voces pro-palestinas y críticos de las FDI afirmaron que el incidente demostraba el uso indiscriminado de la fuerza por parte del ejército israelí contra civiles,[4] considerando que los soldados confundieron a los rehenes israelíes que se rendían con palestinos que también se rendían. Sari Bashi, director de programas de Human Rights Watch, declaró que "nadie se inmutó antes de matarlos", y que este caso solo se investigó porque los fallecidos resultaron ser israelíes.[3] Roy Yellin de B'Tselem declaró que su grupo había documentado "innumerables incidentes de personas que claramente se rindieron y aun así recibieron disparos" y que el incidente ocurrió después de "una larga tendencia" de creciente violencia israelí que quedó en gran medida impune.[23]
El 15 de diciembre, las FDI declararon que, durante las operaciones en Shujaiya, identificaron erróneamente a tres rehenes israelíes como una amenaza y los abatieron con fuego amigo.[24] Un alto oficial de las FDI declaró: «Hemos escuchado gritos similares en lugares anteriores, y luego hubo combates, después de que la alerta resultara ser un intento de atraer a las fuerzas de las FDI a un edificio y luego abrir fuego contra ellas. Desafortunadamente, pensamos que se trataba de un incidente similar».[25]
El primer ministro, Benjamín Netanyahu, ofreció sus condolencias a las familias de las víctimas, mientras que el ministro de Defensa, Yoav Galant, calificó los asesinatos como "un incidente doloroso para todos los israelíes".[26] El teniente general Herzi Halevi declaró que el tiroteo contravenía las normas de combate de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y que los rehenes habían "hecho todo lo posible para demostrar su inocuidad", incluso quitándose las camisas para demostrar que no portaban explosivos.[3] Al día siguiente, las FDI publicaron un video de él hablando con la 99.ª División, recordándoles que no dispararan a los gazatíes que se rindieran, sino que los tomaran como prisioneros de guerra.[27] Usuarios de redes sociales señalaron que los soldados que aparecían al fondo del video parecían indiferentes o incluso reían.[28]
Al ser preguntado si los soldados implicados en el asesinato de los tres rehenes serían dados de baja, el portavoz de las FDI, el teniente coronel Richard Hecht, declaró que recibirán "todo el apoyo posible", ya que el incidente fue un "terrible y trágico error".[29] El portavoz de las FDI, el teniente coronel Jonathan Conricus, declaró que no se tomarían medidas disciplinarias contra los soldados y que no se producirían cambios en las operaciones terrestres de las FDI como consecuencia del asesinato.[30]
A finales de 2024, se inició la producción de Stay Forte, película que narra la historia de los tres desafortunados rehenes y primer largometraje en abordar acontecimientos de la Guerra de Gaza. Doron Eran es el director, con Tomer Machloof interpretando a Alon, Shahar Tavoch como Yotam Haim y Wael Hamdun como Samer Talalka. Los actores estadounidenses Judd Hirsch y Selma Blair también forman parte del reparto.
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