Antonio Quijarro Quevedo (Potosí, 18 de junio de 1831 - Buenos Aires, 1903) fue un abogado, geógrafo, periodista, político y estadista boliviano.
Antonio Quijarro Quevedo | ||
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![]() Fotografía de Antonio Quijarro, tomada entre 1882 y 1884. | ||
Información personal | ||
Nacimiento |
18 de junio de 1831 Potosí, Bolivia | |
Fallecimiento |
1903 Buenos Aires, Argentina | |
Nacionalidad | Boliviana | |
Familia | ||
Padres | Pedro Antonio Quijarro y Juana Quevedo | |
Información profesional | ||
Ocupación | Diplomático, abogado y periodista | |
Antonio Quijarro Quevedo nació el 18 de junio de 1831 en la ciudad boliviana de Potosí,[1] hijo de Pedro Antonio Quijarro y Juana Quevedo. En 1860, fue editor del periódico El Siglo, publicado en la ciudad de Sucre.[2] Al año siguiente, en 1861, fue diputado por la ciudad de Potosí,[3]consolidando su presencia en la política boliviana.
Quijarro se destacó como un crítico activo de la dictadura de Mariano Melgarejo (1864-1871), oponiéndose al Tratado de Ayacucho, firmado en 1867, entre Bolivia y Brasil.[4] Su carrera diplomática también fue notable. Fue embajador de Bolivia en Londres en 1873 hasta 1876,[5] cargo que ocupó durante el gobierno de Tomás Frías.[4]Además, fue miembro del Partido Rojo,[6] una organización política surgida del movimiento popular belcista liderado por el General Manuel Isidoro Belzu.
En 1879, mientras era ministro plenipotenciario de Bolivia en Asunción, Quijarro firmó el Tratado Quijarro-Decoud, que abordaba la disputad limítrofe en el Chaco Boreal con Paraguay.[7] Durante su carrera política, también ocupó la presidencia de la Cámara de Diputados de Bolivia.[8]
Durante la presidencia de Narciso Campero, Quijarro apoyó la primera expedición a la región del Gran Chaco organizada por el gobierno boliviano y liderada por Daniel Campos.[9] Esta expedición que se llevó a cabo del 29 de agosto al 14 de noviembre de 1883, partió desde Tarija hasta Asunción en Paraguay, con la intención de fortalecer la presencia boliviana en el Chaco.
A finales del siglo XIX y hasta los inicios del siglo XX, Quijarro impulsó la exploración oriente boliviano y gestionó concesiones para abrir vías de comunicación hacia el océano Atlántico, con el objetivo de fomentar la colonización de esta región aislada.[10] En la década de 1880, debido al interés del gobierno de Bolivia de encontrar nuevas salidas al Atlántico mediante el río Paraguay, concedió derechos a diferentes personalidades políticas y empresariales para la apertura de caminos y la colonización. En 1885, Quijarro obtuvo la concesión de los herederos del militar y político Manuel Luis de Oliden para la colonización de las riberas del río Otuquis, una extensión de 25.000 km², en la provincia de Otuquis, hoy parte del Pantanal boliviano.[4] En este contexto, Quijarro colaboró con grupos financieros internacionales interesados en la explotación del caucho y en el acceso a territorios aptos para la colonización, impulsando activas campañas de propaganda y ejerciendo presiones sobre los gobiernos republicanos.[4]
En diciembre de 1882, fue nombrado Ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores de Bolivia.[11] En el ejercicio de este cargo, inició las negociaciones con el gobierno de Chile que culminaron en la firma del Pacto de Tregua, acuerdo que puso fin a las hostilidades de la Guerra del Pacífico.[11]
Después de ausentarse casi cinco años en misión diplomática en el Río de La Plata, en 1889 retornó a Bolivia y fue elegido Senador de la República.[11]
En 1893, como diputado, presentó un proyecto de ley que proponía la separación de la Iglesia y el Estado y la implementación de la educación laica en Bolivia.[12]
En 1902, el Congreso Nacional de Bolivia le otorgó una Medalla de Oro conmemorativa, acompañada de una leyenda en reconocimiento a sus méritos.[11] Al año siguiente, en 1903, falleció repentinamente en la ciudad de Buenos Aires mientras ejercía funciones diplomáticas en la Legación de Bolivia en la capital argentina.[11] El 21 de junio de 1931, tras veintinueve años de su fallecimiento, sus restos fueron repatriados a su ciudad natal, donde descansan en la actualidad.[11]
A continuación se incluyen algunas de las obras de Antonio Quijarro,[13] organizadas por año de publicación:
En su honor la provincia de Porco, ubicada en el departamento boliviano de Potosí, fue renombrada a provincia de Quijarro.[14] Así mismo, la localidad de Puerto Quijarro, en la región del Pantanal boliviano, lleva su nombre en su honor.