Un archivo falso, habitualmente llamado fake (término inglés) y en ocasiones archivo malicioso o maligno, es un archivo informático cuyo contenido real no coincide con su nombre o función. El término fake también se usa para referirse a archivos dañados (corruptos), con virus o fraudulentos. Por extensión, fake se aplica a servidores o sitios web que no son lo que parecen y sirven para cometer delitos informáticos como malware.[1][2]
La recepción de archivos falsos es un problema común para los usuarios de programas de intercambio y redes P2P, como eMule. Para evitar problemas durante la descarga, es recomendable revisar los comentarios que puedan indicar si un archivo es sospechoso.[3] Si se detecta un fake, es útil añadir un comentario para alertar a otros usuarios y mejorar la experiencia general. Otra opción es escanear el archivo y generar un número de identificación (checksum) para cada archivo en la red.
La piratería en línea ha dado lugar a varios tipos de fraude que utilizan archivos falsos. Una técnica común es el robo de información confidencial a través de correos electrónicos con remitentes falsos o inexistentes, que solicitan datos personales. Los usuarios, creyendo que el mensaje es legítimo, a menudo proporcionan esta información. Esto se ve frecuentemente en correos publicitarios (spam) que engañan a usuarios inexpertos para que hagan clic en enlaces que los dirigen a inicios de sesión falsos de bancos, tiendas en línea, etc. (phishing).[4] Los correos electrónicos obtenidos a través de estos inicios de sesión falsos suelen ser añadidos a otras bases de datos, incrementando el spam. Existen numerosos programas, incluso gratuitos, que permiten enmascarar o falsificar el remitente de un correo electrónico, así como ocultar las direcciones IP en el encabezado del mensaje.