Un ascocarpo o ascoma, es el nombre dado en micología al esporocarpo característico de los hongos pertenecientes a la división Ascomycota. Los esporocarpos de estos hongos son estructuras reproductivas complejas, compuestas de hifas entrelazadas y fuertemente compactadas, en cuya superficie interna crecen millones de ascas, un tipo específico de estructura formada por células reproductivas que cuando maduran, típicamente originan ocho ascosporas. En muchas ascomas, las ascas forman una capa llamada himenio o capa himenial.
En cuanto a la morfología, los ascocarpos se pueden abrir y en forma de copa (apotecio), cerrados y esféricos (cleistotecio), o en forma de pera o botella, con un pequeño poro a través del cual se liberan las ascosporas (peritecio). La mayoría de los ascocarpos son macroscópicos, los apotecios pueden ser relativamente grandes y carnosos, mientras que los tipos restantes son submicroscópicos o microscópicos, rara vez superan el tamaño de un grano de pimienta molido.
Una forma básica de clasificar los ascocarpos se basa en su ubicación (aunque esta característica tiene poco valor taxonómico), dividiéndolos en dos grandes categorías:
Mucho más significativo desde un punto de vista taxonómico es la clasificación en cuanto a la morfología, en particular en cuanto a la forma y posición del himenio. La clasificación morfológica más común divide los ascocarpos en los siguientes cuatro tipos morfológicos básicos: